Alberto Núñez Feijóo presentó este martes desde Barcelona las bases del plan migratorio del Partido Popular acompañado por la plana mayor de su partido. Un plan que consta de diez propuestas que él mismo desgranó, con el que busca dar la batalla a Vox y que incluye medidas que beben del argumentario de la extrema derecha, otras que el Gobierno de Pedro Sánchez ya cumple y otras tantas que no concreta cómo se llevarán a cabo.
El líder del PP enarboló un discurso plagado de estigmas hacia los migrantes, a los que definió como personas que no quieren trabajar, que se aprovechan de las ayudas y que convierten en irreconocibles los barrios, en consonancia con lo que defiende Vox. Para evitarlo, Feijóo defendió una suerte de asimilación forzosa, donde el incumplimiento de unos "valores" no especificados sería motivo de expulsión y condicionó la integración a la idea de "aportación" a España, en el plano económico pero también en el cultural.
En un momento dado, llegó a utilizar un lema similar al de la doctrina falangista —y posteriormente franquista— de "España, unidad de destino en lo universal" al señalar que "la nacionalidad española no puede ser un trámite administrativo" porque "ser español no es solo vivir en España" sino "participar de un proyecto común, compartir una historia, unos valores y un destino". Para el líder de la oposición eso es "sentirse parte de algo más grande que uno mismo". "Ser español supone conocer una herencia universal", añadió.
El tono general de su discurso fue en clave punitiva y con un lenguaje duro, cercano al de Santiago Abascal. Una transformación que comenzó hace ya más de un año y que implica un cambio retórico y de enfoque político importante por parte del PP, que sustituye el lenguaje técnico por uno más identitario, emocional y divisivo, propio de campañas donde se busca marcar perfil para atraer a votantes de ultraderecha. Y uno de los elementos para lograrlo es precisamente, dibujar un escenario catastrófico a base de mentiras.
Una "inmigración descontrolada"
Uno de los principales argumentos de Vox que el PP de Alberto Núñez Feijóo ha hecho suyo es que hay una "inmigración descontrolada" por la llegada de pateras y cayucos. En realidad, a España han llegado en los últimos años muchos más inmigrantes y refugiados procedentes de países latinoamericanos a través de los aeropuertos y las fronteras terrestres. El Ejecutivo asegura que "los flujos migratorios irregulares se han reducido un 32% a escala nacional y un 59% en Canarias respecto al año pasado".
La evolución histórica de las llegadas de migrantes a España demuestra que la cifra aumenta en períodos de bonanza económica, en consonancia con la existencia de ofertas de trabajo, y se reduce en momentos de crisis. Según el ministerio de Inclusión y Migraciones liderado por Elma Saiz, "las llegadas irregulares han supuesto solo un 5% del total", por lo que el 95% de las personas han llegado por vías regulares.
"Una integración real y verificable"
El PP quiere "exigir una integración real y verificable" y propone para ello elevar el nivel de exigencia lingüística hasta el B2 e implantar una prueba reforzada "de conocimiento institucional, legal, cultural e histórico, para garantizar el compromiso con nuestra democracia y valores comunes": "Nuestro objetivo es devolver a la nacionalidad su sentido más elevado. Que sea un mérito, un premio al esfuerzo y a la integración real", dijo Feijóo desde Barcelona. Actualmente el grado de integración se acredita mediante la superación de las pruebas de idiomas que el PP introdujo por Real Decreto en el año 2015.
Es más, el procedimiento actual para acreditar el grado de integración en la sociedad española no es obra de Pedro Sánchez, sino de un gobierno del PP, con Rafael Catalá como ministro de Justicia. Según el artículo 22 del Código Civil, la residencia debe ser legal y continuada y hay que acreditar buena conducta cívica, es decir, carecer de antecedentes penales. Además, el artículo 2 de la Ley de Extranjería también establece que cualquier persona que viva en España tiene la obligación de respetar sus leyes y normas.
