G20
La Cumbre de líderes del G20 adopta una declaración consensuada pese al intento de boicot por parte de EEUU
Los jefes de Estado y de Gobierno del G20, foro que reúne a las principales economías del mundo, adoptaron este sábado una declaración de líderes durante su cumbre anual en Johannesburgo, pese a la ausencia de Estados Unidos en los debates, informa EFE.
La presidencia sudafricana del G20, que asumió en diciembre de 2024, anunció en la red social X que la declaración fue adoptada por "una abrumadora mayoría" de los Estados miembros. "La adopción de la declaración de la cumbre envía una señal importante al mundo de que el multilateralismo puede dar resultados y de hecho los da", destacó.
Previamente, no obstante, Vincent Magwenya, portavoz del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, había asegurado que el documento fue adoptado por la "unanimidad de todos los países presentes", lo que "demuestra el compromiso que los miembros del G20 tienen con el multilateralismo como principio para la colaboración y la cooperación".
Magwenya explicó que, aunque la declaración suele aprobarse al final de la cumbre, a lo largo del viernes, durante varias conversaciones bilaterales, "surgió la idea de que debíamos proceder primero a adoptar la declaración de la cumbre como primer punto del día y luego continuar con el resto de la sesión".
El portavoz destacó que la adopción del texto fue posible gracias al trabajo realizado durante todo el año por los equipos ministeriales y por los representantes de los Estados en los días previos a la cumbre, que cerraron a última hora del viernes un documento final con el que los líderes pudieran estar de acuerdo.
Si bien el contenido de la declaración aún no ha trascendido, Magwenya adelantó que el texto reafirma que la Carta de las Naciones Unidas "sigue siendo el punto de orientación central para analizar y abordar las disputas, evitar el uso de la fuerza y comprometernos con la resolución pacífica de los conflictos".
Asimismo, señaló que la declaración identifica "cuatro de los conflictos más graves del mundo: la República Democrática del Congo, Sudán, Ucrania y Palestina".
La primera jornada de la cumbre se desarrolla este sábado, marcada por la ausencia de Estados Unidos en los debates, después de que su presidente, Donald Trump, decidiera boicotear el encuentro al asegurar que los afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) "están siendo asesinados y masacrados" y que sus tierras están siendo "confiscadas ilegalmente" en Sudáfrica, lo que Pretoria niega rotundamente.
Ramaphosa indicó, no obstante, que este jueves recibió una notificación de última hora de Washington sobre un cambio de postura respecto a la participación estadounidense, que finalmente se limitará a la asistencia del encargado de negocios de la Embajada en Pretoria, Marc Dillard, a la ceremonia del domingo en la que Sudáfrica cederá la presidencia rotatoria del G20 a EE.UU., que la asumirá a partir del 1 de diciembre.
En ese sentido, la Casa Blanca ha recalcado que Estados Unidos no intervendrá en los debates de la cumbre.
Unos cuarenta líderes, incluidos los del G20 y los de países invitados -como España-, participan en la cumbre, aunque destacan las sonadas ausencias no sólo de Trump, sino también -y por distintos motivos- del presidente de China, Xi Jinping; Argentina, Javier Milei; Rusia, Vladímir Putin; y México, Claudia Sheinbaum.
Argentina se desmarca
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Pablo Quirno, anunció que su país "no puede" respaldar la declaración adoptada por los líderes del G20 debido a "discrepancias" con el texto acordado durante la cumbre anual del bloque en Johannesburgo.
"Hemos señalado las líneas rojas identificadas (...) con el objetivo de apoyar las metas más amplias del G20. Esas líneas rojas siguen vigentes", afirmó ante el plenario Quirno, que acudió a la cita en representación del presidente argentino, Javier Milei, quien decidió ausentarse después de que su homólogo estadounidense y aliado, Donald Trump, anunciase el pasado día 7 un boicot a la reunión.
El ministro subrayó que, para Argentina, "es crucial preservar la integridad" del principio "central" del G20, que es el "consenso", y reconocer cuándo este no se ha alcanzado "en lugar de avanzar con un documento que no refleje fielmente una voluntad colectiva".
