El 'caso Soria'

Guindos insiste en el Congreso en que Soria tenía el “perfil más adecuado” para el Banco Mundial

Guindos defiende que Soria era el “perfil más adecuado” para el puesto del Banco Mundial

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, compareció este martes en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para dar cuenta del nombramiento ya frustrado de José Manuel Soria como director ejecutivo del Banco Mundial. De Guindos defendió en todo momento su gestión de este caso e insistió en que "dentro de la comisión de evaluación" el exministro de Industria presentaba el "perfil más adecuado".

La comparecencia, que ya nació en su origen envuelta en la polémica por celebrarse en comisión y no en pleno, como se acordó en la Junta de Portavoces, no cumplió con las expectativas del resto de grupos parlamentarios. Todos agradecieron a De Guindos su disposición. Pero además de afear que no se haya convocado el pleno, exigieron que el Gobierno asuma responsabilidades políticas.

Como ya hizo en los días posteriores al nombramiento, De Guindos recalcó que su amigo Soria, que dejó el Gobierno por mentir sobre su relación empresarial con paraísos fiscales, "no está inhabilitado, ni investigado ni judicial ni administrativamente".

Además, señaló que en el código ético del Banco Mundial no contiene "ninguna circunstancia" que hiciera a Soria "incompatible".

Solicitud a la Abogacía del Estado

El titular de Economía defendió que la designación de Soria había sido "de naturaleza técnica". "No requiere ser elevada al Consejo de Ministros. No se trata de nombramientos políticos", dijo. Pero este argumento se cayó minutos después cuando admitió que la convocatoria original para esa y otras plazas a organismos económicos internacionales, sólo remitida a las asociaciones de técnicos comerciales y económicos del Estado, se hizo en enero pero que sólo se cubrieron las destinadas a asesores. ¿Por qué? La situación de un Gobierno en funciones, relató De Guindos, le obligó a ser prudente y a esperar a que hubiese un Ejecutivo.

De Guindos informó de que para la plaza de Soria se presentaron 25 candidatos originalmente y que en la nueva convocatoria, no pública, del 28 de junio los aspirantes se redujeron a 10. Fue la Abogacía del Estado, según el ministro, la que reclamó que se procediera a una nueva convocatoria al considerar extinguida la primera. No pasa inadvertido que este nuevo proceso se abrió dos días después de las elecciones generales.

En ningún momento el ministro de Economía recurrió al término "concurso" para definir el proceso de Soria. Es más, al informar de que el proceso es más transparente que en otros países de nuestro entorno admitió el "carácter discrecional del mismo".

Sobre el perfil de los candidatos, De Guindos mantuvo que ha sido un puesto siempre ocupado por funcionarios y que desde hace 30 años ha recaído en técnicos comerciales del Estado, conocidos coloquialmente como "tecos". No obstante, señaló que se trata de un proceso transparente al que pueden concurrir los 650 funcionarios de esta rama que hay en España.

"Este es el relato de la no designación de un candidato que renunció a la misma por petición del Gobierno", intentó resumir el titular de Economía su comparecencia. A lo largo de toda su comparecencia, De Guindos fue muy insistente en la idea de que Soria había dado un paso atrás por exigencia del Ejecutivo.

La idoneidad de Soria

El portavoz del PSOE en esta comisión, Pedro Saura, recordó que desde su formación habían criticado "las tres grandes mentiras" del Gobierno en este escándalo. Y las citó: que el puesto era para funcionarios, que se había convocado un concurso público y que si no se le hubiese adjudicado el puesto al exministro habría sido ilegal.

"Si Soria no era idóneo para estar en el Gobierno tampoco lo era para el Banco Mundial", sentenció. A su juicio, el puesto para Soria era una especie de premio por haberse apartado del ministerio. "Se trataba de una recompensa a quien le había hecho un favor al señor Rajoy. Una letra a seis meses", resumió.

Para Saura, De Guindos "no es digno de seguir siendo ministro de Economía e Industria del Gobierno de España".

Pablo Iglesias (Podemos) también exigió a ministro que dimita. El líder de la formación morada cuestionó la idoneidad del exministro para representar a España en el Banco Mundial, un cargo remunerado con 226.500 euros libres de impuestos, un hecho que, a su juicio, "no deja de ser irónico, dada la probada relación de Soria con paraíso fiscales en los que básicamente no se pagan impuestos".

"¿De verdad no encontraron a nadie mejor que Soria para representarnos en el Banco Mundial?", se preguntó.

El chivatazo a ETA

Por su parte, el portavoz del PP, Eloy Suárez, aprovechó su intevención para echar en cara al resto de grupos, sobre todo al PSOE, que no haya Gobierno. El parlamentario conservador se enfrentó a PSOE y Podemos tras denunciar que otros partidos hicieron nombramientos "sin cumplir los requisitos", informa Europa Press.

En un momento de su intervención, Suárez señaló que en la última legislatura del PSOE se pidieron comparecencias de ministros en pleno y "nunca" se celebraron. Como ejemplo mencionó la relativa al 'caso Faisán' (chivatazo a miembros de ETA) porque el PSOE estaba "negociando" con la banda terrorista.

Mientras, el portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Economía, Toni Roldán, reclamó este que "alguien" en el Gobierno asuma la "responsabilidad política" por la designación y posterior renuncia de Soria.

El portavoz económico de C's rechazó los argumentos del ministro de que hubo un proceso público abierto y meritocrático y que estaba reservado exclusivamente a funcionarios. Para Ciudadanos, se trató de un "nombramiento político" y el Gobierno hizo "un traje a medida para Soria, que es amigo del presidente y del ministro, saltándose a la torera los procedimientos competitivos".

El segundo 'caso Soria'

Desde el viernes 2 de septiembre, cuando Rajoy fue rechazado por la Cámara en la segunda votación para su investidura y cuando se conoció el nombramiento, los barones del PP al frente de gobiernos autonómicos fueron posicionándose en contra del nombramiento de forma muy contundente.

Como hizo este martes Guindos, el Gobierno intentó salir al paso a trompicones de una propuesta que tenía difícil venta, sobre todo en materia de regeneración. A trompicones y haciendo un relato inexacto del proceso.

La realidad, sin embargo, chocó con ese relato que el Gobierno vino construyendo en los últimos días para trasladar la idea de que Soria, que dimitió en abril precisamente por haber mentido sobre su relación con empresas ubicadas en paraísos fiscales, era un candidato idóneo para el puesto de director ejecutivo en el Banco Mundial.

Las mentiras del Gobierno

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No existe una norma que establezca cómo se cubre esa vacante, de forma que no se sostiene que habría sido "ilegal" optar por otro candidato, como señalaron el propio Rajoy, Luis de Guindos y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Y tampoco, como dijo Rajoy este lunes, se convocó un "concurso" para que quienes querían optar a la plaza lo hiciesen como ocurre con la mayor parte de los puestos de la Administración. Así lo confirmaron a infoLibre diversas fuentes gubernamentales y expertos en Derecho Administrativo.

Hasta que Soria optó por apartarse, la presión de sus compañeros de partido fue creciendo a medida que pasaban los días. El sábado, Cristina Cifuentes (Madrid) y Juan Vicente Herrera (Castilla y León), dos barones territoriales del PP con poder institucional se atrevieron a mostrar a los medios su extrañeza por la propuesta e invitaron a dar explicaciones a los responsables de la misma.

Con el paso de los días, se fueron sumando otros dirigentes relevantes como el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo; el líder del PP extremeño, José Antonio Monago; la líder del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, el líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno o la presidenta de los conservadores valencianos, Isabel Bonig.

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