Andalucía

La clara victoria de Rodríguez allana el camino a una confluencia Podemos-IU en Andalucía

Teresa Rodríguez junto a Antonio Maíllo, en la campaña del 26J.

La clara victoria de Teresa Rodríguez en la asamblea de Podemos en Andalucía ha allanado el camino a una confluencia con IU, según coinciden distintos responsables de ambas formaciones. La afinidad política y la coincidencia de estrategia y puntos de vista sobre asuntos clave entre Rodríguez y el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, facilitan la colaboración, aunque desde ambas partes se subraya que hay que trabajar con prudencia y que todavía no hay nada cerrado.

Los equipos y entornos inmediatos de Rodríguez y Maíllo trabaron relación de proximidad en la campaña de las generales del 26 de junio, que contribuyó a disipar recelos. Aunque señalan que la campaña pudo ser mejor y que la confluencia se articuló de forma precipitada, las dos partes hacen en general un buen balance de aquella colaboración. Rodríguez y los suyos combatieron de hecho el discurso de Iñigo Errejón que señalaba a la confluencia como responsable de la decepción electoral del 26-J.

Cada grupo parlamentario trabaja de forma autónoma e independiente, pero el nivel de armonía en la Cámara es creciente. Los líderes regionales de ambos partidos, que han llegado a dar juntos una entrevista en formato libro en la que muestran su coincidencia en el grueso de asuntos fundamentales sobre la política, la economía y la sociedad de Andalucía, comparten una posición de rechazo frontal a Susana Díaz y a la gestión del PSOE en la comunidad, que vinculan al clientelismo y al conservadurismo.

También comparten una inclinación por la movilización como complemento imprescindible del trabajo de oposición parlamentario. Maíllo se considera escarmentado de la experiencia de gobierno de IU con el PSOE (2012-2015) y no la quiere repetir, lo cual causa agrado en el grupo dirigente de Podemos. Tanto la secretaria general de Podemos como el coordinador andaluz de IU están convencidos de que una fórmula de convergencia –que podría ser una especie de "marea andaluza"– es la que mejor permite competir electoralmente con el PSOE. Maíllo y Rodríguez disponen ahora de claras mayorías en sus respectivas formaciones, sin focos críticos significativos.

La clara derrota que las posiciones más escépticas con la confluencia han sufrido en la asamblea andaluza de Podemos, donde las dos candidaturas errejonistas no sumaron juntas ni el 25%, abona el terreno para la confluencia, según las fuentes consultadas. Está por ver cómo se administran los tiempos. Las elecciones andaluzas no deberían producirse, si se agotase la legislatura, hasta 2019, aunque tanto en IU como en Podemos existe la creencia de que puede haber sobresaltos vinculados a la probable pretensión de auparse a la secretaría general del PSOE de la presidenta autonómica, Susana Díaz. Haya o no adelanto electoral o cambios en la presidencia de la Junta antes de lo previsto, la idea común es que hay que estar preparados para cualquier cosa cuanto antes.

Ofrecimiento público de Maíllo

Una vez conocidos los resultados de la asamblea de Podemos, el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, dio un paso al frente este lunes y emplazó públicamente a la formación morada a articular un bloque alternativo al PSOE que esté listo en el plazo de una año. El mensaje pretende "acelerar" los tiempos.

Maíllo no ocultó su satisfacción por los resultados del proceso interno de Podemos, que describió como un aval de la militancia morada a la apuesta de Rodríguez por la formación de un "bloque" o "marea" para "disputar el Gobierno" al PSOE. El líder de IU apostó también por extender esta confluencia a los ayuntamientos en las próximas municipales, un propósito complicado porque es a nivel local donde la convivencia entre las dos fuerzas políticas produce los mayores problemas y tensiones. "Vamos a máximos", dijo Maíllo, que dejó de un lado las contemporizaciones y expuso su voluntad de unidad a todos los niveles, respetando la idiosincrasia de cada organización.

El coordinador regional hizo significativamente hincapié en la reducción de las deudas de IU en Andalucía. Según la coalición, éstas han pasado de 3,5 millones en 2013 –cuando Maíllo se aupó al liderazgo de la coalición– a 2 millones en la actualidad. La deuda de IU suele ser invocada por sectores críticos con la convergencia en Podemos para argumentar que la coalición de izquierdas carga con una "mochila". En la misma comparecencia en que Maíllo tendía la mano a Rodríguez, anunciaba los avances de la coalición en la reducción de la deuda durante su periodo como coordinador. No era casual. Actualmente la dirección de IU sólo tiene un liberado político, el responsable de finanzas. Maíllo cobra como parlamentario. El tema de las deudas preocupa especialmente a Teresa Rodríguez, que este mismo lunes insistía en su cuenta de Twitter en que a los bancos no hay que pedirles dinero "ni pa pipas".

