Sánchez plantea las primeras propuestas del PSOE para dar la batalla política al PP “en el territorio de la economía”

Despejada su estrategia para tratar de reconducir el conflicto catalán (el presidente Mariano Rajoy ya ha confirmado su disposición a apoyar la creación en el Congreso de una comisión de diálogo sobre la crisis territorial), el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aprovechó este martes para exponer las grandes líneas del camino que el PSOE se propone seguir en materia de política económica para los próximos meses: un pacto de rentas que incorpore a los trabajadores a la recuperación económica, una ofensiva parlamentaria dirigida a rescatar a los jóvenes y a los parados de larga duración y a garantizar la sostenibilidad de las pensiones y la presentación de un proyecto alternativo de Presupuestos para 2018 que sintetizará la oferta política de los socialistas de aquí a las próximas convocatorias electorales.

La primera medida con la que Sánchez quiere liderar el combate contra el empobrecimiento y la desigualdad, que a su juicio representan la principal debilidad estructural de España en estos momentos, pasa por sentar a la mesa a sindicatos y empresarios y contribuir a hacer posible un pacto de rentas que haga partícipes de la recuperación económica a los trabajadores. El PSOE quiere conseguir un acuerdo que garantice a todos los empleados un incremento salarial en 2018 de entre el 2 y el 3%, que en los años siguientes y al menos hasta 2021, se situaría de forma sostenida en el 3%. De ese modo, aseguró Sánchez, en cuatro años los trabajadores habrán recuperado el peso que tenían en al renta nacional en los años anteriores a la crisis.

El PSOE planea concretar esta propuesta el próximo viernes como parte de un paquete más amplio que incluirá también iniciativas que sobre trabajadores autónomos, negociación colectiva, igualdad laboral y “desmontaje” de la reforma laboral.

La otra gran propuesta que Sánchez quiso anunciar este martes busca ampliar la “red de seguridad” social en tres ámbitos especialmente sensibles. El primero de ellos afecta a los jóvenes: el PSOE trabaja en un plan de rescate para atajar el desempleo y la precarización en este ámbito y que espera impulsar de común acuerdo con Unidos Podemos.

El segundo quiere hacer frente al callejón sin salida que sufren los parados de larga duración exigiendo al PP y a Ciudadanos que desbloqueen la tramitación de la iniciativa legislativa popular impulsada por CCOO y UGT que trata de poner en marcha una renta mínima de 426 euros. El Congreso de los Diputados, con el voto en contra de PP y Cs, aprobó su tramitación parlamentaria en febrero, pero desde entonces la iniciativa permanece congelada.

El tercer ámbito sobre el que Sánchez quiso poner el foco son las pensiones: hay que negociar un nuevo Pacto de Toledo que garantice el sistema público de pensiones y resolver el problema de su sostenibilidad con una reforma fiscal integral.

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Sánchez quiso dejar claro, en su segunda intervención pública en el nuevo curso político, el primero en mucho tiempo en el que el PSOE parece haber recuperado la normalidad interna, cuáles son los elementos sobre los que quiere empezar a recorrer el camino que media entre el presente y las próximas elecciones. Una cita en la que aspira a convertir el PSOE en la primera fuerza política de España, aunque conservando la conciencia de la necesidad de “dialogar con todos” y construir una “cultura de pactos”.

Y, para empezar, quiere “dar la batalla política a la derecha en el territorio de la economía”, resumió Sánchez. Y hacer del “nuevo PSOE” un partido solvente y eficaz, preparado para gobernar, que se convierta en el portavoz de “una gran mayoría de españoles que se sienten perdedores de esta crisis”. Situar la desigualdad en el centro del debate, porque se ha convertido “en el gran silencio social”, proclamó en su intervención en los desayunos organizados por la agencia Europa Press.

DEn este contexto es en el que el líder socialista subrayó la ambición de las propuestas de su partido al anunciar su intención de presentar unos Presupuestos alternativos a los que elabore el Gobierno de Mariano Rajoy. Una iniciativa con la que planea demostrar cómo encajan entre sí todas las piezas de su oferta electoral, incluyendo la financiación de las políticas públicas contra la violencia machista, cómo llevar a cabo una “transición ecológica” de la economía, una nueva legislación para hacer frente al cambio climático, la lucha contra la despoblación o sus prioridades en materia de infraestructuras (citó expresamente el Corredor Meditérraneo). Todo dirigido a un único objetivo: demostrar que el crecimiento económico y la justicia social son compatibles, destacó.

Despejada su estrategia para tratar de reconducir el conflicto catalán (el presidente Mariano Rajoy ya ha confirmado su disposición a apoyar la creación en el Congreso de una comisión de diálogo sobre la crisis territorial), el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aprovechó este martes para exponer las grandes líneas del camino que el PSOE se propone seguir en materia de política económica para los próximos meses: un pacto de rentas que incorpore a los trabajadores a la recuperación económica, una ofensiva parlamentaria dirigida a rescatar a los jóvenes y a los parados de larga duración y a garantizar la sostenibilidad de las pensiones y la presentación de un proyecto alternativo de Presupuestos para 2018 que sintetizará la oferta política de los socialistas de aquí a las próximas convocatorias electorales.

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