ENTREVISTA CON EL PORTAVOZ DEL PSOE EN EL SENADO

Espadas: "Si Feijóo bloquea España en el Senado, quienes más perderán serán las comunidades del PP"

Juan Espadas, en el antiguo salón de plenos del Senado.

A Juan Espadas le han fijado dos grandes retos: enfrentarse a las mayorías absolutas del PP en Andalucía y en el Senado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le acaba de encargar personalmente ser el portavoz del PSOE en la Cámara Alta en un momento en el que los populares tratan de utilizar ese espacio contra el Gobierno de coalición.

El exalcalde de Sevilla afirma que es “compatible” este doble papel y asegura de manera tajante que quiere ser el candidato del PSOE-A en las próximas elecciones autonómicas. Y pide directamente al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que asuma su rol como jefe de la oposición y actúe con lealtad institucional. Asimismo, se prepara para defender la ley de amnistía cuando llegue al Senado, con la idea de que es “plenamente constitucional” y servirá para cerrar la fractura en Cataluña. A la vez que critica el “cinismo” de los populares, sobre los que dice que pactan con “normalidad” con EH Bildu y luego se echan las manos a la cabeza cuando lo hacen los socialistas. Promete hablar con acento andaluz de la política nacional en esta etapa, y así lo hace ya desde la sala Clara Campoamor de la Cámara Alta.

¿Cómo afronta esta etapa de portavoz del PSOE en el Senado de mayoría popular? ¿Qué espacio hay para que su trabajo tenga fruto?

Con mucha ilusión y con la confianza de que podamos hacer algo para evitar la polarización y esta estrategia de combate en las instituciones que está deteriorando la democracia. Voy a luchar contra ese problema grave y recuperar esa parte del parlamentarismo que en otras épocas se convertía en acuerdos de Estado y que facilitaba el diálogo.

¿Y qué puede hacer en una Cámara con mayoría absoluta del PP?

El PP detenta la mayoría absoluta en el Senado y preside once autonomías. Tiene posiciones encontradas en muchos casos porque gobierna con Vox en algunas comunidades y en otras no. Está en un momento de indefinición política sobre qué derecha quiere representar, lo que da una oportunidad a la izquierda en dos sentidos. 

¿Cuáles?

En primer lugar: intentar que el PP no siga radicalizando su discurso hacia Vox, lo que estamos actualmente viendo, por desgracia. Por otra: poner de manifiesto la contradicción de estar cogobernando en comunidades con políticas que van en contra claramente de derechos consolidados y con visiones de la sociedad que no se ajustan a los retos que tenemos de presente y de futuro. Estas contradicciones van a vislumbrarse en el Senado. Por ejemplo, en mociones en las que veremos si el PP vota como la derecha europea o como la ultraderecha de Vox. Hubiéramos estado en un escenario completamente diferente con un Gobierno del PP y de Vox, pero tenemos un Ejecutivo progresista y un Senado con mayoría conservadora. Esto permite un juego de contrapesos. Mi única petición es que el PP y el presidente del Senado no sigan jugando con la instrumentalización de esta Cámara y con el uso partidista para una estrategia de bloqueo. Sería muy perjudicial para los españoles. Esa es la línea roja.

Pido al PP y el presidente del Senado que no sigan jugando con la instrumentalización de esta Cámara

Ya ha habido críticas a Pedro Rollán por hechos como recibir solo a la embajadora de Israel o incluir como agenda oficial su participación en la manifestación del PP en el Templo de Debod. ¿Está utilizando de manera partidista la institución?

Hay cuestiones muy llamativas. Nos enteramos más de los anuncios de lo que va a hacer el Senado por Génova o por declaraciones de Feijóo que por el grupo popular o por el presidente. Él debe mantener el equilibrio institucional, no es el portavoz de su partido. A fecha de hoy ni tenemos aprobado el calendario de plenos para el próximo periodo de sesiones. Deja entrever que la organización está sujeta al calendario de neutralización que ha anunciado el PP en relación a la proposición de ley de amnistía. El Senado tiene que ser una Cámara con vida independiente y una lógica institucional, no puede estar pendiente de qué tipo de instrucción recibe de Génova.

