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Las ocho propuestas fundamentales del sector anticapitalista para Vistalegre II

La portavoz de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez.

Los anticapitalistas de Podemos ya se han posicionado de cara a Vistalegre II. Este jueves, el eurodiputado Miguel Urbán y la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez –las dos caras más visibles del sector– presentaron su propuesta de hoja de ruta política y de modelo organizativo para el congreso que tendrá lugar entre los días 10 y 12 de febrero. El anticapitalista es el primero de los tres grandes sectores que presenta sus borradores, y pese a que los escritos son continuistas con la línea que ha defendido la familia en los últimos tiempos, destacan por su concreción en varios puntos.

Rodríguez y Urbán fueron los encargados de presentar los documentos en rueda de prensa este miércoles, y en su comparecencia plantearon las líneas maestras de su proyecto para Podemos: un partido menos centralizado, con una dirección con menos poder y que tenga la "movilización social" como el eje fundamental de su acción política. Las corrientes tienen hasta el 21 de enero para presentar estos borradores, y a partir de ahí empezarán a discutirse los posibles pactos entre sectores: los anticapitalistas tienen mayor sintonía con el secretario general, Pablo Iglesias, en lo político, pero en lo organizativo se sitúan más cerca de su número dos, Íñigo Errejón.

A nivel político, el sector anticapitalista plantea que Podemos tiene que presentarse ante los ojos de la ciudadanía como una formación "impugnatoria" del actual régimen, lo que implica situarse enfrente del PP pero también del PSOE. Asimismo, Urbán y Rodríguez quieren que el papel de las "plazas" –la movilización social– sea fundamental para el partido, y apuestan, por otra parte, por profundizar la alianza de Podemos e IU. infoLibre analizado a continuación las principales propuestas.

  Podemos, frente al PP... y El PSOE

El borrador de documento político presentado este jueves por los anticapitalistas lo deja claro: para ellos, el PSOE es el "flanco izquierdo" del "régimen", y por ello Podemos –en tanto que partido "impugnatorio" del sistema actual– no tiene que virar hacia el centro, sino que tiene que oponerse a los socialistas tanto como al PP. "Esto pasa por no mimetizarse, ni en la forma de hacer política ni en el proyecto y políticas que defendemos, con el PSOE y, por tanto, por no subalternizarnos", sostienen los anticapitalistas, que afirman que su intención es "evitar acuerdos de mínimos que faciliten a medio plazo la vuelta a la normalidad del viejo orden".

¿Implica eso que el partido morado se va a negar a pactar con los socialistas? Según explicó en la rueda de prensa Urbán, no, pero la intención de los anticapitalistas es que Podemos únicamente acceda a gobiernos con el PSOE si es la fuerza mayoritaria y, en caso contrario, suscribir en todo caso únicamente acuerdos de investidura. De hecho, los documentos señalan que la "crisis" de los socialistas "y cierta desafección de sus bases abren la oportunidad de atraerlos hacia posiciones transformadoras, esto es, a dialogar con toda esa gente que se referencia en el 'socialismo' por razones históricas o de identidad". Aunque eso sí: el fin último de Podemos debe ser, según el sector, "impugnar el régimen bipartidista".

  La calle y la desobediencia

Podemos debe "empezar a hablar de desobediencia desde lo institucional, porque es la única forma de desobedecer leyes injustas y construir modelos alternativos", y su papel en las instituciones debe ser únicamente una de las expresiones de una "movilización social" más amplia. Y es que los anticapitalistas parten de la reflexión de que "la movilización popular actúa como motor de muchos de los cambios legislativos [...] a la vez que resulta imprescindible en momentos en los que se intenta contener, frenar o hacer retroceder el proceso de transformación".

Por ello, para los anticapitalistas es fundamental reactivar una movilización social dormida en los últimos años, ya que entienden que sólo así el partido puede generar una base social suficiente no sólo para alcanzar el Gobierno, sino también para tener el apoyo social suficiente como para enfrentarse a organismos como la Troika. A este respecto, el documento hace hincapié en la necesidad de que Podemos genere movilización en la sociedad y no se limite a tener "base en sus cargos electos y liberados", ya que eso es "contraproducente para asumir el reto de transformar la realidad en un sistema en el que el poder no se encuentra únicamente en los espacios formales de representación institucional".

