Crisis del coronavirus

Países Bajos, Francia y Reino Unido: los países liberales que limitan la actividad económica mucho más que Madrid con menos contagios

Un hombre arrastra un barril de cerveza frente al Museo de los Beatles en Liverpool, cerrado.

La segunda ola de covid-19, ahora sí, está golpeando con fuerza a varios países de Europa, que ven día tras día cómo aumentan los casos detectados, las hospitalizaciones, los ingresos en las Unidades de Cuidados Intensivos y, en última instancia, los fallecidos. Países como Francia y Reino Unido vuelven a la pesadilla que ya vivieron en marzo. Se suman otros damnificados, como Países Bajos. Todos ellos están aplicando medidas más duras con respecto a la actividad económica que Madrid y que el Gobierno, que a través del Estado de Alarma podría imponer un cierre severo –aunque ha renunciado a hacerlo–. Y todos ellos cuentan con Ejecutivos liberales en lo económico, referentes, de hecho, para la derecha española en múltiples asuntos. Otros, como Alemania o Italia, aún no están siendo tan afectados, aunque sus gobernantes advierten: no les temblará la mano a la hora de cortarle el paso a la pandemia. Y la totalidad de estos países, incluso en las regiones más golpeadas, no cuentan con una incidencia mayor a la registrada por Madrid a finales de septiembre, cercana a los 800 casos/100.000 habitantes en los últimos 14 días, y superando los 1.000 en determinados barrios.

El Ejecutivo autonómico decidió limitar al 50% el aforo en bares y restaurantes; impidiendo, eso sí, la movilidad de los vecinos de los barrios pobres del sur de la capital. En los últimos días la incidencia ha bajado, aunque persisten dudas por el retraso en la notificación de los datos y el descenso en la cantidad de test PCR realizados, ya que no se les hace esta prueba a los contactos estrechos de un positivo que no sean positivos o pertenecientes a grupos de riesgo. En todo caso, los datos aún siguen siendo altos, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido que bares y restaurantes puedan cerrar de madrugada. El Gobierno neerlandés y "frugal" de Mark Rutte ha cerrado todos los bares y restaurantes de todo el país durante una quincena con una incidencia en todo el país a 14 días cercana a los 400 casos. El de Reino Unido ha clausurado todos los pubs de Liverpool con una IA/14 de 527, menor a la vivida en la ciudad del Manzanares en su peor momento. Y París, hace unas semanas, también clausuró la restauración con aproximadamente 500 casos.

Rutte, el "frugal" que cierra bares y restaurantes

El primer ministro de Países Bajos (que no de Holanda, una región del país), Mark Rutte, acaparó los titulares españoles en junio por su férrea postura en las negociaciones de los fondos europeos. Lideraba una coalición de países "frugales" con muchas reticencias al gasto de dinero público comunitario para solventar el golpe de la pandemia en los países del sur. Finalmente se llegó a un acuerdo que Sánchez vendió como beneficioso, pero el líder de la oposición, Pablo Casado, no tuvo reparos en alinearse con las propuestas del Norte liberal. Ahora, la incidencia acumulada de los neerlandeses en el total del país es mayor que la española: 386'9 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, frente a los 265 casos españoles (294 a finales de septiembre). Pero ninguna región, ni siquiera la más afectada, Ámsterdam, se acerca a los más de 1.000 casos de IA/14 que se vivió en el sur de Madrid. 

El Ejecutivo neerlandés, de corte claramente liberal, ha decidido no solo cerrar todos los bares y restaurantes, también imponer el teletrabajo obligatorio a quienes puedan hacerlo y limitar las reuniones en domicilios particulares a dos invitados por casa y día. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó este martes a Sánchez de "autoritario" en el Financial Times por ahogar a la economía madrileña con sus medidas impuestas por el Estado de Alarma, pese a que la restauración no ha sido clausurada y que, salvo la movilidad, el resto de restricciones son inferiores a las aplicadas por otras autonomías.