El Senado es vital en la elaboración y aprobación de los presupuestos. ¿El PP va a tumbar los objetivos de estabilidad presupuestaria? 

Ha amagado con esta posibilidad. No quiero pensar mal.

¿Están negociando con ellos?

No tengo por qué pensar que el PP vaya a utilizar la capacidad del Senado para vetar el techo de gasto a priori. Si decide hacerlo, primero tendrá que motivarlo. El PP sabe perfectamente que tenemos unos compromisos y unos objetivos de estabilidad de los que de dependen, por ejemplo, el libramiento de nuevos fondos de la UE. El plan de recuperación llega porque hay un plan de trabajo aprobado y comprometido desde el principio: las cuentas de 2024 son un episodio de una película que lleva varios. No tendría sentido que el PP acabe bloqueando al país. Por cierto, fruto del 28M, quienes más tienen que perder son administraciones gobernadas por el PP. Si piensa que está bloqueando al Gobierno de España, pues realmente a quienes bloquean es a muchas administraciones que no podrían hacer los presupuestos que están llevando a sus parlamentos con estos fondos europeos.

¿Eso le da esperanza de que no los van a bloquear?

Claro, que sus propios responsables autonómicos le hagan ver a Feijóo que lo de vetar es grave. El Gobierno no ha anunciado alguna medida hasta ver qué hace el PP. Cuando llegue el momento, veremos. Son unos presupuestos dentro de una senda de compromiso con la UE con unos objetivos predefinidos. Se anunciaron en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Hay una enorme contradicción: el Gobierno pone un objetivo que es igual al que había planteado Moreno Bonilla en sus presupuestos y su consejera dice ahora que no está de acuerdo. Una cosa es no llevar bien el resultado electoral y otra es no comprender que estamos en una legislatura que ya ha arrancado y hay una propuesta de diálogo encima de la mesa sin contestar por parte de Feijóo. Vamos a sentarnos a hablar del Poder Judicial y de la financiación autonómica. No contesta, se ha dado a la fuga. ¿Cómo decir que no a hablar?

Antes citaba la amnistía. La proposición de ley ya pasó su primer trámite en el Congreso con mayoría absoluta. El debate fue durísimo en la Cámara Baja y Feijóo llegó a hablar de “humillación” y de “fraude”, además de mencionar que era el día más triste de la democracia desde el 23F. ¿Qué le parecieron esas palabras?

Irresponsables. El país y él saben perfectamente qué significa un golpe de Estado. Los diputados tienen plena capacidad para la tramitación de una iniciativa legislativa, que está en principio apoyada por un conjunto de partidos que suman el número de votos que acaba de dar la investidura. Lo triste y lo grave para la democracia es que el que hasta hace mes y medio quería ser candidato a la Presidencia argumenta su crítica legítima sobre la hipérbole y la falsedad en términos legales. Esto está generando mucha confusión en la gente. La reiteración de la mentira acaba produciendo un estado de ánimo.

El 60% de los españoles, según una encuesta de El País, considera que esta ley es injusta. ¿Ha faltado pedagogía? ¿Van a dar más explicaciones?

Aceptamos que pueda no estarse de acuerdo. Y esto es completamente diferente a que no pueda llevarse a cabo o que no sea constitucional. A nuestro juicio, lo es plenamente. La impulsamos con los requisitos que requiere como la absoluta excepcionalidad. No es ilegal como dice la derecha. Desde el PSOE creemos que hay que explicar bien que es una iniciativa que respaldamos ahora mismo, habiendo dicho con anterioridad que no nos parecía la solución adecuada, porque ahora se han dado una circunstancias concretas que hacen que la única posibilidad de articular un Gobierno en España con mayoría suficiente en el Congreso es a través de una voluntad única entre un conjunto de partidos que suman la mayoría absoluta. Y entienden que debe haber una prioridad en esta legislatura: la normalización y el cierre de la fractura social en Cataluña. Si esa era condición sine qua non para que hubiera Gobierno, es lo que se ha puesto sobre la balanza. La alternativa era un Ejecutivo de la derecha con la ultraderecha con el consiguiente retroceso de derechos. Lo hacemos con un fin de interés general para el país. 

