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El PSOE y Sumar negocian un Gobierno con menos ministerios

Pedro Sánchez  junto al primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, durante la reunión de líderes europeos que se celebra en Granada en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE, este jueves.

El PSOE y Sumar se han dado este mes de octubre para cerrar un acuerdo. Y sobre la mesa está la intención de los dos partidos de suprimir ministerios para hacer mucho más ágil el Ejecutivo de coalición que salga y superar disfuncionalidades que se hicieron patentes en algún momento de la anterior legislatura.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda. Yolanda Díaz, acordaron en su reunión del miércoles intensificar los contactos entre las dos formaciones con la vista puesta en cerrar en las próximas semanas un acuerdo programático. A pesar de algunas quejas en público de los de Sumar, el clima es cordial y de confianza entre las dos partes para llegar a buen puerto.

Los equipos de los dos partidos han intercambiado papeles, se han llamado y se han reunido desde las pasadas elecciones generales del 23 de julio. Uno de los temas que se están abordando ahora es la estructura de ese Gobierno y la eliminación de ministerios, según fuentes de la negociación.

Esa reducción de ministerios no está cerrada en estos momentos y no es definitiva, añaden las fuentes, pero se está hablando sobre ella. El propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha hecho apelaciones a un Gobierno eficiente en el futuro, mientras que la vicepresidenta segunda en campaña se mostró a favor de hacer un Ejecutivo más pequeño.

Posibles fusiones de ministerios

El actual Ejecutivo tiene 22 carteras ministeriales, fruto de la negociación entre el PSOE y Unidas Podemos tras las elecciones de 2019. Los morados se quedaron entonces con cinco departamentos (Derechos Sociales, Trabajo y Economía Social, Igualdad, Consumo y Universidades). El PSOE ocupó el resto y amarró principalmente todos los conocidos como ministerios de Estado (Interior, Asuntos Exteriores, Defensa y Justicia). Aunque siempre estuvo la posibilidad en el aire, Sánchez finalmente nunca redujo el número total durante sus cinco remodelaciones la pasada legislatura y mantuvo el porcentaje de cada formación de la coalición.

La composición del Gobierno de la pasada legislatura, para hacerlo más amplio, conllevó separar departamentos, como pasó con Trabajo y Seguridad Social, Ciencia y Universidades, y Sanidad y Consumo. Por lo tanto, una de las posibilidades sería refundirlos o aglutinar carteras en alguna de las vicepresidencias.

Los equipos negociadores del PSOE y de Sumar, liderados por María Jesús Montero y Nacho Álvarez, están hablando del programa, pero también se fijan en la arquitectura de esa coalición. La idea es que, si se consigue la investidura, esté todo listo para que eche a andar ese Ejecutivo y se ponga a gobernar desde el minuto uno. Los de Díaz ven con buenos ojos que hubiera estructuras mixtas en los departamentos (que el ministro fuera de un partido y los secretarios de Estado del otro, como se experimentó en el Pacto del Botánico en la Generalitat Valenciana), pero no detectan a los socialistas por la labor.

Al PSOE le gustaría recuperar Igualdad

El reparto de esas carteras no está hecho, pero sí se han deslizado intenciones de los componentes. Al PSOE le gustaría recuperar el Ministerio de Igualdad con la idea de imprimirle un estilo diferente al de Irene Montero. Esta será una de las piezas clave de la negociación, con Podemos exigiendo quedárselo y que recaiga en la actual ministra. Sumar no descarta mantenerlo, pero ahora está centrando sus fuerzas en otras cuestiones.

Una de las principales obsesiones de Yolanda Díaz es lograr avances en cuestiones sociales y laborales. El equipo de Sumar ha trasladado a los socialistas propuestas en materia de reducción de jornada laboral, retribución de permisos y el Estatuto del Trabajo. Quieren compromisos concretos de Sánchez y presionan para que el PSOE no se escude en la negociación de Junts y Esquerra para evitar objetivos ambiciosos en esas materias.

En este complicado puzle Sumar tiene que encajar muchas piezas para contentar a los diferentes partidos en los ministerios. Además, crece la presión de Podemos a Díaz por el reparto de poder. La líder de los morados, Ione Belarra, ha lanzado estos días que Sumar tiene una capacidad “limitada” para negociar con los socialistas: “Es rehén de su discurso contra el ruido”. Este partido ha puesto asimismo exigencias al futuro Gobierno de coalición: elevar a 1.500 euros el salario mínimo interprofesional y congelar el precio del alquiler.

Horizonte de una investidura en noviembre

Sánchez arrancó con Yolanda Díaz este miércoles, tras la designación oficial por parte del rey, su ronda de contactos con los grupos parlamentarios. Se verá con todos los portavoces en el Congreso, a excepción de Vox. Por el momento no se han fijado las fechas. Después tomará las riendas para bajar a las concreciones el equipo negociador socialistas, formado por María Jesús Montero, Félix Bolaños, Santos Cerdán, Óscar Puente, José Ramón Gómez Besteiro, Hana Jalloul y Pilar Alegría.

La intención del PSOE es intentar la investidura “lo antes posible”, pero se ha dado el mes de octubre para alcanzar un pacto con Sumar. Esto hace, según fuente socialistas, que ahora mismo el horizonte temporal esté en el mes de noviembre. El plazo es hasta el 27 de noviembre: de no lograrse la mayoría, se tendría que ir a repetición electoral el próximo 14 de enero).

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Los socialistas hablan de que es una negociación “compleja” y “difícil”, peor ven en estos momentos más posibilidades de armar esa mayoría que de ir a las urnas. En su punto de mira tienen aglutinar hasta 179 escaños (PSOE, Sumar, Junts, ERC, EH BIldu, PNV, BNG y Coalición Canaria). Lo que se cerró este jueves es la posibilidad del “llavín canario”, que consistiría en el apoyo de CC y la abstención de Junts. Los de Carles Puigdemont han trasladado a los socialistas que no piensan abstenerse y que votarán sí o no en la investidura.

El gran foco de la negociación con los independentistas está en una posible ley de amnistía. Preguntado por ello, Pedro Sánchez dio esta respuesta antes de participar en la cumbre de la comunidad europea en Granada: ”Yo sé que esa es la pregunta que se hace, incluso me dicen que por qué no me refiere a ello directamente; estamos negociando con los distintos grupos parlamentarios”.

“Tenemos que encontrar entre todos ese espacio de encuentro para formar una mayoría parlamentaria de investidura y de legislatura”, remarcó ante los periodistas, ante quienes defendió la medida que tomó sobre los indultos a los presos del procés: "Yo tenía una confianza en que contribuyera a la estabilidad y la normalización de la política en Cataluña y hoy tengo la certeza de que fue una buena decisión y que obedeció a un interés general".

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