Rutte ha reconocido que las nuevas directrices tienen "impacto" en la sociedad y la economía, pero ha sostenido que son "un paso necesario". 

Johnson cierra Liverpool y los laboristas piden más

La segunda ola en Reino Unido también ha pasado de temor a realidad. El país cuenta con una IA/14 días de 268 casos, ligeramente superior a la actual española, de 265. Escocia, Gales e Irlanda del Norte mantienen su autonomía, pero en Inglaterra, el Gobierno de Boris Johnson ha impuesto un sistema de semáforos para unificar las medidas locales y regionales. En base a la incidencia del covid en los territorios, pero también teniendo en cuenta la tendencia o la capacidad del sistema sanitario, el Ejecutivo británico establece tres niveles: impacto "bajo", "alto" o "muy alto". Por ahora, solo la ciudad de Liverpool se sitúa en el peor de los tres escenarios. Con una incidencia acumulada a 14 días de 527 casos, muy inferior a los peores momentos vividos en Madrid, Westminster ordena clausurar todos los pubs y barespubs, así como los gimnasios, los centros de ocio, los casinos y los salones de apuestas... todo lo que se mantuvo abierto durante el confinamiento perimetral dictado por Ayuso, con incidencias disparadas de más de 1.000 casos. Además, en el escenario "alto" se prohíbe cualquier tipo de reunión en el interior de los domicilios. 

El Partido Laborista, que ejerce de oposición en Reino Unido, critica la insuficiente vigilancia epidemiológica que ha llevado al país a esta situación y exige ahora a Johnson un "circuit break", un confinamiento duro de 15 días en todo el país, parecido al de Países Bajos, para cortar las cadenas de transmisión. El premier, por ahora, lo descarta. Así ha justificado las medidas aplicadas, por el momento, solo en la ciudad que vio nacer a The Beatles: "Si siguiéramos este curso y dejáramos que el virus se descontrolase, las sombrías matemáticas indican que no solo sufriríamos un intolerable número de muertes con coronavirus, sino que la presión sobre el NHS (el sistema público de salud británico) sería tan grande con un segundo pico descontrolado que nuestros médicos y enfermeros serían incapaces de dedicarse a otros tratamientos para el cáncer, enfermedades cardíacas, cientos más que ya se han retrasado". 

Directo | Sanidad registra 13.318 nuevos casos de covid-19, 6.603 en las últimas 24 horas

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Francia, en estado de emergencia

El presidente de la República Francesa, Enmanuel Macron, ha declarado este miércoles el estado de emergencia en Francia, que habilita al Gobierno a implantar un toque de queda en las zonas más afectadas entre las 21 y las 6 horas. La incidencia del país es de 299 casos por 100.000 habitantes, ligeramente superior a la peor registrada por España a finales de septiembre. Los restaurantes, bares, teatros y locales deberán cerrar como máximo a las 21 horas para permitir a los ciudadanos estar en sus casas a la hora indicada. "Tenemos que tomar medidas más estrictas para recuperar plenamente el control. (...) Debemos proteger a los mayores y vulnerables y a nuestro sistema de salud", ha asegurado el dirigente este miércoles en una comparecencia televisada. 

En París, las autoridades locales cerraron a principios de octubre todos los bares con una IA/14 días de 500 casos, aproximadamente; muy inferior a la madrileña registrada en aquellos días, rondando los 700 positivos. Sin embargo, el Ejecutivo central no ha detectado una mejora clara de la situación epidemiológica, por lo que ha decidido dar un paso más allá, ante la evidencia de que el virus no solo circula a sus anchas en la ciudad de la luz, sino en todo el país. La herramienta legislativa que ha utilizado es similar al estado de alarma español, pero el Gobierno de Macron lo ha utilizado no para limitar la movilidad entre municipios, sino para incidir directamente en la economía. 

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