Elecciones 24-M

El deseo de Wert de dejar ya el Gobierno marca el calendario de cambios de Rajoy

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, quiere dejar ya el Gobierno. Y Mariano Rajoy lo sabe desde hace algunas semanas, justo antes de que empezase la campaña electoral. Ahora, cuando el Partido Popular y el Ejecutivo están sumidos en una profunda crisis tras perder todas las mayorías absolutas en las comunidades y 2,4 millones de votos en los ayuntamientos, muchas de las miradas en el partido se dirigen a él, sobre todo después de que este miércoles Rajoy dejase la puerta abierta a hacer cambios para afrontar las generales de noviembre en mejores condiciones. Las fuentes consultadas por este periódico mantienen que, con esta excusa, el presidente tiene la vía perfecta para lanzar un mensaje de que no es tan reacio a los cambios como parece y, de paso, dar salida a un ministro que no está cómodo.

"Los cambios, sean en el partido o en el Gobierno, se anuncian una vez que se han producido como es perfectamente entendible". Esta fue una de las frases con las que Rajoy, desde los pasillos del Congreso de los Diputados, volvió a despistar a los suyos dos días después de sostener justo lo contrario en rueda de prensa desde la sede nacional del partido.

Quienes conocen el deseo de Wert de abandonar el Consejo de Ministros mantienen que, si por él fuera, estaría fuera de su despacho en las primeras semanas de junio. Pero que la última palabra la tiene Rajoy. "Sólo en la mente del presidente está si mueve sillas en el Gobierno ahora o abre un periodo de reflexión más amplio", mantiene un miembro del Comité Ejecutivo Nacional. "Estamos hablando de decisiones que sólo están en la cabeza del presidente y que no comparte con nadie", completan desde Moncloa.

De dar luz verde a su marcha, el destino más probable estaría en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)(OCDE), con sede en París. La embajada de España ante este organismo está en manos de Ricardo Díaz Hotchleitner pero su mandato está a punto de concluir. Según adelantó el diario El Paíseste diplomático dejará su plaza vacante para incorporarse a la Embajada de España en Rabat. De hecho, el citado medio adelantaba que Marruecos ya había concedido el plácet al nuevo embajador. 

Fuentes del Ministerio de Exteriores consultadas por infoLibre al respecto rechazaron precisar si el relevo va a producirse ya este mismo viernes esgrimiendo que el órgano que ha de hacer este tipo de anuncios es el Consejo de Ministros.

Entre los ministros está extendida la idea de que la sustituta podría ser María Dolores de Cospedal. "Pero interpretar lo que piensa Rajoy es imposible", insisten. La secretaria general del PP lleva años en el punto de mira de muchos de sus compañeros por su doble función en el partido y el Castilla-La Mancha. Y ahora, tras la pérdida de la presidencia autonómica, los focos vuelven a dirigirse hacia ella.

Boda en julio con Gomendio

Precisamente en este Consejo de Ministros están puestas todas las miradas. Porque también en él podría ser relevada Montserrat Gomendio, secretaria de Estado de Educación, que ha sido nombrada directora adjunta de Educación de la OCDE. Se de la circunstancia de que la número dos del ministerio es pareja de Wert y que con el salto del ministro a este organismo, ambos residirían en la capital francesa. De hecho, desde su entorno apuntan a que se casarán el 11 de julio.

Cuando Educación anunció la marcha de Gomendio, desde el ministerio se informó de que su salida sería a finales de mayo.

Si antes de este viernes Rajoy no hace ningún anuncio relacionado con su ministro de Educación, uno de los más polémicos del Ejecutivo, cabe la posibilidad, según las fuentes consultadas, de que tampoco se busque recambio de forma inmediata para Gomendio. "Si está decidido a prescindir de Wert, dejará que sea su sustituto el que escoja a su número dos", precisan las citadas fuentes.

Otra de las posibles fugas a las que podría enfrentarse el Gobierno de Rajoy y que, como la de Wert, podría servir al presidente para vender cambios y renovación es la de Luis de Guindos, el titular de Economía. No es ningún secreto que lleva meses aspirando a la presidencia del Eurogrupo. 

Hace unas semanas, el entorno del presidente del Gobierno daba por hecho su nombramiento. Y aseguraba que contaba con todos los apoyos necesarios de sus socios europeos. Cuentan que fue una de las condiciones que Rajoy le puso a la alemana Angela Merkel a cambio de que el Partido Popular apoyara la candidatura de Jean-Claude Juncker a presidente de la Comisión Europea.

En este caso, el relevo se produciría antes de las vacaciones de verano, como tarde en julio. Y para que Guindos deje el Consejo de Ministros quedaría todavía por decidir si el cargo requiere dedicación exclusiva.

A priori, en el Gobierno, estos son los dos posibles cambios a los que apuntan los dirigentes conservadores consultados. El titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha desgastado mucho en los últimos meses sobre todo a cuenta de los casos Rato, Pujol y Monedero y de la polémica lista de los beneficiarios de la amnistía fiscal. Pero la opinión en el PP es casi unánime: Rajoy no le va a dejar caer.

¿Y en el partido? 

Que Rajoy admitiese en los pasillos del Congreso de los Diputados que habría cambios en el partido para enfilar la recta final hasta las generales de otoño no implica que estos vayan a ser inmediatos. "Con Rajoy no se sabe, pero no es de reflexionar y de no actuar en caliente", dice alguien que le conoce muy bien.

En todo caso, en lo que a la formación se refiere el presidente parece convencido de no tocar nada hasta que los gobiernos locales resultantes del 24-M estén constituidos. De hecho, en el Ejecutivo no sentó nada bien la catarata de barones anunciando su marcha el martes, un día después de que Rajoy reuniera a su Comité Ejecutivo Nacional.

De momento, los cambios en las direcciones regionales anunciados casi en cadena por Luisa Fernanda Rudi (Aragón), José Ramón Bauzá (Baleares) y Alberto Fabra (Comunidad Valenciana) no se producirán hasta principios de 2016, cuando hayan transcurrido las elecciones generales. Génova no quiere abrir estos procesos sucesorios, que siempre acarrean conflictos, a pocos meses de las generales porque están convencidos de que la inestabilidad también es castigada en las urnas por los electores. Otra cosa, dicen, es que ya se empiece a visualizar la llegada de una nueva etapa.

El planteamiento anterior implica que Esperanza Aguirre, que pretendía convocar un congreso extraordinario en el PP de Madrid después de que se constituya el Ayuntamiento y el Gobierno de la Comunidad, no podrá hacerlo porque es la dirección nacional la que tiene que autorizarlo.

¿Haría falta, en cambio, un congreso para relevar a Cospedal como número dos? En el partido recuerdan que no es necesario. Y recuerdan que José María Aznar propuso a Rajoy secretario general en una Junta Directiva Nacional. Un movimiento para el que tuvo que dimitir Javier Arenas.

Más sobre este tema
stats