El debate político en España

¿Qué es Future Policy Lab? Un nuevo 'think tank' quiere armar de ideas y datos a la izquierda

Imagen de la web de Future Policy Lab.

Future Policy Lab, se llama. Se presenta el 18 de mayo en en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Si se cumple el pronóstico de sus promotores –y el nombre en inglés no dificulta el boca a boca–, más pronto que tarde debería empezar a sonar como un referente de la producción de pensamiento político y económico en España. Al menos, sonar entre quienes siguen el curso de la actualidad y están interesados en el debate público, ese espacio donde se forjan las ideas ganadoras y las perdedoras.

Sus dos impulsores, Berna León y Borja Barragué, dos investigadores que cuentan con una nómina de cerca de treinta colaboradores, lanzan el nuevo think tank con el convencimiento de que demasiado a menudo las ideas ganadoras son desacertadas, pero se imponen por aplastamiento en un ecosistema mediático sobrecargado de expertos de cartón piedra, ideas tan convencionales como superadas, falso sentido común y conservadurismo disfrazado de neutralidad tecnocrática.

El director es Berna León, investigador y profesor del Centro de Estudios Internacionales de Sciences Po París. A sus –descorcentantes– 26 años, combina un punto de niño prodigio en lo académico con otro de olfato para dar repercusión a sus empeños, como demostró trayendo a Thomas Piketty a Madrid en enero y sentándolo a hablar –a hablar, no a un blablablá– con Yolanda Díaz en un debate que se convirtió en un pequeño gran acontecimiento político. Aquel encuentro sirve para entender de qué va Future Policy Lab: contenido académico y político de alto voltaje en el rompeolas de la opinión pública.

Al lado de León, en Future Policy Lab está, como director adjunto, Borja Barragué, profesor de Filosofía Política y Jurídica de la UNED y autor de Larga vida a la socialdemocracia (Ariel 2019). Ambos comparten una trayectoria de atención al problema de la desigualdad, asunto prioritario para el think tank. El equipo se completa con la figura de los fellows, colaboradores que irán contribuyendo a fijar la estrategia, eventos y temas del proyecto y participando en los informes bien como autores, coordinadores o revisores. La idea, explica León, es "ir creando una red" que abarque no sólo a los colaboradores, sino que también conecte a estos con instituciones y medios. Se busca círculo virtuoso.

¿Progresistas? ¿De izquierdas? ¿Transversales?

Así que no hay duda sobre el propósito: influir desde el mundo académico en la sociedad, en la política, en los medios; meter temas en agenda, abrir debates y enfocarlos desde una óptica progresista. ¿Progresista? O de izquierdas, se podría decir, aunque Barragué y León ofrecen un punto de resistencia al empleo de la palabra "izquierda". "Transversales", afina León. Aunque independiente de partidos –en línea con la tradición anglosajona de este tipo de instituciones–, lo cierto es que, observando los enfoques que interesan y las trayectorias de sus participantes, se concluye que estamos ante un think tank a la izquierda, que pretende que crezca el peso de las ideas/argumentos progresistas en las tertulias, en las opiniones expertas en piezas informativas y artículos de prensa y en el debate público en general.

Aún no ha nacido y Future Policy Lab ya empieza a tener un espacio propio: más joven que Alternativas y sin vinculación con ningún partido político; más preocupado por la política en España y menos por la posición de España en el mundo que el Real Instituto Elcano; más a la izquierda que Esade Ecpol, think tank impulsado por el exdiputado de Cs Toni Roldán con el que no sería raro que se acabara desarrollando un puntito de rivalidad. Sana, en principio.

Pero Future Policy Lab es más que un think tank que venga a compensar –no del todo– la superabundancia de laboratorios conservadores y neoliberales. Es ante todo un artefacto intelectual con estándares de exigencia académica poco frecuentes en el mundillo de la producción de contenido influyente en España. Y con un sobresaliente plantel de investigadores, del que presumen León y Barragué como el que ha logrado reunir una alineación de estrellas futbolísticas.

Los senior fellows son Pablo Simon (análisis politológico), Eloísa del Pino (políticas públicas), Olga Cantó (pobreza y desigualdad), Sara Torregrosa (desigualdad y fiscalidad) y José Antonio Noguera (análisis sociológico). Todos son citados habitualmente como referentes en sus campos. A ellos se suma una veintena de colaboradores más, vinculados a universidades en España, EEUU, Francia, Reino Unido, Suiza, Bélgica, Italia, Holanda, Irlanda. Los currículos están salpicados de nombres como Oxford, Cambridge, Berkeley, City University of New York o Paris School of Economics.

