Nacho Calle: “El PP ya prevé que Pedro Sánchez va a estar en La Moncloa hasta 2027”

Nacho Calle (Madrid, 1986) acaba de incorporarse a infoLibre como subdirector. Le avala una destacada trayectoria en el periodismo de investigación. Ha trabajado en medios como Maldita.es, Público o LaSexta, y ha participado en investigaciones transnacionales como Bahama Leaks, Paradise Papers o los Papeles de Panamá, un trabajo que recibió en 2017 el Premio Pulitzer. Estos antecedentes lo cualifican especialmente para juzgar la calidad de las últimas filtraciones a los medios sobre los mensajes de Ábalos con líderes de su partido. “Se intenta atraer el interés con algo más morboso o de cotilleo que de investigación periodística”, aclara al respecto Calle.

Filtraciones y filtraciones periodísticas

“Los inconvenientes históricos con las filtraciones periodísticas son su origen y cómo se utilizan. Pero el principal problema está en qué cuenta la filtración. En las filtraciones que hemos visto en los últimos días, no se está revelando nada que el poder tenía oculto y que sea de interés general, sino una conversación privada. Eso puede ser un gran problema para las verdaderas filtraciones periodísticas internacionales. Hemos visto muchísimas a lo largo de la historia: Papeles de Panamá, Wikileaks... Todas ellas tienen un filtrador detrás que realiza una operación, digamos, fuera de la legalidad, pero que revela historias que la sociedad necesita saber. Esas filtraciones tienen muchísima importancia a nivel periodístico y a nivel social. Puede ser un problema, por lo tanto, poner al mismo nivel una filtración de una conversación privada y un tema de interés público que la sociedad necesita conocer y que se revela periodísticamente. Creo que es un flaco favor que hacemos a la democracia y es una reflexión que en la profesión periodística deberíamos hacer”.

Evaluación al Gobierno

“El Gobierno en los últimos tiempos se ha enfrentado a situaciones totalmente inusuales. Hemos tenido un apagón absoluto en España y un colapso de los trenes por un robo de cable. Pero también tenemos que mirar otros datos: hemos obtenido cifras récord en España en el empleo; el desempleo está en sus horas más bajas; hemos tenido una revisión del PIB al alza. Creo que el Gobierno se está enfocando en temas prioritarios para mejorar la situación de los españoles a la vez que se está enfrentando a la gestión de situaciones adversas no previstas. Creo que en niveles macro la gestión del Gobierno está funcionando y se demuestra en que el Partido Popular, por ejemplo, acaba de dejar ver que ya prevé que la legislatura se va a completar. Eso significa que la gestión va bien”.

Adelanto del congreso del PP

“El adelanto del congreso del Partido Popular a julio creo que obedece directamente a una necesidad del propio Núñez Feijóo de revalidar o pasar un examen, digamos, de liderazgo de su partido. Llegó a la presidencia de la formación en 2022 encumbrado por los barones tras la salida de Pablo Casado después de una pugna interna con Isabel Díaz Ayuso. Además, el PP necesita llegar preparado al año que viene, a las elecciones en Castilla y León y en Andalucía, dos de sus feudos clásicos. Moreno Bonilla es un peso pesado y tiene que salir reforzado. Y no hay que olvidar que el partido todavía no ha cerrado cómo va a enfrentarse a Vox. A todo esto se añade que Feijóo necesita este cónclave para revisar los principios ideológicos del partido. El PP lleva ocho años sin hacer una revisión de este tipo y en todo este tiempo España ha cambiado muchísimo. Por último, es importante señalar que el Partido Socialista está más fuerte y el PP se debilita internamente cada vez más. Prevén que Pedro Sánchez se mantenga en La Moncloa hasta 2027 y, por lo tanto, tienen que reconstruirse si quieren hacer frente a este Gobierno de coalición que, por ahora, se mantiene fuerte, se mantiene unido y va a durar, según parece y según indican las encuestas”.

Reconstrucción del espacio a la izquierda del PSOE

“La izquierda debe hacer una reconstrucción de ese espacio político. Maíllo, desde Izquierda Unida, ha llamado en varias ocasiones a la unidad. También lo ha dicho Pedro Sánchez. Una izquierda fuerte puede permitir revalidar el Gobierno de coalición o hacer frente a la posible alianza entre Partido Popular y Vox que vemos cómo las encuestas les da una mayoría holgada. Por tanto, la única posibilidad de revalidar un Gobierno de coalición pasaría por una izquierda que vaya unida. El problema surge cuando aparecen partidos que buscan más la reconstrucción interna o su propia visibilidad. Hacer un movimiento unitario es muy difícil. Las posiciones están muy enfrentadas, pero tiene que haber altura de miras en ese espacio político y tiene que haber sentido de Estado porque va a ser la única forma de luchar contra la posible llegada de la ultraderecha al poder”.