El G20 en peligro, según Lula y Macron
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió de que el funcionamiento del G20 "está amenazado", tras los ataques de Estados Unidos a la cumbre del bloque que empezó este sábado en Johannesburgo bajo la presidencia de turno de Sudáfrica.
"El funcionamiento mismo del G20 como un espacio de coordinación ampliado se encuentra amenazado", afirmó Lula en el plenario tras la inauguración de la cumbre en el Centro de Exposiciones Nasrec de Johannesburgo, sin mencionar directamente a EE.UU.
"Es necesario preservar la capacidad de este foro para abordar los principales problemas de nuestro tiempo. Si no logramos encontrar una solución dentro del G20, no será posible hacerlo en un mundo concebido", subrayó el mandatario brasileño.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió este sábado de que el G20, cuya cumbre se celebra hoy en Johanesburgo, puede estar llegando "al final de un ciclo" y su existencia está "en riesgo" si sus miembros no consiguen acordar "algunas prioridades" para revitalizarlo.
"Creo que todos debemos ser conscientes de que el G20 está en riesgo si no nos reenfocamos colectivamente en ciertas prioridades" para pactar "acciones concretas" y "aportar soluciones para nuestras economías, colectivamente en torno a esta mesa", manifestó Macron en su discurso de apertura de la cumbre.
Para el jefe del Estado francés, el hecho de que el G20 se reúna por primera vez en el continente africano "marca un hito significativo", pero reflexionó que también "podría estar llegando al final de un ciclo".
Recordó que el G20 nació del deseo colectivo de coordinar respuestas a las crisis, principalmente las económicas, pero en el panorama geopolítico actual constató que resulta "muy difícil resolver juntos las grandes crisis internacionales en torno a esta mesa, incluso con miembros que no están presentes hoy", dijo.
Macron aludió así a las ausencias, entre otros, del presidente estadounidense, Donald Trump, y constató que al G20 le "cuesta establecer un estándar común para abordar las crisis geopolíticas".
Sánchez alerta de la riqueza excesiva
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió que responder con la imposición de aranceles a la competencia sólo conduce a "la derrota colectiva", y que la concentración extrema de riqueza socava el crecimiento y corroe las instituciones democráticas.
Sánchez hizo estas consideraciones en su intervención en la primera sesión de la cumbre de líderes del G20 que se celebra en Johannesburgo.
El jefe del Ejecutivo destacó el momento de profunda incertidumbre que se vive en la actualidad tanto para la economía mundial, como para el desarrollo sostenible y el multilateralismo, y las consecuencias "aterradoras" de recortar la ayuda oficial al desarrollo.
Frente a ello, recalcó que cuando se elige la cooperación en lugar de la fragmentación, como cree que ocurrió en la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo que albergó la ciudad española de Sevilla el pasado verano, el progreso es posible.
El centenar de iniciativas adoptadas en esa reunión dijo que no son meras palabras y deseos, sino acciones tangibles, y entre ellas resaltó que hay varias lideradas por España ante el reto de la sostenibilidad de la deuda.
Pero advirtió de que la financiación por sí sola no es suficiente, ya que las perturbaciones del comercio, la fragmentación de la cadena de suministro y el aumento del proteccionismo están erosionando los cimientos del crecimiento mundial y deben abordarse con urgencia.
"Los aranceles no son un arma, son una barrera", avisó Sánchez, quien consideró que el exceso de capacidad industrial y la competencia leal son retos reales tanto para los países avanzados como para los países en desarrollo, y responder a ellos con aranceles sólo conduce a "la derrota colectiva".
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Por eso considera que es más urgente que nunca reforzar el sistema comercial multilateral, restaurar el papel central de la Organización Mundial del Comercio y actualizarla.
El presidente del Gobierno destacó que la desigualdad debe ocupar también un lugar central en la agenda del G20 porque "la concentración extrema de la riqueza socava el crecimiento, corroe las instituciones democráticas y alimenta la polarización".
Para abordar esta situación defendió una fiscalidad internacional justa porque no puede permitirse que se deshagan los avances logrados en materia de reforma fiscal mundial y son necesarias normas fiscales adecuadas para el siglo XXI.