La dirección de IU y sus líderes provinciales comparten las tesis confluyentes de Alberto Garzón y Maíllo. "La confluencia es una apuesta de IU a nivel federal que vale para todos, pero es cierto que en Andalucía se dan condiciones objetivas mejores que en la mayoría de territorios", apunta un miembro de la dirección andaluza de IU, que no niega que a nivel provincial y local puede haber recelos hacia la formación morada y que hay trabajo político por hacer, pero que en ningún caso ve una oposición articulada a la apuesta por la confluencia de la dirección federal y regional.

"Ruptura, no regeneración"

Desde Podemos no se dio una respuesta oficial al abierto ofrecimiento de colaboración de Maíllo. No obstante, éste no causó sorpresa en el entorno de Teresa Rodríguez, donde no se considera un órdago sino un mensaje coherente con la trayectoria de Maíllo, destacado aliado territorial del líder federal, Alberto Garzón. "Hay mucha sintonía" con Maíllo, señala un dirigente de Podemos próximo a Rodríguez, que destaca su apuesta por un "cambio de cultura política" y por la "ruptura, no la regeneración", como elementos comunes entre los proyectos políticos del coordinador regional de IU y de la secretaria general de Podemos.

Este dirigente también señala que no ve la misma actitud ante la confluencia en todos los niveles de IU, y que la buena predisposición de la dirección no se da en algunos "cuadros medios". No obstante, nadie ve que haya obstáculos insalvables. Ni siquiera las candidaturas derrotadas en la asamblea –en principio menos inclinadas a la confluencia con IU– han hecho públicamente del rechazo a la histórica coalición un asunto central. Hay integrantes de candidaturas derrotadas que creen, eso sí, que el ofrecimiento de Maíllo forma parte de un plan establecido y que el acuerdo para ir a una confluencia ya está alcanzado.

Todavía lejos del PSOE

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Los núcleos dirigentes de ambas formaciones coinciden en que la confluencia debe corregir los errores de la mera coincidencia electoral de Unidos Podemos el 26 de junio, donde ambos partidos sumaron juntos en toda España un millón de votos menos que los logrados en diciembre por separado, quedándose con la miel del sorpasso en los labios. En Andalucía también hubo retroceso de votos, aunque lograron un diputado más juntos que por separado. En las autonómicas de 2015 Podemos conquistó 15 parlamentarios, por cinco de IU, que salvó el grupo por los pelos. El PSOE sumó 47. La diferencia aún es grande.

¿Cómo acortar la diferencia con los socialistas? Ésa es la pregunta a la que buscan respuesta Rodríguez y Maíllo, que barajan la posibilidad de que en las próximas elecciones el PSOE tenga que buscar un nuevo candidato que aún no habría acreditado la pegada electoral de Susana Díaz. Los dos –Rodríguez y Maíllo– coinciden en su discurso "rupturista", de suma de fuerzas diversas, de movilización... Preocupa cómo integrar y administrar el patrimonio simbólico y sentimental de la izquierda. Teresa Rodríguez evita las menciones que vinculen el "cambio" a la "izquierda". Un dirigente próximo a Rodríguez considera que sería contraproducente articular el discurso en torno a la "unidad de la izquierda". Maíllo sí hace un uso frecuente de este término, como Garzón.

Además quedan dudas por aclarar y obstáculos por superar: ¿cómo se elegirá al candidato a la presidencia de la Junta?, ¿qué ritmo imprimir a la confluencia? Todo indica que Rodríguez querrá ser candidata. Maíllo aún no se ha pronunciado al respecto de sus intenciones. Ahora bien, ¿sería con primarias la elección del primer espada de esa "marea andaluza"? No es un asunto que haya ocasionado hasta la fecha el menor conflicto, porque de hecho no se ha abordado explícitamente, pero tarde o temprano habrá que encarar la cuestión, si se avanza en la confluencia. A falta de que haya una posición cerrada y expresada oficialmente en Podemos e IU, las impresiones recabadas por infoLibre indican que hay más dudas sobre la fórmula a elegir en Podemos que en IU.

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