Estados Unidos de Trump

“Estados Unidos, con las medidas que está tomando Trump, va a perder, sin duda, su posicionamiento hegemónico político internacional. Lo vemos muy bien con la retirada de ayudas internacionales a muchas organizaciones; la salida de los Acuerdos de París en temas medioambientales; la política migratoria de Trump —esa idea persecutoria contra las personas migrantes que llegan a los Estados Unidos o que ya están en Estados Unidos—... Todo ese tipo de políticas están empobreciendo el papel de árbitro que jugaba Estados Unidos en el mundo. En los últimos días hemos visto cómo Donald Trump ha intentado poner remedio a esta situación y ha puesto en marcha una política internacional de arbitraje muy amplia en grandes conflictos. Lo ha intentado con Hamás en el genocidio que está cometiendo Israel en Gaza. También en el conflicto entre Pakistán y la India. Y entre Putin y Zelenski en la guerra en Ucrania. Trump está intentando regresar a esa posición de árbitro internacional porque en otros aspectos ha perdido credibilidad. Aun así, esta situación está permitiendo que otros actores internacionales ocupen ese papel tradicional que tenía Estados Unidos hasta ahora”.

La democracia en peligro

“Nunca se puede dar la democracia por sentada. Nunca podemos estar absolutamente seguros de que no habrá algún problema que nos arrastre a movimientos antidemocráticos. Es una gran lección que dimos los españoles a todo el planeta cuando del Gobierno de la Segunda República se pasó a una dictadura de 40 años en España. Algunos ya están olvidando esa lección —hemos visto algunas encuestas en las que los más jóvenes demuestran desconocimiento sobre lo que pasó durante la dictadura de Franco—. Pero esa lección aprendida en España tiene que servir para que todo el mundo asuma que hay muchos enemigos de los movimientos democráticos. No pensemos en grandes actores, grandes conflictos, grandes guerras, invasiones... Es mucho más sutil. Lo vemos cada día con la desinformación. Periódicos como el nuestro, como infoLibre, dedicamos mucho tiempo a combatir la desinformación, pero cada vez es más difícil luchar contra las grandes empresas, contra los grandes intereses que están detrás de estrategias que buscan debilitar las democracias occidentales. Debemos estar muy atentos a qué movimientos y a qué acciones están debilitando las estructuras que mantienen fuertes los gobiernos democráticos”.

Desinformación organizada

“La desinformación es uno de los grandes problemas que tienen ahora mismo todos los países del mundo. Tenemos que aprender a enfrentarla porque es la gran amenaza para la democracia. Y la única forma que tenemos ahora mismo de poder trabajar contra la desinformación es que entre todos construyamos principios de credibilidad y que ayudemos a que, en los primeros estamentos de la vida social de las personas, es decir, en la educación básica, se enseñe a los estudiantes a tener un pensamiento crítico; a poder detectar la desinformación; a no consumir cualquier tipo de contenido a la gran velocidad a la que lo hacemos, ni compartirlo sin ningún tipo de filtro. Hay que enseñar a no contribuir a maximizar la difusión de ese tipo de contenidos; hay que crear estructuras sociales sólidas, como medios de comunicación más creíbles, más fuertes, más independientes, y después enfocarnos en la educación de la ciudadanía para que aprendan a detectar y a sospechar de lo que puede ser desinformación y aprender también a consumir información”.

Redes sociales e información

“Las redes sociales han sido una revolución en los últimos años, han facilitado la comunicación, la aparición de diferentes debates sociales, pero obviamente hay un riesgo. Nos ha faltado un gran debate a nivel internacional sobre el papel que juegan. Damos por hecho que los medios de comunicación tienen una responsabilidad y eso también confiere unos derechos a los profesionales que trabajamos en medios. Pero en las redes sociales hemos dejado muchísima libertad, algo positivo a priori, pero también muchísimos vacíos, algo que han utilizado ‘los malos’ para intentar colar sus discursos e intentar influir en procesos democráticos. Ha sucedido en X, pero también en Facebook y en otras redes. Está claro que necesitamos discutir su regulación y abrir debates como el que se produjo en Australia sobre el acceso de los menores a las redes sociales. O sobre el anonimato, que vemos que fomenta los ataques indiscriminados contra personas a las que se hace mucho daño. Lo hemos visto con algunos columnistas nuestros, de infoLibre. Se utilizan sus datos personales para atacarles en privado, y con la excusa del anonimato es muy difícil perseguir estas conductas. Algo no se está haciendo bien y se necesita trabajar mucho más en ese campo”.

Retos de la Inteligencia Artificial

“El tema de las inteligencias artificiales es un melón enorme. La IA ha venido para ayudar y tiene que quedarse. Debemos aprender a trabajar con ella. Todos. No hay que tenerle miedo. Pero debe existir una cierta regulación. Está, por ejemplo, el tema de los sesgos, que puede ser un gran problema si no lo supervisamos correctamente y, por lo tanto, a los propietarios de las empresas que desarrollan las IA hay que pedirles responsabilidad. No solo económica o penal, hablo de responsabilidad social. Tienen una gran labor en sus manos y, por encima de los intereses particulares de las empresas, tiene que estar el interés social. Tengo fe en ello. Pero debemos aprender a supervisar, a revisar cómo se implantan las inteligencias artificiales. Es un proceso muy complejo y todo va mucho más rápido de lo que la capacidad de sistemas burocráticos como por ejemplo el europeo pueden asumir. Pero tenemos que intentarlo porque es la única forma de controlar ese tipo de desarrollos”.