Es triste y grave que Feijóo argumente sus críticas a la amnistía sobre la hipérbole y la falsedad

¿Cuesta explicar, por ejemplo, esto al electorado progresista andaluz?

Cuanto más se aleja uno de donde se produjo el problema, más esfuerzo hay que hacer para explicarlo. Los catalanes lo vivieron en sus carnes. El PSOE tiene un proyecto de unidad de España y no uno en el que se vayan desgajando territorios porque no comparten ese proyecto, que es desgraciadamente lo que los independentistas forzaron con el procés. Frente a eso, encontraron a un Gobierno de la derecha que entendió que no había nada que hacer. Hemos tomado una decisión en beneficio de la concordia. El que toma una medida en favor de la convivencia no puede estar haciendo más daño que el que niega la realidad de un problema que sigue existiendo y la opinión de muchos catalanes que votan a partidos independentistas.

¿Qué opina sobre que Feijóo todavía no haya aceptado una fecha para reunirse con el presidente del Gobierno?

Feijóo está superando la indolencia de Rajoy porque no dice ni que sí ni que no. Las propuestas están encima de la mesa con una comisión de trabajo y tres temas a tratar, sin perjuicio de que se añadan otros que considere oportunos. No le viene bien porque entiende que hay otras cuestiones que están pasando en el país que le incomodan. Es el jefe de la oposición y debería tener un mínimo de respeto institucional. 

Es un enorme error de Feijóo seguir demorando la reunión, está dejando sin argumentos a sus presidentes autonómicos

El PP dice que no quiere servir de blanqueamiento de otras cuestiones y alegan que la moción de censura en Pamplona es la gota que colma el vaso. 

Si cada vez que habla la señora Ayuso insultando al PSOE lo utilizáramos, no nos sentaríamos nunca. Hay que separar el desgraciado día a día de conflictividad del interés general. No creo que con una reunión se vayan a llevar mejor Feijóo y Sánchez, pero lo importante es que acuerden algo que beneficie a España. Seguir demorando la reunión es un enorme error. Y sobre la financiación autonómica…

Casi diez años ya con el sistema caducado.

¿A quién le interesa en este país que se resuelva al peso? ¿A las 11 comunidades del PP o a las del PSOE que son bastantes menos? No puede estar todo el día Moreno Bonilla demandando un nuevo modelo y que Feijóo diga que no va a la reunión. Está dejando sin argumentos a sus presidentes autonómicos. Reclaman en el Consejo de Política Fiscal y Financiera pero luego el líder del PP no se sienta con el presidente. Coherencia: no puede eludir sus responsabilidades.

La semana pasada en el Senado el expresidente de la Junta de Extremadura José Antonio Monago habló de lawfare y se refirió a un párrafo que nunca existió de la sentencia sobre el caso Gürtel. Los populares no lo han desautorizado ¿Cómo ve esa polémica y que el Tribunal Supremo no haya salido en tromba como sí lo hizo con Míriam Nogueras?

¿Quién se echó la manos a la cabeza aquí y provocó la salida en las puertas en los colegios profesionales criticando que el PSOE ha firmado con otro partido un acuerdo diciendo que existe lawfare? La derecha, el PP. ¿Se queda el Partido Popular exactamente igual cuando un senador se sube a la tribuna y sin cortarse un pelo afirma justo aquello que al Partido Popular le escandaliza que el PSOE hubiera podido firmar con Junts? Tenemos a un PP mentiroso y cínico, que dice una cosa pero piensa otra. O Monago pide disculpas o rectifica sus palabras, algo tiene que hacer. El PP no le ha quitado verdad a Monago, y encima ha metido la pata porque no es como lo cuenta. ¿Qué vara de medir tiene el PP?

El PP encabezó la manifestación de este domingo bajo el lema “Pamplona no se vende”. ¿Qué le ha parecido ese acuerdo entre el PSOE y EH Bildu en ese ayuntamiento? ¿Y por qué ahora se ha hecho esa moción?