Contra el "dique" de la "meritocracia"

La especialidad colocada entre paréntesis tras cada senior fellow, aunque sin sintetizar a la perfección el ámbito de cada uno, sí da pistas sobre dónde pone el foco la nueva iniciativa: políticas públicas y su impacto real en la mayoría social. Veamos por dónde van a empezar. El primer informe, que se presentará previsiblemente el mismo 18 de mayo, lleva un título elocuente: Derribando el dique de la meritocracia. Toda una declaración de intenciones. "La meritocracia es la concepción de la justicia social de la tercera vía. Nuestra idea es derribar esta concepción de justicia social. No sólo porque tenemos buenas razones morales para ello, es que además en la práctica es un timo, es un mito, no ha funcionado", explica Borja Barragué, que coordina el informe al frente de otros cinco autores, en un texto revisado por otros seis investigadores.

Tras el informe sobre (contra) la meritocracia, los promotores de Future Policy Lab quieren lanzar otro sobre política industrial, coordinado por Roy Cobby, del Kings College London, en el que participan Clara García Fernandez-Muro y Rafael Fernández Sánchez, especialistas en el tema. Tras el verano, está previsto un tercer informe, en este caso sobre "justicia intergeneracional", coordinado por Pablo Simón. Luego, reforma fiscal (Olga Cantó), reforma de la administración (Eloísa del Pino), garantía de ingresos (José Antonio Noguera)... Ya nos habríamos metido de lleno en 2023. Está en agenda profundizar en temas como vivienda, salud mental, empleo, cambio climático... Y también impulsar debates con escasa presencia en España como el de la "herencia universal".

León y Barragué hacen repaso de todos estos temas para matizar la impresión inicial del periodista: que Future Policy Lab es un think tank sobre desigualdad. No es exacto. "Es la prioridad, pero no es el tema. Hay más", matiza León, que mide cada palabra sobre la criatura, al mismo tiempo deseoso de empezar a darla a conocer y algo temeroso de encasillarla. Es un think tank con perspectiva progresista, pero transversal, aclara. Es un think tank con marchamo juvenil, admite, al tiempo que reivindica la alianza entre investigadores de distintas generaciones que hay en su plantel de fellows. Es un centro que quiere alimentar cada propuesta de proyecciones económicas, cargarse de datos, pero sin acabar siendo sólo económico, sino "transdisciplinar".

"Pésimas ideas" aceptadas por el progresismo

Barragué es más directo sobre la vocación central. "Nuestra idea es promover una agenda progresista" y la "bandera" de esa idea es la "igualdad", dice. El director adjunto ve las cosas de esta manera: la socialdemocracia –más bien su última familia, lo que llama "la tercera vía"– ha abrazado un puñado de "ideas pésimas", como que "el Estado se tiene que retirar de la política industrial, que la juventud está condenada a vivir peor y debe "confirmarse" al menos durante un periodo de tiempo o que "el impuesto óptimo sobre el capital es el impuesto cero". Barragué se muestra por todo ello partidario de alentar la confianza en el Estado para "liderar" iniciativas económicas y no sólo para "arreglar desaguisados" provocados por el mercado.

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Y hacerlo, claro, no con arengas sino con evidencia empírica por delante.

El think tank, que nace con el respaldo de la consultora de comunicación Llorente y Cuenca, pretende ser además un "puente entre partidos", para que intercambien ideas y contrasten desavenencias fuera del clásico marco de debate político-electoral, explica León, articulista de infoLibre, que acumula ya experiencia en este campo. No en vano, él mismo, Javier Soria y Javier Carbonell –estos dos, también colaboradores del Future Policy Lab– fueron los coordinadores del curso Las desigualdades: una introducción transdisciplinar, que en enero consiguió juntar en su inauguración al afamado economista Thomas Piketty, de gran influencia entre los promotores de esta iniciativa, y a la vicepresidenta Yolanda Díaz. Aquel curso se cerró con una charla entre Nacho Álvarez (secretario de Estado de Derechos Sociales, de Unidas Podemos), Eva Granados (portavoz del PSOE en el Senado) y Héctor Tejero (diputado de Más Madrid en la Asamblea). Carbonell señala que, al estar aterrizado el debate en las políticas concretas, y no en el crispado debate político general, el nivel de coincidencia de los tres fue casi total.

Más conversación política y menos politiqueo, vienen a decir León y Barragué. Y para eso, más ideas, más datos, más perspectiva. Salir de lo de siempre.

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