2-D: hacia las elecciones andaluzas

Ciudadanos no logra desbancar al PP pero sí la llave capaz de activar un giro histórico a la derecha

Los resultados oficiales de las elecciones andaluzas han situado a Ciudadanos como el partido que decidirá el futuro político de Andalucía. Con el 99,92% escrutado, el partido de Albert Rivera obtiene 21 diputados y, aunque no logra el ansiado sorpasso al PP, se hace con la llave que, tras 37 años de gobierno socialista, puede dar un giro histórico a la política andaluza: el giro a la derecha.

Oficialmente, lo que Cs se propone es que los partidos que han quedado por delante, PSOE y PP, lleven a su candidato, Juan Marín, al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia andaluza. "Nosotros –dijo Rivera– apoyamos a Rajoy aunque no queríamos y apoyamos en su día a Susana Díaz porque necesitaban gobierno, ¿me pueden decir cuál es el motivo por el que el PSOE y PP no nos pueden apoyar? No lo hay".

El que las urnas han consagrado esta noche es un cambio que "solo puede liderar un partido que crece", había remarcado previamente el candidato de Cs, Juan Marín, en su primera intervención pública tras conocerse los resultados electorales que sitúan a su partido como tercero en apoyos con un porcentaje (18,27%) que dobla el de 2015 (9,28%). 

¿Significa lo anterior que Ciudadanos está dispuesto a cerrar el paso al aspirante del PP, Juanma Moreno, que ya ha anunciado que optará a la investidura? En teoría esa hipótesis existe pero dados los resultados se perfila difícil. Porque el mismo Juan Marín, que también ha anunciado oficialmente su candidatura a la Presidencia andaluza, añadió a renglón seguido esto: "A los que han estado 40 años viviendo de los andaluces se les acabó el chollo". Su líder, Albert Rivera, completó el mensaje: "Hoy vamos a echar al PSOE de la Junta". Para entonces, los afiliados y simpatizantes que seguían su intervención en director, ya habían coreado la consigna de la noche: "Ahora sí, ahora sí".

El discurso de Marín y el de Rivera enlaza con la gran promesa electoral de Cs: la de que propiciaría el "cambio" si sumaban "un solo escaño" más los partidos dispuestos a dar el vuelco. Pero la potentísima entrada de la ultraderecha introduce un elemento de distorsión que complica ese escenario de "cambio". ¿Accederá Ciudadanos a sumarse al mismo bloque que la ultraderechista Vox? Es una de las grandes incógnitas.

Ciudadanos, PP y Vox representan 59 escaños, cuatro por encima de la mayoría absoluta. La suma del PSOE y Ciudadanos se queda en cambio en 54 diputados, con lo que la presidenta andaluza necesitaría –aunque solo sea a efectos teóricos– el apoyo de Adelante Andalucía, que consigue 17 actas.

En 2015, Ciudadanos irrumpió en el Parlamento andaluz con nueve diputados que a lo largo de la legislatura resultaron esenciales para la estabilidad del PSOE al frente de la Junta, lo que abrió fisuras: una de sus diputadas se fue al grupo mixto en 2017 precisamente en protesta por el pacto con el PSOE.

Es ese protagonismo en el afianzamiento de Susana Díaz el que durante toda la campaña ha esgrimido el PP como un mazo en su intento por ahuyentar la amenaza naranja.  

La candidatura encabezada por Juan Marín logró hace tres años y medio 369.896 votos, el 9,28% del total. Se aseguró así representación por siete de las ocho circunscripciones: todas menos Jaén, feudo histórico del PSOE. Málaga, donde registró su mejor marca con un 11,78% de los sufragios, le reportó dos escaños. Sevilla, otros dos. 

Los segundos en cinco capitales

Ahora, Ciudadanos dobla sus apoyos electorales (659.631 papeletas con el 99,92% escrutado), cosecha cuatro escaños en Málaga, tres en Sevilla, Granada y Cádiz; y dos en las restantes circunscripciones. Aunque su cota más alta la obtiene en Cádiz con un 20,87% de los sufragios, es Málaga la que por su importancia económica y demográfica se convierte en un bastión de máxima relevancia para la formación de Rivera. Allí ha recabado una de cada cinco papeles (el 19,8%). 

El avance de Ciudadanos resulta especialmente visible en las grandes áreas urbanas. En cinco de las ocho capitales ha quedado segundo: Málaga, Córdoba, Granada, Cádiz y Huelva. En Jerez, localidad natal de Inés Arrimadas, su líder en Cataluña y figura clave en la campaña andaluza, el partido naranja ha sido la primera fuerza en votos. También en la igualmente gaditana Sanlúcar de Barrameda, donde Juan Marín arrancó su carrera. 

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