PUGNA POR EL DERECHO AL ABORTO

La Hungría de Orbán, referente de Gallardo: contra la inmigración, derechos LGTBi y de las mujeres

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría

“Hungría efectivamente me gusta mucho”. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, lo ha dicho muy claro en varias ocasiones. El Gobierno de Viktor Orbán es uno de sus grandes referentes y ha sido su principal modelo de inspiración para el polémico plan contra el aborto impulsado por la ultraderecha en esa autonomía.

Este plan está en plena batalla política, con el intento ahora del Partido Popular de desmarcarse diciendo que no se aplicará ninguna medida a las mujeres y a los médicos y con Vox amenazando con revisar el acuerdo de gobierno autonómico. La Moncloa ha dado el paso previo a llevarlo ante el Tribunal Constitucional mediante el acuerdo de un requerimiento de incompetencia.

Y si para Vox ese Gobierno ultraconservador en Hungría es una inspiración en su día a día, para Bruselas se ha convertido en un gran problema e, incluso, en una amenaza interna en muchas cuestiones, por sus políticas retrógradas. De hecho, el Parlamento Europeo el pasado mes de septiembre consideró que este país “no puede considerarse una democracia plena”.

Los miembros de la Eurocámara concluyeron que la falta “de acción decisiva de la UE ha contribuido a la aparición de un régimen híbrido de autocracia electoral”. Y es que, por ejemplo, Orbán aprovechó en 2020, en plena escalada del covid, para que se aprobara en el Parlamento una reforma de la ley electoral que le beneficiaba para que no se repitiesen los malos resultados de los comicios municipales. La nueva ley dificulta la concurrencia de partidos más pequeños y pone las cosas más complicadas a la oposición.

Contra los derechos LGTBI y a favor de la educación privada

Otro de los objetivos principales de la Hungría de Orbán ha sido erosionar los derechos LGTBi. En 2021 se aprobó una ley que prohíbe “mostrar” o “promocionar” la homosexualidad y el cambio de sexo en menores de 18 años. Esto suponía que no pudiera estar este tema en los planes educativos y que sólo puedan impartir temas de educación sexual instructores autorizados por el Gobierno. Otra variante es que no se podrían vender, en consecuencia, libros infantiles con temática homosexual. Todo en una norma que estaba destinada a aumentar los castigos por abusos sexuales a menores, por lo que el colectivo se indignó al relacionarlo con estas prácticas.

También Orbán se ha empleado a fondo durante estos años en el tema educativo para mermar la esfera pública. Y ha desplegado una estrategia para controlar los campus a través de privatizaciones a fundaciones afines. Sólo quedan cinco universidades públicas y un colegio universitario público (se han transferido al sector privado una veintena de universidades y centros de enseñanza superior del Estado).

En su hoja de ruta también la inmigración ha ocupado uno de los lugares más destacados desde que está al frente del Gobierno húngaro. En 2018 se aprobó la llamada ley ‘stop Soros’, que castiga hasta un año de cárcel a quienes ayuden a inmigrantes irregulares. Bruselas abrió expediente por esta cuestión.

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El foco de la UE en Hungría también lo ha puesto por temas de corrupción. El pasado mes de diciembre Bruselas congeló la entrega de fondos europeos por valor de 6.300 millones de euros por la falta de avances en la lucha contra la corrupción y el refuerzo del Estado de Derecho. Por lo que supone frenar el 55% de los fondos previstos para este país. Pesa la sospecha de las adjudicaciones a grandes empresas de las obras durante estos años y se pone sobre la mesa los problemas de contratación pública y la acción procesal.

Otras de las cosas que también inspira a Vox de Orbán es su intento de llevar las raíces y tradiciones cristianas a las propias leyes. De hecho, el líder húngaro acometió una polémica reforma de la Constitución en la que se introducían los “valores” y “raíces” cristianas, en un texto que no contó con el apoyo de la oposición.

La comparación entre Hungría y Castilla y León salió a relucir este miércoles en el Parlamento Europeo, donde la vicepresidenta y diputada austriaca, Evelyn Regner, indicó: "Lo que está ocurriendo en Castilla y León nos concierte a todos. Esto recuerda a la Hungría de Orbán. Es inaceptable. Son manipuladores y condescendientes".

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