Sacar el conejo, ignorar el elefante: Feijóo aplica el clásico manual efectista de Miguel Ángel Rodríguez

El director de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, tras una sesión plenaria en la Asamblea de Madrid, a 13 de julio de 2023.

La coincidencia de fechas –10 de julio– con el secuestro mortal de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA y que desbarató el corazón de España hace 26 años se convirtió el pasado lunes en una flecha disparada por Alberto Núñez Feijóo para marcar el debate con Pedro Sánchez. Objetivo: presentar al presidente como alguien que mantiene “pactos” con Bildu, incrustar en los espectadores la idea de que eso le hace ingresar en la categoría de filoetarras y le inhabilita para reprochar al PP que gobierne con la extrema derecha.

El martes, el diario El Mundo sugería que invocar la historia de aquel joven por el que cientos de miles de ciudadanos salieron a la calle en un intento fallido de salvar su vida formaba parte del argumentario diseñado para el debate por Miguel Ángel Rodríguez, gurú de José María Aznar durante su ascenso en Castilla y León y primera etapa presidencial, luego empresario y finalmente de vuelta al escenario político.

Incluso si el rotativo no lo hubiese desvelado, la maniobra narrada en el párrafo anterior y destinada a conectar el aniversario del secuestro de Miguel Ángel Blanco con el voto favorable de Bildu a iniciativas del Gobierno lleva impresa la huella de Miguel Ángel Rodríguez. Conocido como MAR en la esfera político-mediática y auténtico mago de la comunicación política, Rodríguez ha logrado a lo largo de su trayectoria que el público centre su atención en el conejo que él mismo y sus asesorados sacan de la chistera y no llegue a percatarse del elefante que deambula por el escenario.

Con esa fórmula, y por acudir a un ejemplo, Feijóo esquivó en el debate todo lo relativo al sobresueldo del PP que sigue sin incluir en su declaración oficial de bienes y en cambio diseminó múltiples afirmaciones contrarias a lo real como puede verse pinchando aquí. Y esquiva también, a diario, cualquier explicación sobre el agujero negro que amenazaría al PP de admitir que mientras ETA seguía en activo Aznar le tendía la mano al autorizar lo que el hoy presidente de Vox en la Comunidad valenciana y entonces portavoz de Interior del PP, Ignacio Gil Lázaro, llamaba entonces "contactos exploratorios".

"Mensajes cortos, sencillos y efectistas"

Como hace un año destacaba el historiador Enrique Berzal en un artículo publicado por El Norte de Castilla, MAR ha forjado su patrimonio como asesor político con “mensajes cortos, sencillos y efectistas”. Tal vez ese juego del conejo que con mensajes sencillos y efectistas invisibiliza al elefante haya posibilitado que el propio Rodríguez, directamente y no de forma vicaria, mantuviera una posición sobre ETA cuando a la banda le quedaban años de política del terror por delante y otra distinta hace un mes, es decir, 12 años después de que la banda abandonase las armas.

En resumen y manteniendo un orden cronológico: el 29 de noviembre de 1997, cuando ocupaba el puesto de secretario de Estado y portavoz del Gobierno de Aznar, Rodríguez aseguró en una rueda de prensa del Consejo de Ministros lo que un teletipo de EFE rescatado de Efedata por el periodista Carlos Hernández condensó como sigue: “También dijo [Miguel Ángel Rodríguez] que el Gobierno no se plantea la negociación con los terroristas y que, en el problema del terrorismo etarra, "no debe haber ni vencedores ni vencidos, pero tampoco terroristas que matan". En aquel momento, EFE estaba presidida por Miguel Ángel Gozalo, quien desde 1994 pertenecía al consejo de administración de la agencia oficial a propuesta del PP.

