¿Verdad o mentira?

Weidmann: “Sólo debería ampliarse el plazo para cumplir el déficit en casos excepcionales”

Weidmann: “Sólo debería ampliarse el plazo para cumplir el déficit en casos excepcionales”

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha criticado la lentitud con que España está haciendo las reformas que considera necesarias para salir de la crisis. También reprocha a las autoridades europeas que estén siendo en exceso generosas con demasiados países a la hora de ampliar los plazos de reducción del déficit.

Según recalcó el lunes en un discurso ante el Consejo del Banco Central Europeo (BCE) en Berlín, sólo debería concederse más tiempo “en casos excepcionales bien fundamentados”. Weidmann rechaza que se apliquen con excesiva flexibilidad las reglas sobre déficit, como cree que se está haciendo ahora, porque así se socava su “efecto disciplinario”.

En efecto, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, firmado por los países del euro en 1997, establece que el déficit excesivo deberá corregirse en el año siguiente a que aparezca, “salvo en el caso de que concurran circunstancias especiales”. Sólo en el supuesto de que, tras adoptar el país en cuestión las recomendaciones del Consejo –mejorar su saldo presupuestario estructural como mínimo un 0,5% del PIB cada año–, “aparezcan factores económicos adversos e inesperados que influyan muy desfavorablemente en la hacienda pública del Estado afectado”, pueden revisarse los plazos.

Las comunidades más deficitarias podrán superar el límite del 1,3%  pero con fuertes ajustes

Las comunidades más deficitarias podrán superar el límite del 1,3% pero con fuertes ajustes

El pasado mes de mayo la Comisión Europea concedió a España dos años más de plazo, hasta 2016, para alcanzar el déficit del 3%. También a Francia, Polonia y Eslovenia. A Holanda, Portugal y Bélgica les dio un año más. Y fundamentó la medida en el empeoramiento de la situación económica, que les impedía conseguir el objetivo en el tiempo inicialmente fijado.

A juicio de Weidmann, sin embargo, la crisis no sólo de España, sino también de otros países como Francia y Eslovenia, a los que citó, no es tan excepcional, ni tan adversa ni tan inesperada que justifique una relajación de las exigencias de déficit. El pasado mes de mayo Eslovenia estaba al borde del rescate por los problemas de su sector bancario y una deuda y déficit desbocados. Tampoco las cifras récord de paro en España, del 27%, le parecen al presidente del Bundesbank un motivo adverso de suficiente peso. Ni la carga que el aumento de las prestaciones por desempleo tiene sobre las cuentas públicas ni el empobrecimiento de la demanda interna subsiguiente deben de ser, en su opinión, consecuencias económicas lo bastante graves.

Por el contrario, para Weidmann lo importante es la disciplina. Una disciplina que Alemania fue la primera en soslayar cuando, tras sucesivos incumplimientos de los objetivos de déficit, se benefició en 2005 de una relajación de los estrictos criterios del Pacto de Estabilidad. Uno de los factores “inusuales” que entonces se incluyeron en el cálculo, más racional, del nivel de déficit fue expresamente el coste que la reunificación alemana estaba suponiendo para las arcas de Berlín.

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