La teoría del caos revitaliza al PP

Alberto Núñez Feijóo junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han acudido este jueves a la Pradera de San Isidro.

PP y Vox sumarían hoy mayoría absoluta de 182 escaños tras recuperar los de Feijóo ocho diputados el último mes. Es lo que se deduce del análisis independiente de las tablas del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado este miércoles. 

El Partido Popular, que venía perdiendo apoyo entre sus propios votantes de un tiempo a esta parte, se acerca al resultado que ya obtuvo en las pasadas elecciones generales de julio de 2023 y recupera entre abril y mayo más de 400.000 electores que se encaminaban a la abstención o a Vox. 

Hay que tener en cuenta que el trabajo de campo se realizó entre el 5 y el 8 de este mes, con lo que recoge en caliente la resaca del apagón y su digestión por parte de los españoles, lo que a buen seguro ha condicionado la fotografía que ofrece este CIS. Podemos ver los resultados estimados por Logoslab en el cuadro siguiente.

El apagón ha servido para que la derecha dé vuelo a la teoría del caos que maneja desde hace tiempo a la hora de referirse a los problemas que a su juicio vienen dañando la imagen y reputación de nuestro país: dana, trenes, apagón, pérdida de confianza en las instituciones, líos internos… Es, sin duda, un marco eficaz que se une al del bloqueo parlamentario a cuenta de Junts y la división en el Ejecutivo. Caos en las infraestructuras y dudas por un Gobierno dividido (por el plan de rearme) y maniatado por Puigdemont. Ahí está la reducción de la jornada laboral y los anhelos de millones de trabajadores, pendientes de una visita a Waterloo. El último resbalón se produjo ayer mismo con la aceptación a trámite de la propuesta de ley del PP para despolitizar el CIS de Tezanos, que contó con el apoyo de PP, Vox, UPN y Junts. 

El PSOE cae al 29,4% de los votos, que es su peor dato en un año, dos puntos por debajo del resultado que obtuvo en los últimos comicios generales. La lectura del comportamiento electoral de sus votantes no deja grandes cambios respecto a lo que ya veníamos observando, pero sí destaca algunos movimientos sutiles y relevantes: capta menos electores de entre quienes se abstuvieron en 2023, envía algún votante más al PP y, sobre todo, tiene un importante número de electores, más de 700.000, desmovilizados, que o bien se quedarían en casa si hoy hubiera elecciones o bien podrían optar por el voto nulo, en blanco o a un partido minoritario. 

Al retroceso socialista se une la división a su izquierda, que lejos de atenuarse sigue martilleando las posibilidades del bloque progresista de alcanzar mayoría en caso de adelanto electoral. Ya no es solo que los puestos de salida se hayan reducido a menos de la mitad de los que lograron en julio de 2023 (15 vs. 31), sino que la tendencia actual es de mayor equilibrio de fuerzas, con Podemos cada vez más cerca de Sumar, con lo que las negociaciones se antojan complejas. La distancia entre ambos partidos es hoy de solo 1,9 puntos, la menor de toda la serie histórica. 

Los fenómenos de fondo siguen siendo los mismos 

Más allá de los resultados de este barómetro, que seguramente serán matizados en el siguiente, hay que mirar desde más distancia para hacer un análisis panorámico de lo que viene ocurriendo desde las últimas elecciones:

  • La derecha obtiene la mayoría, pero apenas tiene un puñado de escaños de margen, algo que sigue intranquilizando en Génova, con razón. La izquierda tiene una gran bandera que es la llamada a la movilización en la defensa de derechos y libertades para parar a la ultraderecha, que podría activar sobre la bocina parte del voto que hoy no aparece en las encuestas. 
  • El Gobierno muestra síntomas de agotamiento, la confianza entre sus propios votantes es baja y la percepción de bloqueo está dificultando el relato de cambio y avance social que, con más o menos dificultad, sí logró trasladar la legislatura pasada. 
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Todo ello en un contexto en el que lo que no hay es un desplome de las expectativas económicas (ni personales ni en relación al país), pero en el que la desafección con la clase política está disparada: las referencias al Gobierno, los partidos y los políticos concretos son el primer problema de los españoles (14%), por encima de la vivienda (12%), el paro (7%), la crisis económica (5%) o la inmigración (3%).

  • Tanto en un bloque como en el otro saben que hay otro factor que puede ser decisivo, los tres o cuatro escaños que pueden cambiar de lado en función de que Sumar y Podemos vayan juntos o por separado.
  • Alberto Núñez Feijóo obtiene una nota de 6 sobre 10 entre sus votantes, y aunque parece haber frenado la sangría, está lejos de la que logran Sánchez y Abascal entre los suyos (6,9). El líder gallego necesita reforzar su liderazgo para afrontar con más garantías la próxima convocatoria electoral. No está claro si el congreso nacional que ha anunciado su partido nace desde su vocación de liderazgo o si, al contrario, se ha visto abocado a convocarlo por su falta de firmeza y las dudas que traslada internamente.
  • La desafección golpea de nuevo y sirve de gasolina a Vox. La derecha suma porque Vox gana 540.000 votos y 13 escaños de 2023 a esta parte. La derecha suma, sí, pero se hace cada vez más dependiente de Abascal.  En realidad Vox matiza su posición este mes, desde el 15% de marzo al 14,2% actual, pero la conclusión de fondo es la misma. Hay que tener en cuenta que este mes, aparte del apagón, recoge también los efectos de la deriva arancelaria de Trump y sus idas y venidas. PP y Vox se disputan cerca de un millón de electores que, como si de una montaña rusa se tratase, van oscilando entre uno y otro partido según la coyuntura. 
  • Lo que no cambia es el resultado entre los más jóvenes, un mes más, y ya son muchos. Por debajo de 25 años PP, Vox y Se Acabó La Fiesta (SALF) obtendrían muchos más votos que PSOE, Sumar y Podemos (42,4% vs 22,9%). Se juntan un futuro laboral incierto, sin opciones de emancipación, de tener una vivienda, sin referencias de identidad claras, sin seguridades de futuro (ni pensión) y con escaso recuerdo y reconocimiento de las conquistas sociales de las generaciones precedentes. 

Junio recogerá ya el alcance de las filtraciones de WhatsApp que ocupan el debate público de estos días.

*Rafael Ruiz es consultor y analista de datos en asuntos públicos en Logoslab.

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