23 días en la sanidad pública

Carlos Rodriguez Hernández

Cuando ingresas en un hospital entras en otro mundo completamente distinto al que te mueve tu vida diaria fuera de él. La sensación que te invade es que el tiempo se ha detenido, vives interno en un complejo residencial con horarios necesariamente estrictos para sus comidas y atención personal. No estoy hablando sólo del paciente al que atienden sino de los familiares que acompañan a sus seres queridos. 

En 23 días te da tiempo de analizar los comportamientos de todo el personal que atiende y cuida de tu padre. 

Cuando salimos de allí prometí a todo el personal que lo atendió dedicarle un artículo en este diario para que todo el mundo que pueda leer este escrito reflexione sobre lo necesario que es tener una sanidad pública de calidad.

Quiero personalizar y agradecer el trato recibido por todos los profesionales que se ocuparon de mi padre durante los 23 días y sus 23 noches, y requerir a infoLibre la amplificación de este mensaje para que ayude a considerar a todos los ciudadanos de bien de nuestro país, sobre la urgente necesidad de seguir defendiendo nuestra sanidad pública en todos los rincones de nuestra nación.

Espero que tengamos un gobierno que incremente personal, mejore las condiciones laborales de estos profesionales y dedique más inversión para nuestra sanidad pública

Muchas gracias al personal del Hospital Clínico de Salamanca y especialmente al bloque B de medicina interna en la segunda planta que trataron de manera extraordinaria a una persona de 89 años como si fuera su propio padre.

Agradecer la dulzura y profesionalidad con que trató la doctora Patricia y su ayudante Belén a una persona de tan avanzada edad. A las enfermeras y enfermeros Lucía, Alejandra, Natalia, Sara, Eva, Pablo. A las cuidadoras y cuidadores Juan Carlos (su amigo y compañero), Gilbert, Mar, Chelo, Geno, Marta, Graci. Y todos los que pasaron en sus turnos por la habitación 216-A, incluido el personal de limpieza atendiendo a Leonardo, mi padre. No quiero olvidar el trato recibido en atención primaria por los médicos Fernando y Beatriz. Un cariñoso abrazo para todos ellos. 

Por último recordar también a todas y a todos los indeseables que quieren desmantelar nuestro sistema público de sanidad y que no merecen recordatorio ya que sabéis bien quiénes son. Dejen de desprestigiar lo público y transferir pacientes a la sanidad privada para que los traten como clientes y utilizarlos para llenar sus cuentas de resultados. 

Espero que tengamos un gobierno que incremente personal, mejore las condiciones laborales de estos profesionales y dedique más inversión para nuestra sanidad pública. Aprovechen la cobertura universal y la red pública muy extendida en todo el territorio nacional para mejorar el sistema de asistencia. 

Para terminar, incrementen también los recursos para los profesionales de la atención primaria, pieza básica en el funcionamiento del sistema. 

Muchas gracias y a seguir luchando por una sanidad pública universal de calidad. 

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Carlos Rodriguez Hernández es socio de infoLibre.

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