Y es que los anticapitalistas creen que la forma de ampliar su "base social" pasa por fomentar "que la gente común de un paso al frente y asuma responsabilidades", para que "a medio plazo" las "clases populares se autoorganicen" y sean capaces de cambiar opiniones mayoritariamente asentadas en la sociedad. Para ello, sostienen, Podemos debe "acompañar, fomentar, alimentar, articular y estar al servicio de todas las luchas sociales", aprovechando su tirón mediático para darles "proyección pública", ofreciéndoles "sus recursos económicos" y movilizando a sus cargos públicos.

  Avanzar en la confluencia con IU

Los anticapitalistas fueron los primeros que reivindicaron dentro de Podemos la necesidad de confluir con IU, y en su documento de propuestas insisten en la misma dirección, aunque sin nombrar a la federación liderada por Alberto Garzón. Según la corriente de Urbán y Rodríguez, el partido morado tiene que caminar hacia "una ampliación de la unidad popular", y eso implica reconocer que "las fuerzas del cambio" se "necesitan entre sí". Podemos debe "plantear marcos que faciliten la cooperación, el aglutinamiento y la coordinación de dichas fuerzas", señala el documento anticapitalista, que sin embargo no concreta cuál es el grado de unión que deben tener IU y el partido morado.

  Un viraje a la izquierda

El documento político contiene varias propuestas programáticas que supondrían, en caso de ser aceptadas, un importante giro a la izquierda de Podemos con respecto a los planteamientos contenidos en sus últimos programas electorales. Y es que los anticapitalistas proponen, por ejemplo, recuperar la defensa de la renta básica universal –algo en lo que coinciden con pablistas y errejonistas–, el impago de la deuda ilegítima o las nacionalizaciones.

En su programa electoral para las elecciones del 20D y el 26J, Podemos planteaba la necesidad de realizar una auditoría de la deuda pública para, posteriormente, obligar mediante impuestos a las entidades financieras a pagar los compromisos relacionados con el rescate. No obstante, los anticapitalistas plantean ir más allá y defender una "moratoria del pago" de la deuda que, incluso, podría desembocar en un "aplazamiento, impago o reducción" de la cantidad a pagar.

Asimismo, el sector plantea "la recuperación social de los bienes comunes", estableciendo empresas y organismos públicos que estaría prohibido privatizar en sectores como "la educación, la sanidad, la vivienda, la seguridad, los transportes, la información, la justicia" o "los principales bienes naturales y espacios naturales de importancia ecológica, las vías y nodos de comunicación". De igual forma, los anticapitalistas plantean que "los recursos y sectores estratégicos de la economía, como las telecomunicaciones, la energía o la riqueza mineral" se conviertan en "bienes públicos comunes", es decir, estarían gestionados por un monopolio estatal.

La "desobediencia" que plantea la familia de Urbán y Rodríguez se concreta en otra de las propuestas programáticas que incluye su borrador de hoja de ruta política: el no acatamiento de las normas de déficit público de la UE. A este respecto, los anticapitalistas proponen sortear las posibles medidas correctivas de Bruselas si no se cumplen los compromisos a través de propuestas como el establecimiento de un corralito "transitorio" e, incluso, el establecimiento de "un organismo de autoridad monetaria para garantizar técnicamente, llegado el caso, la circulación económica interior, posiblemente con una moneda de carácter electrónico, en caso de interrupción del suministro del euro". No obstante, "el propósito es formar parte de un área económica supranacional", aclara el documento.

  Menos poderes para Iglesias

El documento organizativo presentado por los anticapitalistas también contiene varios elementos que buscan reformar Podemos, y entre ellos se encuentra uno en el que el sector tiene sintonía con los errejonistas: que los secretarios generales –tanto los autonómicos como Iglesias– deben perder atribuciones. A nivel público, la mayor expresión del cambio que proponen los anticapitalistas es su intención de potenciar las "portavocías para temas sectoriales", es decir, promover que la cúpula de la formación pierda protagonismo a la hora de difundir el mensaje del partido en favor de las diferentes áreas.

Asimismo, Iglesias perdería –según la propuesta anticapitalista– la capacidad de disolver las direcciones territoriales de Podemos, así como de destituir unilateralmente a los miembros de la ejecutiva del partido, como hizo con el ex secretario de Organización, Sergio Pascual. De hecho, el secretario general podría seguir eligiendo a los miembros de su ejecutiva, pero "respetando la proporcionalidad del Consejo Ciudadano" (el máximo órgano entre congresos de Podemos), lo que implicaría que tanto errejonistas como anticapitalistas tendrían representación en la cúpula del partido. Iglesias tampoco podría, según el borrador, convocar unilateralmente un referéndum entre las bases, ya que la competencia pasaría igualmente al Consejo Ciudadano.

