El desplome del PIB provocado por el coronavirus va a ser mucho mayor que en las crisis de 2009 y 2012, pero la respuesta política difiere: aumento del gasto público, más refuerzo del BCE y ayudas millonarias desde Bruselas.
“Es ruido mediático, no tenemos indicios de que el Ejecutivo planee recortes en las nóminas de los empleados públicos”, aseguran CCOO, UGT y CSIF. “Hasta que se presenten los Presupuestos no se negociarán los salarios públicos”, descarta el Ministerio de Política Territorial y Función Pública. Los sindicatos defenderán el poder adquisitivo de los funcionarios, que arrastran una pérdida del 20% desde la anterior crisis.
La sanidad privada, ahora bajo mando del Gobierno, bate récords de expansión y negocio mientras la pública sigue por debajo de sus cifras precrisis.
El recorte tendría un fuerte impacto en un sector ya de por sí maltratado: los pagos directos de la UE representan el 30% de la renta de los agricultores.
La pérdida anual ascendería a los 7.700 millones de euros.
www.infolibre.es ISSN 2445-1592