Hacia una nueva Europa

“Europa acaba de descubrir que el gran aliado que era Estados Unidos ya no es de fiar. La reflexión que tiene que hacer Europa es el papel que quiere jugar en el mundo. Creo que históricamente ha sido el de la diplomacia y del diálogo y creo que ese es el papel que tiene que seguir desarrollando la Unión Europea. Uno de los grandes problemas que estamos sufriendo en Europa es la criminalización del pacifismo. Europa siempre ha abogado por el pacifismo y ahora, por primera vez, eso se empieza a tambalear. Tenemos que luchar por que eso no pase. Tenemos que saber a qué nos referimos cuando hablamos de políticas de seguridad y defensa. No tiene que ser externalización de fronteras para el control migratorio cuando se ha demostrado que esa no es la solución; no tiene que ser armarse hasta los dientes, porque esas armas no se van a quedar en almacenes —cuando compras armamento es porque lo vas a usar antes o después, porque eso caduca, se estropea—. Por lo tanto, tenemos que saber hacia qué tipo de políticas vamos a ir y en qué marcos nos queremos mover. La Unión Europea tiene que crear marcos muy diferentes a los que nos están intentando imponer a través de conflictos, totalmente artificiales, como es la invasión de Rusia en Ucrania, la invasión de Israel en Gaza... Ese tipo de conflictos que lo que buscan es aumentar el nivel de discurso bélico en el mundo”.

Compleja gestión de la Unión Europea

“La Unión Europea tiene una virtud que es a la vez un defecto. Es una de las uniones internacionales más plurales del planeta, con países muy diferentes. Pero se están fomentando discursos extremistas. La UE tiene que intentar a toda costa que los discursos extremistas no calen en el interior de sus fronteras. Es una quimera, algo muy complicado. La desinformación no ayuda. Pero creo que la UE va en el camino correcto. Lo vemos en regulaciones para evitar, por ejemplo, el control de los medios de comunicación por parte de gobiernos. La gente vota y decide quién va a gestionar su país, pero hay que fomentar discursos positivistas y ser cada vez más propulsores de ideas que nos unan contra extremos que van a hacer daño a las democracias. Estamos pasando un bache con el problema del rearme. Se está intentando utilizar este marco bélico para cuestionar parte de cómo funcionamos como unión. Pero el lado positivo es que podemos fomentar discursos más democráticos, no dar alas a la desinformación o a movimientos que llevan a los extremos a países que hasta ahora eran democráticos”. 

Nuevas reglas internacionales, nuevas alianzas

“La Unión Europea se ha encontrado con un escenario inesperado que han sido las políticas de Trump y la pérdida de un aliado que estaba garantizado desde hacía muchísimos años. En el este tenemos un conflicto ya de varios años, el enfrentamiento con Putin. Ahí tampoco vamos a encontrar una alianza. La Unión Europea ha empezado a mirar a otros agentes internacionales —lo vimos hace bien poco con el viaje del presidente Sánchez a China— y va a tocar dialogar más con otros actores dentro de este tablero internacional. Mirar a países con los que hasta ahora no estábamos haciendo grandes alianzas o acuerdos porque teníamos garantizados otros. Mirar a China, pero también mirar muchísimo a Latinoamérica, algo que España tiene que liderar dentro de Europa. Tenemos que mirar a Canadá, a la India. Es algo en lo que la Unión Europea tiene que trabajar. Ya se ha empezado, pero por la acción de un gobierno extranjero como es el de Trump. Se van a tener que fomentar acuerdos y alianzas que hasta ahora estaban un poco en segundo plano y que cada vez son más urgentes”.

infoLibre en un panorama mediático complejo

“Los medios de comunicación sufren por el efecto de la publicidad. El modelo de infoLibre evita ese tipo de injerencias externas, de anuncios invasivos, del clickbait, de la búsqueda del visitante, del paracaidista —que es como llamamos a la persona que cae en tu medio de comunicación porque ha encontrado un titular llamativo, por ejemplo, en redes—. En infoLibre nos basamos en una idea de financiación que tiene detrás a los suscriptores y a las suscriptoras. Me parece un modelo maravilloso, un modelo con el que hay que trabajar muy duro porque hay que hacer contenidos de calidad. Hay que evitar como sea caer en la tentación de titulares llamativos, evitar a toda costa la desinformación, tener políticas de rectificación muy fuertes. Cualquiera pensará que es lo que los medios de comunicación deberían buscar siempre... Sin embargo, este modelo te respalda porque tienes una serie de personas que se sienten parte de tu proyecto. Son tu comunidad. Y, por lo tanto, se construye entre todos y te hace sentir una responsabilidad mayor. Creo que es el mejor sistema que hay ahora mismo, no tener que movernos por anunciantes o por los intereses de grandes empresas y basarnos más en crear comunidades que quieren estar bien informadas, que creen en la transparencia y que saben valorar que cuando te equivocas rectificas y lo haces públicamente”.

Más sobre este tema
stats