  Corrientes reconocidas oficialmente

Durante muchos meses, la gran mayoría de dirigentes de Podemos negaron la existencia de corrientes en la formación. Pero las diferencias de las últimas semanas han obligado a los líderes del partido a admitir que existen fundamentalmente tres familias, y los anticapitalistas van más allá y proponen que su existencia se oficialice y registre "para poder gestionar la pluralidad interna, en aras de una mayor transparencia y para garantizar el derecho a la libertad de opinión".

El nombre que recibirían los sectores sería el de "espacios de afinidad", que agruparían a "participantes en Podemos que compartieran opiniones políticas concretas y quisieran actuar con ellas". Para constituirse en familia, los integrantes de la misma deberían recibir autorización del Consejo Ciudadano y contar con "órganos de coordinación transparentes" y "canales de difusión públicos", así como ser avalados por el 3% de la militancia. "Desde los espacios de afinidad se podrán auspiciar listas que concurran en las primarias internas o las primarias ciudadanas", se explica igualmente en la propuesta de hoja de ruta anticapitalista, que plantea prohibir que "se imponga ninguna disciplina de voto" en las corrientes.

  Descentralización del partido

Transferir competencias de Madrid a los territorios es uno de los puntos en los que, con diferencias, las tres principales corrientes están más de acuerdo. Los anticapitalistas, en su propuesta, establecen varias propuestas concretas a este respecto, entre las que se incluyen la obligación de que las primarias para elegir listas electorales se celebren a nivel autonómico (y no estatal, como hasta ahora) o el blindaje de la "irrevocabilidad" de las decisiones que se tomen en los diferentes congresos autonómicos "en aquellos asuntos y temas que son propios de su ámbito territorial".

Esta última medida hubiera evitado, por ejemplo, uno de los episodios más polémicos del pasado congreso de Podemos en la Comunidad de Madrid, en el que la militancia decidió utilizar un sistema de elección de los cargos internos de corte proporcional que, posteriormente, fue vetado por la Comisión de Garantías del partido a nivel estatal por considerarlo contrario a los estatutos de Podemos, que ahora mismo establecen un sistema fuertemente mayoritario.

De igual manera, Urbán y Rodríguez proponen reservar un cupo de 29 puestos en el Consejo Ciudadano para introducir representantes de las direcciones autonómicas en la estatal; estos puestos se repartirían en función del número de militantes con los que cuente Podemos en cada comunidad. En la misma línea, los anticapitalistas plantean establecer "límites porcentuales a la presencia de consejeros de una misma comunidad autónoma en los órganos estatales".

Además, la propuesta organizativa del sector contempla la posibilidad de que cada dirección autonómica "pueda decidir dotarse de una entidad jurídica propia" como, de hecho, ya aprobó Podemos Andalucía hace unos meses. Eso le pemitiría tener "personalidad jurídica propia, contabilidad y CIF propios, representación legal propia" o "ficheros de datos personales propios", señala el documento, si bien Rodríguez no quiso pronunciarse este jueves sobre si defenderá abiertamente un modelo de corte confederal para Podemos.

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  Participación y limitación de cargos

En el documento anticapitalista hay, fundamentalmente, una propuesta que facilitaría la participación de las bases en la vida interna de Podemos: la reducción del porcentaje de firmas necesario para presentar iniciativas, iniciar procesos de revocación de cargos internos e incluso convocar un congreso extraordinario. De esta manera, las bases podrían convocar un referéndum si reúnen al menos el apoyo del 5% de los inscritos activos (los que hayan entrado al portal de votación de Podemos en el último año), y sería posible iniciar un revocatorio si lo pide el 15% de la militancia o convocar un congreso si al menos una cuarta parte del censo activo lo exige.

Por otra parte, Urbán y Rodríguez proponen establecer una limitación de "una persona, un cargo" a nivel interno, lo que impediría la acumulación de puestos de poder en la dirección de Podemos, más allá de que cargos como el de secretario general autonómico seguirían dando derecho a tener presencia en la dirección estatal.

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