Un "visado por puntos" y vinculado al empleo
El líder del PP volvió a defender su propuesta de un "visado por puntos", que priorizaría la inmigración latinoamericana frente la africana, ya que, según el documento, "la Hispanidad, entendida como espacio compartido de lengua, historia y valores, será un factor positivo en la evaluación del visado", aunque el documento evita aclarar nada más sobre el baremo más allá de establecer "cuotas" anuales por "países y sectores".
Otra de las nuevas medidas que introduce es la un visado" temporal". "Si usted viene con el compromiso de la búsqueda de trabajo, tendrá un visado temporal. Finalizado ese tiempo, si usted tiene trabajo, se queda y si no tiene trabajo, se va", dijo. Se trata de una medida que en España bajo el nombre de "visado de búsqueda de empleo".
Feijóo también dijo que los países que más ayuden a España "a ponen orden" generarán más oportunidades para sus ciudadanos. Pero según el ministerio de Inclusión, en la Unión Europea este tipo de instrumento no es posible, puesto que la normativa Schengen no lo permite." Es una práctica discriminatoria, contraria a los valores constitucionales".
"La pérdida de residencia será automática para delitos graves o reincidentes"
El PP también aboga por la "tolerancia cero" con el delito. "Ningún delito puede quedar impune, ya sea cometido por inmigrantes en situación regular o irregular o cualquier otro ciudadano. Quien entra delinquiendo no puede acabar quedándose. La regla general será la expulsión ante condena por delitos especialmente graves (homicidio, asesinato, agresión sexual, terrorismo, trata o tráfico) o reincidencia dolosa".
Se trata de una medida que ya se recoge en la legislación española. Según el artículo 89 del Código Penal, "las penas de prisión de más de un año impuestas a un ciudadano extranjero serán sustituidas por su expulsión del territorio español". Además, la asociación entre inmigración y delincuencia no está sustentada por los datos del Ministerio del Interior, que muestran la tasa de criminalidad más baja de la historia mientras que han aumentado casi en 2,5 millones las personas de origen extranjero desde 2018.
"Refuerzo de las fronteras"
Otra de las medidas del plan antiimigración es el el refuerzo de las fronteras, aunque en el documento no se explica cómo va a impedir eso la llegada de migrantes, especialmente cuando lo hacen a bordo de embarcaciones precarias, más allá de poner en marcha los procedimientos que ya existen. A esto se le suma que el PP quiere que los cuerpos de seguridad se entrenen para "recoger pruebas en alta mar".
Uno de los puntos señala de ese apartado que será necesario un "refuerzo permanente" del número de efectivos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) "y de los mecanismos legales, técnicos y de los fondos europeos destinados a migración, fronteras y seguridad".
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Según datos de Interior facilitados por el Gobierno, este año 2025 se han superado por primera vez en la historia los 76.700 agentes de policía. 10.900 más que en 2018, lo que supondría un 16,5% más respecto gobiernos del PP. Y lo mismo ocurre, añaden estas fuentes, con la Guardia Civil: con más de 83.000 efectivos
"El IMV se ligará al empleo"
Otro de los puntos incluidos en el plan y que más se repite desde Génova es que el Ingreso Mínimo Vital no puede convertirse en un "medio de vida" para los migrantes. "Las prestaciones económicas como el Ingreso Mínimo Vital se ligarán a la búsqueda activa de empleo. La mera percepción de ayudas públicas no puede ser el propósito ni convertirse en un medio de vida para ningún ciudadano de España", reza el documento.
El propio diseño de la prestación desmonta ese relato. Para acceder es obligatorio haber residido legalmente en España durante al menos un año, estar empadronado, inscribirse como demandante de empleo y acreditar ingresos muy por debajo del umbral de pobreza. Además, el 83% de los hogares perceptores del IMV son de nacionalidad española frente al 17% que representan los extranjeros, según los últimos datos del Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social.
Alberto Núñez Feijóo presentó este martes desde Barcelona las bases del plan migratorio del Partido Popular acompañado por la plana mayor de su partido. Un plan que consta de diez propuestas que él mismo desgranó, con el que busca dar la batalla a Vox y que incluye medidas que beben del argumentario de la extrema derecha, otras que el Gobierno de Pedro Sánchez ya cumple y otras tantas que no concreta cómo se llevarán a cabo.