El segundo episodio, radicalmente opuesto al anterior, quedó fechado el 17 de junio de este año. Ese día, y desde su cuenta de Twitter, publicó este mensaje: “Gracias a mis compañeros vascos por haberme invitado a la fiesta de desalojar a Bildu de Durango. Los de Sánchez creen que Bildu no es enemigo de España; los de Feijóo sabemos que son enemigos de España: o Sánchez o España”.

Síntomas de 'revival'

MAR se estrenó en enero de 2020 como jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso en una fase política que muestra ya síntomas de revival de tiempos lejanos con un PP que ya ha alcanzado pactos de gobierno con Vox en tres comunidades -Castilla y León, Valencia y Extremadura-, a lo que se suman los acuerdos de legislatura en Baleares y Aragón –la ultraderecha consigue poder institucional pero se mantiene fuera de los dos gobiernos– y las alianzas bilaterales en más de 140 municipios.

Espontáneo al igual que Ayuso, el aroma de Miguel Ángel Rodríguez –o de su escuela– se expande cuando, por ejemplo, la presidenta tildó en la pasada legislatura de “malcriadas” a las mujeres que “aspiran” a llegar a casa “solas y borrachas”. Lo sorprendente de un episodio como el descrito es que Rodríguez fue detenido en 2013 por cuadruplicar la tasa de alcohol al volante pero todo indica que en ningún momento se ha planteado el riesgo de una comparativa.

"No quito la cara aunque sepa que me van a caer tortas. Lo saben quienes me conocen", llegó a decir en 1996 durante su portavocía en el Gobierno de Aznar. Esa actitud es la que explica, por ejemplo, que cuando compareció ante el juez tras su arresto por conducir borracho Rodríguez se dirigiera así a la prensa "Lo primero que quiero decir es que no conocía que fuera yo, a estas alturas, tan relevante para la opinión pública, porque abandoné la política hace 15 años". Entonces, MAR era consejero de Secuoya, grupo de comunicación que abandonó en 2014 y una de cuyas filiales gestiona la televisión pública de Murcia.

Pero lo cierto es que Rodríguez, condenado en 2011 por llamar "nazi" al doctor Luis Montes, terminó regresando a la política. Y en ningún momento ha renegado de un estilo que evoca el regreso al pasado, el revival antes citado. De hecho, hoy resultaría todavía inverosímil que un cargo público del PP celebrase el aniversario de la Constitución opinando que de ser niña “se vestiría de largo” y de ser “ciudadano, votaría”. Pero en aquel 1996 de su etapa vibrante con Aznar, Miguel Ángel Rodríguez lo dijo. Veinte años más tarde, avanzó por la misma línea al retratar así en 2016 a la dirigente de Ciudadanos Inés Arrimadas: “Físicamente atractiva como hembra joven. Políticamente es inconsistente”.

Muy mal con Casado, bien con Feijóo

Que Rodríguez asesorase a Feijóo para un debate electoral donde ciertos datos se incrustaron en sus intervenciones como cuñas de plástico con aspecto de marfil constituye una prueba irrefutable de que su relación con el nuevo líder del PP dista mucho de sus ásperos vínculos con Pablo Casado. Considerado un experto en el Galope de Gish, esa ametralladora de falacias “que abruma al oponente con el mayor número de argumentos posible sin tener en cuenta su exactitud o solidez”, la bronca de MAR con el entonces líder del PP al que acabó derribando Ayuso alcanzó tal temperatura que le dedicó un whatsapp vidrioso el 4 de marzo de 2022. Después de que su protegida y a la vez jefa pidiera sin éxito a Casado que esa noche le permitiese celebrar sola durante un momento la victoria electoral desde el balcón de Génova, Rodríguez escribió lo que sigue y pulsó la tecla de envío: “Me has demostrado que eres una mala persona”.

Embestir el primero: he ahí una de sus claves. De hecho, y volviendo al debate electoral donde el candidato del PP adoptó la actitud de un boxeador veloz y sin miedo a que el árbitro le impida apoderarse del ring a mamporros exentos de reglas, la estrategia de Rodríguez transmite una enorme habilidad para disparar –y repetir– datos contundentes y detallados que se visualizan como reales. Como contó el diario El País, su consejo a Feijóo fue nítido: “Salir al ataque desde el principio”.

