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Gasto militar

Robles anuncia gastos “urgentes” en armamento antes de fin de año que casi duplican las previsiones de su ministerio

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la cumbre de la OTAN de Bruselas.

Fernando Varela

La ministra de Defensa, Margarita Robles, confirmó este miércoles que su departamento va a autorizar un gasto de 5.000 millones de euros en armamento de aquí a final de año, una suma de dinero que casi duplica las inversiones reales previstas por su ministerio para todo 2018. Robles justificó la decisión basándose en dos ideas: la necesidad de afrontar “necesidades urgentes” de las Fuerzas Armadas y la conveniencia de promover la creación de empleo en zonas “del sur de España”.

La cifra había sido adelantada en declaraciones a la cadena SER por el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, al anunciar que “antes de que termine el año hay necesidades urgentes que atender” que conllevan un gasto cercano a los 5.000 millones de euros.

Olivares se refirió a cuatro programas concretos: la segunda fase del helicóptero NH-90 (unos 1.450 millones), la modernización de los Chinook, el incremento de gasto del submarino S-80 (entre 1.500 y 1.800 millones de euros) y el lanzamiento de dos nuevos satélites de comunicaciones para uso militar.

“Hay otros programas de armamento que son muy importantes desde el punto de vista de la repercusión en la industria y la tecnología española”, precisó, “pero que no necesariamente tienen que aprobarse antes de final de año”. Se trata, explicó, de la modernización del Eurofighter, la construcción de las nuevas fragatas F-110 y la fabricación del vehículo blindado 8x8, tres proyectos que estaban, al menos hasta ahora, en los presupuestos de 2018.

“Estos gastos hay que verlos en su contexto, ya no sólo en Defensa sino en la creación de empleo”, pidió la ministra, porque “van a generar puestos de trabajo importantes en zonas como Cartagena y el sur de España”. Son necesarios desde la “perspectiva” de las Fuerzas Armadas, pero también pensando en la “creación de empleo para muchas zonas en crisis económica” que así, precisó, recibirán “un poco de oxígeno”.

Créditos extraordinarios

El Ministerio de Defensa no atendió este miércoles las solicitudes de información de infoLibre para que detallase los gastos “urgentes” en armamento que va a llevar a cabo. La cifra de 5.000 millones anunciada para este año casi duplica los 2.841,9 millones en inversiones reales que figuran en los presupuestos que el Congreso acaba de aprobar para 2018. Fuentes consultadas por este diario aseguran que la única manera de movilizar semejante cantidad de dinero este año sería mediante la aprobación de créditos extraordinarios, una práctica muy habitual del Gobierno de Mariano Rajoy pero que siempre mereció críticas severas por parte del PSOE y la mayoría de los partidos representados en el Congreso.

Unas partidas que, según fuentes de Defensa, se destinan a alimentar lo que el ministerio llama “los programas especiales de armamento”, entre los que destacan, por su voracidad presupuestaria, los del avión de transporte A400M (336,78 millones) y el buque de proyección estratégica Juan Carlos I (335,08 millones). El primero es el avión que debe reemplazar a los Hércules, operativos desde hace 45 años, y el segundo es un barco de asalto anfibio, el buque insignia de la Armada, construido en los astilleros de Navantia en Ferrol.

En los presupuestos del ministerio destacan también los programas de Acción Marítima (304,84 millones) destinados a la fabricación de un buque modular adaptado a distintos propósitos—, nuevos helicópteros NH-90 (237,87 millones), un buque de aprovisionamiento en combate (221,63 millones) y la modernización del avión de combate Eurofighter (207,01 millones). Los catorce restantes tienen que ver con el carro Leopardo, el vehículo Pizarro, los helicópteros Tigre, el de formación y entrenamiento EC-135, obuses y misiles, además de partidas para la fragata F-100, el vehículo de combate sobre ruedas 8x8 y diversos medios destinados a la Unidad Militar de Emergencias (UME), entre ellos un avión apagafuegos, un helicóptero y nodos de información y telecomunicaciones.

Quedar bien con Trump

El exJemad y dirigente de Podemos Julio Rodríguez relaciona el anuncio de la ministra con la cumbre de la OTAN y un intento de quedar bien con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el que el presidente Pedro Sánchez coincidió este miércoles en Bruselas y que exije a España un incremento del gasto militar que eleve su peso en e PIB hasta el 2%.

A falta de datos más precisos, sobre los que Robles debería informar al Congreso, el dirigente de Podemos señala que se trata de programas de armamento que ya estaban en marcha y que el nuevo Gobierno no puede simplemente anular. El problema, subraya, es que hay un “gasto sobredimensionado en programas que no puedes pagar” y que bloquean “otros que no puedes lanzar”. El resultado, indica, es que el dinero se va en poner “parches”.