Siempre circunscribo una moción a algo excepcional y a una justificación. El análisis que nos trasladan los compañeros de Navarra es que el gobierno municipal de Pamplona está prácticamente aislado, no dialoga con las fuerzas políticas y no puede sacar los presupuestos. El PSOE le dio la confianza para la Alcaldía hace unos meses, quizá debería preguntarse quién ostenta aún la Alcaldía si no debería haber hecho un esfuerzo mayor en la interlocución. La cuestión es si queremos o no gobernabilidad: el PSOE no va a entrar en el gobierno pero apoya la moción porque UPN ha sido incapaz de gestionar. Ahora el PP fabula con que era una decisión tomada y está en la leyenda de que es gravísimo que el PSOE pacte con Bildu. Pero el Partido Popular llega a acuerdos con Bildu con normalidad.

Acaban de votar PP, UPN y EH Bildu los presupuestos en Andosilla (Navarra).

Hemos mirado la hemeroteca: más de 200 acuerdos. ¿Hasta dónde podemos acordar, señores del PP? ¿Un poquito? ¿Lo que ustedes acuerdan? ¿Quién pone aquí las varas de medir en democracia? Estamos hablando de una fuerza democrática que cumple la ley de partidos, que la gente vota y que es segunda lista en Pamplona. Hablar de acuerdos encapuchados y de la banda terrorista ETA, que dejó de existir hace años, es una irresponsabilidad y algo muy grave. Podemos no compartir muchas cosas con EH Bildu, pero no se puede negar que tiene legitimidad democrática para ostentar, si tiene los votos, una Alcaldía. Por cierto, el PP ha hecho dos mociones recientes en Andalucía: Mijas y Arenas del Rey.

Se ha conocido que Doñana ha salido de la lista verde internacional de la UICN por la mala gestión de la Junta de Andalucía. ¿Qué le parece la noticia?

Llevamos tiempo diciéndole a Moreno Bonilla que era muy grave el camino en el que se metió hace dos años y que no iba a salir gratis a Andalucía. Estamos todavía en un procedimiento que no ha concluido. Tengo la costumbre de informarme antes de hablar, pero el señor consejero de Medio Ambiente tiene la contraria: primero habla y luego se informa. Tenemos posibilidad de plantear alegaciones y de que no se pierda definitivamente ese sello. ¿Está difícil? Sí, porque han cambiado los requisitos para la certificación. Esto pone de manifiesto que teníamos razón. Moreno Bonilla está reelaborando el relato. El Gobierno le tendió la mano y él se cogió a ese salvavidas. Pero ahora no puede parecer que el acuerdo se le ocurrió a él y que es el dialogante. Por cierto, no ha retirado la proposición de ley del Parlamento.

¿Todavía no?

Dice que ha decaído por arte de magia. Lo que no puede ser es que lo reescriba hasta el punto de aparecer como el príncipe que resolvió una situación. Ha sido el Gobierno de España el que le ha sacado de la jungla en la que se metió. Que reconozca al menos que el acuerdo se produce por una llamada de la vicepresidenta tercera de España, Teresa Ribera, y de una inversión muy importante y atractiva. Hay mucho fuego de artificio y justificación, pero no hay presupuesto nuevo de la Junta. 

Moreno Bonilla gobierna mal

Su nombramiento como portavoz del PSOE en el Senado ha generado también muchas especulaciones, ¿quiere ser el candidato en las próximas elecciones andaluzas?

Sí, es mi absoluta prioridad. Por eso he aceptado este reto. Si no quisiera, ya hubiera optado por tirar la toalla. Aceptar este reto de liderar la Portavocía en el Senado tiene claramente un interés político de darle más foco y notoriedad a mi propuesta. Voy a hablar permanentemente de la política nacional con acento andaluz. Pero por una cuestión básica, el señor Moreno Bonilla está todo el día hablando de política nacional y el problema es que no habla de su gestión. Es un puesto compatible.

Mucha gente puede decir lo de “se fue a Madrid”.