Esa cualidad para convencer al auditorio mostrándose como un émulo de algún superhéroe agresivo y siempre en busca un oponente digno de su poder se observaba en los programas televisivos donde, durante años y sin demasiados filtros verbales, Rodríguez intervino tras su alejamiento temporal de la política y su entrada en un mundo de negocios que en 2020 le llevó a declarar un patrimonio de 5,7 millones. Esa habilidad se detecta también ahora en el comportamiento de Ayuso, lo cual de ningún modo indica que la presidenta de Madrid funcione como un mero títere de MAR. Pero sí que la líder del PP madrileño nada en el mismo río agitado que él. Un dato sobre la cercanía entre ambos: fiel admiradora de Rodríguez desde su primera juventud, Ayuso le había dedicado su trabajo de final de carrera, como desveló El País.

Un modelo que se repite

Como algunos expertos sostienen, siempre resulta más creíble reiterar que el 13,42% de la población padece tal enfermedad que limitarse a decir que la sufre el 13%, aun si este último, de apariencia más simplona, es el porcentaje verdadero. El paradigma de esa táctica que sin duda apadrina Rodríguez salió a la luz cuando, desmintiendo lo descubierto y verificado por infoLibre, el Gobierno de Ayuso espetó una y otra vez que no existieron protocolos que vetasen el traslado a hospitales de usuarios de residencias de mayores durante la pandemia. Simplemente, se trataba de “meras recomendaciones”. El mensaje desviaba  así el tiro hacia las “recomendaciones” pese a que las órdenes habían sido firmadas y selladas [puedes verlas pinchando aquí].

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En la campaña para las generales del 23-.J el modelo MAR se repite. De nuevo, un ejemplo: en el combate entre Pedro Sánchez y Núñez Feijóo el candidato conservador aseguró con rotundidad que el juez ha archivado el caso de espionaje masivo Pegasus por culpa del Gobierno. “¿Qué ha pasado con el Pegasus, con el móvil? ¿Qué información tienen de usted? Y lo que me preocupa, ¿qué información tienen de España? Hoy el juez ha archivado el caso por falta de colaboración de usted”, dijo Feijóo. En realidad, y así lo expuso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en un comunicado oficial, el magistrado lo cerró por la falta de colaboración de Israel. Pero al poner el foco sobre “me-preocupa-qué-información tienen-de-España", el argumento de Feijóo ganaba credibilidad ante los –muchos– que carecen de información sobre lo ocurrido con ese sumario.

Como en una nueva versión de Vidas Paralelas y pese a que tal vez la batalla de poder Ayuso-Feijóo siga viva aunque hibernada y a expensas de qué suceda el domingo 23, los golpes de efecto electorales de ambos muestran un punto de conexión que les enlaza a ambos con el trumpismo. Y que refuerza la hipótesis de que MAR, el mago de la comunicación que encumbró a José María Aznar, ha aumentado su ámbito de influencia.

Esa conexión radica no solo en la capacidad de Ayuso y Feijóo para lanzar afirmaciones rápidas con independencia de su solidez sino en sus respectivos avisos sobre el peligro de un fraude electoral. “Sánchez se irá como llegó, con intento de pucherazo”, clamó Ayuso en un mitin el 26 de mayo, dos días antes de las elecciones municipales y autonómicas. Algo más sutil pero también alimentando las sospechas de fraude, Feijóo introdujo la bola del voto por correo en su bombo discursivo para pedir el día 12 a los carteros que trabajen "mañana, tarde y noche". "Les pido a esos carteros, con independencia de sus jefes, que repartan todos esos votos antes de que venza el plazo", continuó durante un mitin en Murcia. El modelo volvía a repetirse.

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