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La situación en el PP

El PP inicia la reforma del aborto con la fuga de cinco votos y el ‘apoyo’ involuntario de Sánchez

Desde que el 20 de diciembre de 2013 el por entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó ante el Consejo de Ministros la reforma de la ley del aborto ha llovido mucho. Tanto como que el ministro ya no es ministro y su anteproyecto de ley nunca llegó a ser ley. Este martes, el pleno del Congreso de los Diputados tomó en consideración un nuevo texto con el que el PP pretende satisfacer al sector más conservador de su electorado pero sin herir a las posiciones más moderadas. Una reforma exprés, en tanto que fue presentada como proposición de ley, lo que evita la fase de informes previos, y poco profunda si se tiene en cuenta el punto de partida de los conservadores: han pasado de una ley de supuestos en la que se había borrado el de malformación del feto a mantener la ley de plazos de los socialistas con una precisión. Esta es la de la prohibición de que las menores de 16 y 17 años aborten sin el consentimiento paterno.

A filo de las 22.00 horas se registraba la votación. El trámite parlamentario sigue. Pero con la fuga de cinco votos del PP. Los tres diputados del partido de Gobierno que habían anunciado que no votarían (José Eugenio Azpiroz, Lourdes Mendez y Javier Puente), cumplieron su advertencia. A ellos se sumó su compañero Antonio Gutiérrez Molina. Eva Durán, diputada por Madrid, por su parte, votó en contra. Y el socialista Pedro Sánchez se equivocó y votó a favor. Minutos después, el secretario general se disculpó a través de su cuenta de Twitter y resaltó que su compromiso con la libertad de las mujeres menores de 18 años es "firme".

De la oposición, el PP contó, además, con el apoyo de los diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Foro Asturias y los cinco parlamentarios de Unió. El resto de formaciones que subieron a la tribuna a fijar posiciones a lo largo de la tarde acusaron a los conservadores de estar guiados por intereses electoralistas y presionados por grupos ultras y por la Conferencia Episcopal.

"No hay motivos para la reforma", se quejó la socialista Carmen Montón. "No nos toquen la ley. No mercadeen con los derechos de las mujeres", exigía mientras decenas de mujeres se concentraban a las puertas de la Cámara baja en protesta por lo que estaba ocurriendo dentro.

Para la izquierda parlamentaria esta reforma deja a las menores más vulnerables en una situación de desprotección. "Obligan a que una joven maltratada por su padre tenga que pedir permiso [para interrumpir su embarazo] a ese padre maltratador", consideró Montón.

"Por un puñado de votos"

"Ustedes legislan contra la libertad, contra el sentido común y todo por un puñado de votos. Dos millones y medio de niños en riesgo de pobreza. Ahí en donde tienen que legislar". Fue el principal argumento del diputado de Compromís Joan Baldoví.

Mariano Rajoy lleva desde comienzos de legislatura intentando hacer malabarismos con esta promesa electoral. Y no ha conseguido el equilibrio buscado. El malestar interno existente entre sus filas no es grande en lo numérico pero las fuentes de PP y del Gobierno consultadas por infoLibre admiten que este tipo de divisiones genera "mucho daño",este tipo de divisiones genera "mucho daño" sobre todo en un partido como este que presume de discurso único. Para llegar hasta aquí, el debate en el seno del Consejo de Ministros ha sido muy intenso. Primero, se desechó la ley de Ruiz-Gallardón. "Falta de consenso", esgrimieron. Y después, ningún ministro –ni el Sanidad ni el de Justicia– quiso hacerse cargo de enmendar la iniciativa al exalcalde de Madrid, por lo que Rajoy optó por derivar el trabajo a Grupo Parlamentario Popular. ¿Qué consiguió? Evitar el desgaste directo del Ejecutivo en este asunto y, de paso, saltarse la correspondiente fase de informes consultivos que acarrea cualquier tipo de proyecto de ley. Ambos hechos no pasaron inadvertidos para los partidos de la oposición en la primera fase parlamentaria de esta reforma.

"Ningún ministro ha querido hacerse cargo de ella [de la ley]. Lo ha hecho el Grupo Parlamentario para evitar informes. Es una reforma de trueque", lamentó la diputada socialista.

En su discurso, Montón intentó derribar uno a uno los argumentos que el PP esgrime a la hora de defender su iniciativa. El primero, la esencia: el de la prohibición de que las menores de 16 y 17 aborten sin el consentimiento paterno. En este sentido, recordó que la ley en vigor, la de 2010, sólo permite la interrupción voluntaria del embarazo en menores "cuanto estén en situación de peligro cierto, violencia familiar, malos tratos, desarraigo". "Aboca a las mujeres al aborto clandestino e inseguro", advirtió.

Ascensión de las Heras (Izquierda Plural) insistió en que la proposición de ley de los conservadores "pone en riesgo" a las mujeres más débiles . "Ustedes serán responsables. Solamente cabe echarles de manera democrática en las urnas", añadió tras considerar esta reforma como un "nuevo atropello a los derechos de las mujeres".

Una propuesta desconectada de la realidad

Las expectativas del PP en lo que se refiere a movilización de su electorado con esta iniciativa son inversamente proporcionales a su alcance real. Estudios de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Protección del Embarazo (ACAI) señalan que el porcentaje de mujeres de 16 y 17 años que accedieron a una interrupción voluntaria del embarazo es del 3,6% [913]. Y que, de ellas, tan sólo el 12,38% [113] no pudieron informar a sus padres. "Con respecto al total de mujeres que acceden a un aborto, este grupo tan solo representa un 0,44%", señalan desde la asociación. Los datos corresponden a los meses de enero a septiembre de 2014. Y sólo a clínicas privadas. Pero son estas las que practican el grueso de los abortos, por lo que sirven para hacerse una idea bastante fiel del panorama.

Estos datos fueron esgrimidos por los portavoces de los partidos de la izquierda para denunciar lo que, a su juicio, es una reforma electoralista.

La defensa del PP

Por parte del partido del Gobierno, la encargada de defender la posición fue la diputada Marta González. La parlamentaria arrancó recordando que la ley del aborto de José Luis Rodríguez Zapatero no gustó no en sus propias filas.

González sostuvo que, pese que legislar sobre el aborto "no es fácil", la intención de su grupo es "eliminar, en lo posible, el recurso al aborto".

“Se ha hecho [en el pleno] repetidas referencias a razones electorales de mujeres como moneda de cambio [...] También se ha hablado de cálculos electorales”, dijo al tiempo que contestaba a la oposición: "Es conocido que el programa electoral del PP de noviembre de 2011, incluía explícitamente la revocación de este punto relativo a las menores”.

En este sentido, añadió que su partido entiende “que la mención a las razones electorales es incluso apropiada" si se tiene en cuenta que "se trata de un compromiso" del PP con sus votantes.

Respecto a la situación en la que quedan las menores más vulnerables con esta ley, la parlamentaria subrayó que “el Código Civil. al que la Proposición de Ley recurre, ya aporta soluciones a este tipo de problemáticas". "Por supuesto en esos casos las menores no tendrán que contar con el consentimiento de sus padres”, señaló.

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