Partido Popular

Feijóo promete debate en el congreso del PP pero encarga a sus afines la discusión ideológica

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, preside la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP.

Si hay una característica que define políticamente a Alberto Núñez Feijóo es la ambigüedad. Desde que ocupa la presidencia del Partido Popular ha procurado rehuir de los debates ideológicos en el seno del partido, tras construir su figura política durante la etapa en la que estuvo al frente de la Xunta de Galicia como un gestor desideologizado e, incluso, como un político moderado y de inclinaciones nacionalistas. Un retrato que se desmoronó con su llegada a Madrid hace tres años tras la defenestración colectiva de su antecesor, Pablo Casado. Desde entonces, ha participado en la misma estrategia de acoso y derribo que el PP activó tras la moción de censura de 2018.

Feijóo no mencionó a Casado, pero reconoció este lunes que el congreso que se celebró en 2022 fue "por necesidad" y reivindicó que el de este 2025, previsto para los días 4, 5 y 6 de julio, llega por "decisión propia". También prometió que el PP saldrá de la indefinición que ha marcado su liderazgo durante ese cónclave. "Solo a los políticos pequeños les incomodan los debates o la opinión de sus compañeros; a mí, no", aseguró en la Junta Directiva Nacional, el órgano que reúne a presidentes autonómicos, diputados y concejales, pese a que el PP lleva desde 2017 sin actualizar su programa y sus bases ideológicas.

"En esta sala no todos pensamos igual. No vamos a esconder nuestras diferencias", recalcó más adelante, en lo que parecía un mensaje dedicado al sector duro del partido, encabezado por la madrileña Isabel Díaz Ayuso, que reclama insistentemente que el PP debe dar la 'batalla cultural' a la izquierda. El líder del PP aseguró que va a "mojarse": "Vamos a discutir de fondo, a construir ideas, a revisar propuestas, a decir lo que pensamos y a decidir lo que haremos", sostuvo. Fuentes cercanas al líder del PP aseguran que no tienen "miedo" de afrontar ningún debate por polémico que sea, pero a la salida de la Junta Directiva distintos dirigentes del PP sí admitían, en privado, que creían que habrá determinados asuntos que no se abordarán.

Quizá por ese motivo Génova ha elegido a perfiles afines para desarrollar la ponencia ideológica. Es el caso de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, y Juanma Moreno, presidente andaluz, encargados junto con Alma Ezcurra, eurodiputada y coordinadora de la fundación 'Reformismo 21', y Natalia Chueca, alcaldesa de Zaragoza, de plasmar sobre el papel la renovación ideológica del PP. Los dos presidentes autonómicos están alineados con Feijóo y para Génova es una forma de controlar el debate bajo una apariencia presuntamente democrática.

Eutanasia, aborto o prostitución: los debates que nunca ha dado el PP de Feijóo

Lo cierto es que, cuando se trata de ir al detalle de las políticas concretas que el PP de Feijóo aplicaría en caso de llegar a La Moncloa, abundan las contradicciones y los silencios. A eso se le suma que la formación de Feijóo evita posicionarse en cuestiones como el aborto, los vientres de alquiler, los derechos trans, la prostitución, la inmigración, la eutanasia, la memoria histórica, la financiación autonómica o la relación con la extrema derecha. De hecho, el único debate que por el momento se ha abierto en el PP es el de su modelo de primarias, que Feijóo quiere cambiar para limitar el voto directo de la militancia a los candidatos.

La única ocasión en la que el líder del PP se pronunció sobre el aborto se generó un cisma en el partido. Fue en junio de 2022, después de que el Supremo de Estados Unidos abriese la puerta a la prohibición del aborto, el líder del PP lo calificó como "un derecho": "El aborto es un hecho con el que convive la sociedad española desde hace muchos años. Todos los países de la Unión Europea tienen regulado ese derecho", afirmó Feijóo. Una postura que no es la de su partido. La posición oficial del PP sobre el aborto se fijó en el documento oficial aprobado en 2017 en el congreso ordinario, en el que estableció que el aborto no debía entenderse como un derecho sino como un fracaso de la sociedad.

Sobre la posición acerca de los vientres de alquiler, la prostitución o la eutanasia el debate tampoco está zanjado. El 'alma' democristiana se opone y la liberal se posiciona a favor. En el caso de los vientres de alquiler, en 2017 algunos dirigentes del PP, entre ellos el exportavoz del Senado, Javier Maroto, se posicionó públicamente a favor de su regulación en la legislación española y apoyaron la enmienda introducida al respecto. Sin embargo, las únicas conclusiones a las que llegó la dirección de Rajoy es que había que realizar un "debate" sobre ello que a día de hoy no se ha producido. En marzo de 2023, Feijóo consideró "razonable" abrir el debate tras el caso de la actriz Ana Obregón, pero aseguró que no era el momento.

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En cuanto a la prostitución, hace dos años, la diputada Marta González señalaba en el Congreso que la prostitución no podía ser considerada "un trabajo ni ser legalizada" porque no era "comparable a ninguna relación laboral" y suponía, esencialmente, el "alquiler por horas del cuerpo" de una mujer. La formación dio entonces su voto a favor para comenzar a tramitar la norma presentada por los socialistas. Sin embargo, en mayo del pasado año, el PP, de quien dependía con su voto si la iniciativa se admitía y se tramitaba en el Congreso, rechazó la propuesta del PSOE justificando que había que trabajar en otro texto que abordase "los aspectos más sociales" de la salida de las mujeres de la prostitución.

Respecto la eutanasia, el PP votó en contra del histórico proyecto de ley que por primera vez en España reconoció, en 2021, el derecho a una muerte digna a los españoles que sufren enfermedades terminales y gravemente incapacitantes. Fue el único partido que se opuso, además de Vox, pero su entonces presidente, Pablo Casado, se mantuvo cuidadosamente al margen. Feijóo, por su parte, aseguró que realizaría "ajustes" en la norma aprobada por el Ejecutivo, pero también ha evitado cuidadosamente dar su opinión.

Hasta ahora la excusa utilizada por Génova para no abordar estas cuestiones ideológicas era que no se quería "desviar el foco" de atención sobre el Gobierno de Sánchez y sus "escándalos de corrupción" para situarlo sobre ellos mismos. Ahora el mismo Feijóo que hace solo unos meses decía que los congresos solo los convocan los partidos "que pierden elecciones", reclama que "quien quiere gobernar de verdad no huye ni se esconde" sino que "va de cara". "No llegaremos a improvisar. No fallaremos. Lo que prometa, se hará. Os doy mi palabra y os aseguro que tengo palabra", zanjó.

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