Algunos errores del presidente electo Aleksandr Lukashenko han contribuido a los escenarios que hoy estamos viendo en las calles de Bielorrusia.
"Las detenciones arbitrarias y secuestros por razones políticas en Bielorrusia son inaceptables", defiende Josep Borrell.
Bielorrusia registra una ola de protestas sin precedentes a raíz de los últimos comicios presidenciales, cuyos resultados han sido cuestionados por la oposición.
La Policía ha empleado vehículos con vallas de metal en el frontal para hacer retroceder a los manifestantes.
El presidente bielorruso se alzó con el 80 por ciento de los votos en los comicios del 9 de agosto, pero la oposición sostiene que en realidad Svetlana Tijanovskaya habría ganado.
De acuerdo con los resultados definitivos, Lukashenko se ha impuesto en las urnas con un 80,1 por ciento de los votos, frente al 10,12 por ciento de la principal candidata de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanovskaya.
"Necesitamos sanciones adicionales para aquellos que violan los valores democráticos y los Derechos Humanos en Bielorrusia", ha señalado la presidenta de la Comisión Europea.
La movilización no se debilita en Bielorrusia pero tiene que enfrentarse a una violenta represión. Los manifestantes piden al presidente Lukashenko que se vaya.
"Fueron las autoridades bielorrusas las que la sacaron del país", afirma una de las portavoces de la campaña de Tijanovskaya.
Lukashenko ha conseguido así su sexto mandato consecutivo al frente del país.
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