Transparencia
Las Cortes mantienen una opacidad casi total sobre los viajes, las nóminas y los gastos de diputados y senadores
"Cuando he hecho un viaje privado, lo he pagado yo, y lo puedo acreditar documentalmente". Quien lo aseguraba era el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, al día siguiente de conocerse que viajó hasta en 32 ocasiones a Canarias con cargo a los presupuestos del Senado. Pero, no obstante, los ciudadanos que quieran comprobar la relación de desplazamientos del mandatario no pueden hacerlo. Y no es el único dato al que no pueden acceder, ya que las Cortes mantienen una densa opacidad en lo relativo a los viajes, las nóminas y los gastos de los parlamentarios.
Tras destaparse el escándalo, la Izquierda Plural ha planteado este martes la necesidad de establecer un "control" en estos viajes por parte del Parlamento. Es sólo la última de una serie de propuestas que se están exponiendo en los últimos años para aplicar una mayor transparencia a las actividades de diputados y senadores y a su uso del dinero público. Son los grupos minoritarios de las Cortes los que, fundamentalmente, han promovido varias iniciativas para que se hiciesen públicos los datos referentes a los emolumentos de cada diputado o para regular las ayudas que se ofrecen a los parlamentarios de provincias para costearse su residencia en Madrid. Pero, hoy por hoy, existen aún muchas lagunas en la información que Congreso y Senado hacen pública.
Nóminas
Ambas Cámaras tienen colgada en sus respectivas páginas web información acerca de las retribuciones a las que tienen derecho los parlamentarios, que tanto en el Congreso como en el Senado están establecidas en una cifra base –la llamada asignación constitucional– de 2.813,91 euros mensuales. No obstante, algunos parlamentarios suman a esta cantidad los complementos mensuales por razón del cargo que ocupan: así, por ejemplo, el presidente del Congreso, Jesús Posada, cobra más de 9.000 euros en pluses, mientras que los complementos de los portavoces de los grupos parlamentarios de la Cámara Baja ascienden a más de 2.600 euros al mes.
Sin embargo, a pesar de que UPyD pidió el año pasado que se hiciese pública la nómina exacta de cada diputado, es imposible conocer estos documentos a no ser que el parlamentario decida, por voluntad propia, publicarlos en la web del Congreso. Esto conlleva, tal y como denuncia la plataforma Qué Hacen Los Diputados, dedicada a fiscalizar el trabajo de los parlamentarios, que sea imposible saber si un diputado cobra más de un complemento cuando compagina un cargo en las comisiones con su pertenencia a la Junta de Portavoces o a la Mesa o si, por el contrario, tan sólo percibe uno de los pluses.
Según explica la plataforma en su web, "desde el Congreso y algún diputado como Alberto Garzón o Santiago Cervera nos han asegurado que los diputados que tienen más de un cargo en comisión cobran un único complemento: el del cargo más alto". Pero, a la hora de averigüar si ocurre lo mismo con los diputados que ocupan un cargo en una comisión y también son portavoces o miembros de la Mesa, las versiones se contradicen: "El Congreso nos dio por teléfono la versión oficial de que los portavoces de grupo y los miembros de la Mesa no cobran por otro cargo en comisión, pero esta información es contradictoria con las nóminas de Rosa Díez y con la de Carlos Martínez Gorriarán", afirma Qué Hacen Los Diputados.
Y es que Díez –cuya nómina está publicada en la web de UPyD–, por ejemplo, tiene un salario mensual de 7.398 euros brutos: los 2.813 del sueldo base, más los 2.667 correspondientes a su cargo de portavoz del grupo parlamentario (1.741 euros en concepto de gastos de representación y 926 de libre disposición) y, además, otros 1.046 euros procedentes de su trabajo como portavoz de una comisión. A ello hay que sumarle también 870 euros en concepto de "indemnización", una cifra destinada a "afrontar los gastos que les origine [a los diputados] la actividad de la Cámara", tal y como explica el Régimen Económico del Congreso.
Indemnizaciones y ayudas
Además de la asignación constitucional y al margen de que sean o no miembros de cualquier órgano interno, tanto diputados como senadores tienen derecho a percibir una cantidad extra exenta de tributación para "cubrir gastos" derivados de su actividad como parlamentarios. Las cifras exactas varían ligerísimamente entre Congreso y Senado, pero se mueven en torno a los 870 euros para los representantes elegidos por la circunscripción de Madrid y alrededor de los 1.800 para los del resto de provincias.
Ninguna de las dos Cámaras dan más detalles sobre cuál debe ser el fin de estas indemnizaciones, que según explica Vicky Bolaños, una de las impulsoras de Qué Hacen Los Diputados, están pensadas para que los diputados y senadores paguen su manutención y, en el caso de los de fuera de Madrid, también su residencia. Pero, no obstante, y a pesar de no formar parte del salario base, el gasto de esta cantidad no está sujeto a ningún control, y las Cortes no facilitan a los ciudadanos más datos sobre el destino de este dinero precisamente porque los parlamentarios no tienen que justificar en qué lo emplean.
Bolaños explica que, tras la polémica surgida en 2012 a raíz de la negativa del diputado de UPyD Toni Cantó –elegido por Valencia– a cobrar esta indemnización al disponer de una casa en Madrid y la posterior iniciativa de su partido para retirar el plus a los diputados que se encontrasen en la misma situación, el Congreso cambió en su web la descripción de la ayuda, si bien no varió un ápice su valor ni su funcionamiento. Y es que, según explica la responsable de Qué Hacen los Diputados, en otros parlamentos este tipo de gastos se gestionan de otra manera: "El parlamento de Brasil publica las facturas de los pisos que alquilan los diputados, y el de Chile hace públicos hasta sus gastos corrientes", remacha Bolaños.
Viajes y desplazamientos
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No obstante, esta indemnización no es la única cantidad que los parlamentarios reciben con un fin concreto pero que no tienen que justificar. Y es que tanto diputados como senadores también tienen derecho a cobrar dietas por los desplazamientos que realicen en "misión oficial" de las Cortes: las retribuciones ascienden a 120 euros si el desplazamiento es dentro del territorio nacional y a 150 si se trata de un viaje al extranjero. Estas dietas están pensadas para costear el alojamiento y la manutención del parlamentario.
El Congreso sí recoge en su página web los viajes al extranjero realizados por los diputados: en los documentos que se aportan se detallan las fechas, los parlamentarios que se desplazaron y el orden del día del acto al que asistieron, si bien no se desglosan en ningún apartado los gastos. El Senado es aún más escueto en este sentido: tan sólo ofrece información sobre los actos internacionales en los que tiene participación algún senador, pero no detalla quién asiste o el orden del día del evento, ni tampoco hace mención al coste del viaje.
De los viajes a nivel nacional, nada en absoluto. Ni Congreso ni Senado recopilan una relación de los desplazamientos de los parlamentarios en el interior de España, y a pesar de que los costean –las Cortes reembolsan al diputado o senador el coste del billete de avión, tren, barco o automóvil o le pagan 0,25 euros por cada kilómetro recorrido si el viaje ha sido realizado con su vehículo particular– no se exige ninguna prueba de que el viaje está destinado a realizar labores políticas y no responde a un interés personal. Un funcionamiento que defendió el presidente del Congreso, Jesús Posada, que este martes se mostró contrario a "controlar la actividad del diputado que, en algunos casos tiene un carácter que, si no es secreto, al menos es discreto".