Ya era senador autonómico. Ahora tengo una responsabilidad adicional en mi grupo.  Acepto ese reto de esfuerzo, porque creo que a cambio voy a tener visibilidad. En Andalucía estando en la oposición y con la propaganda mediática de Moreno desde San Telmo salgo poco. Los medios te dan un grado de conocimiento grande, y también de exposición. Probablemente me va a ver mucha más gente en sus casas a través de la televisión que la que me vería personalmente por muchos kilómetros que he hecho. Y voy a seguir haciéndolos. Es una cuestión de coyuntura política. No hubiera aceptado ninguna propuesta que me obligara a salir del Parlamento andaluz. Quiero continuar toda la legislatura como jefe de la oposición y quiero volver a ser candidato.

El sábado el presidente dijo que le había ofrecido a José Ramón Gómez Besteiro ser ministro y que él dijo que no porque quería centrarse en Galicia.

Pues igual, igual.

¿Qué balance hace de este tiempo que lleva al frente de la Secretaría General del PSOE-A?

En estos dos años hemos tenido que llevar la reconstrucción de un proyecto político con un nivel de desgaste importante que nos llevó a no tener responsabilidad de gobierno y perder las elecciones en 2022. Eso no es fácil, porque el PSOE-A es un partido de gobierno. Requiere ponerte en el traje de saber hacer oposición y hacer ese permanente trabajo de recuperación de la confianza. En Andalucía tenemos un Ejecutivo que gobierna mal.

Pero tiene buena fama ese Gobierno.

Claro, tiene un aparato mediático que permite dar una imagen falsa. A poco que rascas, vas conociendo lo que hay detrás. Una de las cosas que hace mejor Moreno Bonilla es venderse. Pero necesitamos un presidente que gestione Andalucía, que está en el furgón de cola de todos los indicadores socioeconómicos ahora mismo. Cuando me dicen que lo está haciendo muy bien, pregunto: ¿en qué? 

Pueden decir que los indicadores son los mismos que hace años.

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Lleva ya cinco años de presidente. También podía haber contado cuál iba a ser su ritmo de mejora en los indicadores para saber si necesita 37 años para lograr sus objetivos. Él se ha encontrado una Andalucía con pilares mucho más sólidos para poder crecer y converger a una velocidad mayor. Algo falla en su modelo. Se está demostrando en el deterioro de los servicios públicos. Nosotros perdimos el Gobierno porque casi ya no teníamos capacidad de gestionar el listón que nos habíamos puesto por la asfixia del Gobierno de Rajoy que no transfería recursos a las comunidades. Ahora hay una lluvia de fondos europeos y unos presupuestos con ingresos al alza porque la economía va bien. El Gobierno puso en el Consejo de Política Fiscal y Financiera 9.000 millones de euros más para Andalucía que lo que puso el PP en 2018. Hay que centrarse en la actualidad: más de un millón de personas en las listas de espera. ¿Reacciona Moreno? No, dice que va a transferir más recursos a la sanidad privada. Lleva un año y medio haciéndolo y no se reducen las listas. Para él, el problema es de otros o de todos, como dicen los niños. Y se han cerrado más de dos mil aulas. 

¿Cree que está esperando venirse a Madrid o después de ver lo que le ha pasado a Feijóo no le apetece?

El PP tiene un referente político indiscutible que es José María Aznar, que estuvo ocho años. Mi opinión es que Moreno Bonilla piensa como él y que cree que no va a repetir el resultado de 2022. Sus opciones pueden estar fuera de la política, cosa que ya ha manifestado, o en otros ámbitos. Nadie sabe qué va a pasar dentro de su partido, pero Feijóo ha empezado la legislatura mal. Piensa que es una carrera de 100 metros, ¿y si es una maratón? No llega. O cambia el chip aceptando su labor de oposición o lo lleva mal. Moreno está con una mayoría absoluta y es consciente de que hay problemas que no está resolviendo bien, y a lo mejor toma la vía de pasar el testigo. Y si hay un debate dentro del PP, no se descarta que pueda ser un candidato.

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