Argentina
Siete horas de furia: por qué han salido los argentinos a la calle contra la reforma de las pensiones de Macri
La manifestación convocada frente al Congreso argentino este lunes ha dejado al menos 162 heridos, según el Sistema de Atención Médica de Emergencias. La mitad de los heridos en las protestas por la reforma de las pensiones propuesta por Cambiemos, el partido del Gobierno, y aprobada por la Cámara de Diputados, fueron agentes de policía (88), aunque también hubo periodistas. Sesenta manifestantes fueron detenidos tras siete horas de altercados.
La Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) convocó, además de una huelga general de 12 horas, una masiva protesta contra el segundo intento del Gobierno de Mauricio Macri de que el Congreso apruebe el Proyecto de Reforma Previsional. Los manifestantes acudieron, según destacan los diarios oficialistas, con cacerolas, piedras, máscaras antigás, picos y mazas de construcción, cócteles molotov y hasta un mortero casero.
La sesión en la Cámara legislativa arrancó con cinco horas de demora por la discusión sobre si el trámite debía aplazarse dadas las circunstancias en la vía pública, tal y como ocurrió la semana pasada. En total, transcurrieron unas siete horas de violencia en las calles, donde los 500 policías locales tuvieron que ser ayudados por 150 agentes del cuerpo federal.
El Gobierno de Macri se reforzó con respecto al primer intento para aprobar la ley con el apoyo del sector peronista en el Congreso y con la promesa de un bono "compensador" contra la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas. Tras doce horas de debate, la ley fue aprobada con 127 votos a favor, 116 en contra y 2 abstenciones.
Las pensiones solo suben un 5,7% en lugar del 15%
La reforma, llamada previsional por los medios y políticos del país, rebaja la actualización de las ayudas a jubilados, discapacitados, excombatientes de las Malvinas y a los beneficiarios de las asignaciones universales por hijo y embarazo.
La actualización de las prestaciones sociales se aplicaba hasta ahora en marzo y septiembre de cada año y tenía en cuenta en un 50% la recaudación tributaria de la Seguridad Social y en otro 50% la modificación de los salarios. Según los expertos, el aumento actual de las prestaciones antes de aprobar la ley llegaría a un 15%.
Por otra parte, una vez aplicada la reforma, las previsiones se realizan cuatro veces al año (en marzo, junio, septiembre y diciembre) y priorizan el cambio en los precios y los impuestos de la Seguridad Social (un 70%) sobre las modificaciones de los salarios (30%). Una vez aplicada, las pensiones solo aumentarán un 5,7% frente al 15% antes mencionado, por lo que el poder adquisitivo de estas familias se verá mermado significativamente a partir de ahora.
Las proyecciones del Instituto de Investigaciones Económicas de la Fundación Mediterránea (Ieral) muestran que con el sistema previo en 2018 el aumento sería del 25,3%, mientras que con el esquema nuevo la subida será del 21,2%.
El bono
La principal novedad de la reforma del sistema de pensiones es el denominado "bono compensador”, que destinará 4.000 pesos anuales a los pensionistas. Esta cifra contrasta con el montante calculado de lo que pierden con la reforma, unos 100 mil millones al año.
“El bono es como si un delincuente secuestrara a un jubilado, lo llevara a un descampado, le robara todo lo que tiene y después le diera 200 pesos para que vuelva a su casa", comparó la kirchnerista Luana Volnovich mientras se escuchaban los cacerolazos exteriores dentro de la Cámara de Diputados.
Argentina es el segundo país con más inflación de América (solo superado por el 1.100% de Venezuela) y el octavo en la clasificación mundial con un 22%.