La propia ministra, efectivamente, señaló antes del comienzo de la cumbre de la OTAN que España no puede “llegar al 2%” en gasto de Defensa. Pero pidió que se tenga en cuenta “la contribución que España está haciendo en misiones internacionales” en el marco de la Alianza, incluidas las bases de utilización conjunta. “Ahí está Morón o Rota, tienen un valor incalculable", señaló Robles, o los 3.000 efectivos españoles desplegados en misiones de paz y seguridad por todo el mundo.

Al mismo argumento se aferró, unas horas más tarde, el presidente Sánchez. “Comprendo las demandas de la Administración americana, comprendo que primero con (Barack) Obama y ahora con (Donald) Trump se exija un mayor esfuerzo en el presupuesto de Defensa, pero para ser justos hay que ser conscientes de que lo estamos aumentando", explicó antes de pedir que se tengan en cuenta otros elementos para “tener un análisis más completo del compromiso de los aliados”, como la inversión en equipamientos y las contribuciones a las misiones de la OTAN —España se encuentra entre los tres países con más participación en las misiones y operaciones de la Alianza, informa Europa Press—.

De hecho, la principal propuesta del presidente español en su primera cumbre atlántica ha sido la predisposición de España para liderar una misión de entrenamiento de fuerzas armadas y de seguridad en Túnez con el fin de prevenir amenazas terroristas y asegurar la estabilidad en el flanco sur del Mediterráneo. Fuentes de Moncloa citadas por Europa Press señalaron que España también se ha ofrecido a liderar la evacuación de la misión de Naciones Unidas en Libia para el caso de ue se decida llevarla a cabo.

Helicópteros de 1973, submarinos que no flotan

El helicóptero pesado CH47D Chinook, el mayor del Ejército y al que Defensa va a dedicar buena parte del gasto anunciado por Robles, está en servicio en España desde 1973 y va a ser renovado a la versión totalmente digital para ampliar su vida operativa al menos 20 años más. La flota española de Chinook es de 17 aparatos, todos ellos estacionados en la base Coronel Maté de Colmenar Viejo (Madrid).

El caso del submarino S-80 es mucho más singular. Se trata de un proyecto que empezó a materializarse en 2005, en los astilleros de Navantia en Cartagena,y que debía haber finalizado en 2012. Sin embargo, hace cinco años tuvo que ser retrasado porque los submarinos eran demasiado pesados y no flotaban, lo que obligó a aumentar su longitud. El resultado ha sido un sobrecoste de 1.550 millones de euros que hay que sumar a un gasto previsto de 2.135 por un total de cuatro submarinos que serán entregados entre 2022 y 2027. Los 3.685 millones de euros que van a costar los sumergibles representan, de momento y si no surgen nuevos problemas, un sobrecoste del 72,5%.

Los militantes españoles cuentan con que el traslado del primer lote de material a la factoría de Boeing en Ridley Park, en las inmediaciones de Filadelfia (Estados Unidos) tenga lugar antes del tercer trimestre del presente año, dando comienzo a una renovación que no terminará hasta 2025.

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Otros dos proyectos multimillonarios ya en marcha a los que el ministerio está considerando no dar prioridad este año son las fragatas F-110 y el nuevo vehículo blindado 8x8, del que Defensa quiere encargar un primer pedido de 348 unidades con 13 configuraciones distintas.

El programa de fragatas F-110 se encuentra en un estadio más avanzado que el 8x8. Si se cumplen los plazos, lo que es difícil teniendo en cuenta el cambio de Gobierno, la puesta de quilla de la primera fragata (F-111) tendría lugar a finales de 2020 y su botadura en los últimos meses de 2021. La entrega a la Armada y entrada en servicio se produciría en 2024 y, a partir de ese momento, el ritmo de botaduras sería de un barco al año, para finalizar las entregas en 2028. El contratista principal será el astillero Navantia, que construirá los cinco buques en su factoría de Ferrol con la participación de numerosas empresas españolas, entre las que destaca Indra en el campo de los sensores.

Pere Ortega, del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, criticó recientemente en un artículo publicado por el diario Público que todo este gasto multimillonario se dedique a dotar a las Fuerzas Armadas de un material bélico que en su mayor parte nunca ha salido de las fronteras españolas “y se mantiene en depósitos, dársenas y hangares esperando que termine su vida útil para ser reemplazados por otros de mayor coste y así proseguir una carrera armamentista hacia ninguna parte”.

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