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‘Código Swift’, el mapa de carreteras que conecta a la banca internacional
El Código Swift es una combinación de números y letras, que puede tener entre ocho y once caracteres, clave para que las entidades bancarias se puedan comunicar. La organización Swift, siglas en inglés de Society for World Interbank Financial Telecommunication (Sociedad de Telecomunicación Financiera Interbancaria Mundial), se fundó en Bruselas en 1973.
Hasta el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania, pocas personas conocían la importancia este código. Pero con el comienzo de la guerra, la Unión Europea siguió los pasos de Estados Unidos y Canadá y decidió sancionar a Rusia con diferentes acciones. Una de las más importantes ha sido excluir al país del Código Swift, con lo que la mayor parte de sus bancos se quedan fuera de esta organización bancaria mundial. Esto significa que quedan bloqueados en el sistema que respalda todas las transacciones de pagos globales.
“Con la decisión de excluir a casi todos los bancos rusos de los pagos Swift, lo que hemos hecho es prohibir las importaciones. Por tanto, se trata de una medida muy dura”, ha señalado la presidenta de Banco Santander y de la Federación Bancaria Europea, Ana Botín, en una reciente entrevista. Y ha añadido: “Hemos excluido a los bancos rusos de la compensación en dólares y libras esterlinas y hemos congelado los activos de los bancos rusos en el Reino Unido y Estados Unidos. Son medidas muy duras y con un impacto muy real en la capacidad de Rusia para defender el rublo, por ejemplo. Esto llevará tiempo. No ocurre en un día”.
¿Por qué es fundamental? El código Swift se creó con el fin de que el sistema bancario internacional se pudiera comunicar entre sí, como si se tratara de una red de carreteras que unen países de todo el mundo. Su cometido es que los bancos internacionales puedan ordenar y recibir transferencias más allá de sus fronteras, utilizando una misma plataforma de mensajería, un lenguaje común y un sistema informático único que valide la información relacionada con pagos internacionales, tesorería, mercado de divisas (FX), trade finance y custodia, explica el Santander.
Ahora Swift es una cooperativa de sociedades financieras que presta servicios de mensajería cifrada a sus más de 11.000 socios. Sin este protocolo bancario sería mucho más complejo que grandes compañías, pymes, autónomos o usuarios particulares pudieran ordenar y recibir dinero desde otros países en sus cuentas.
Por ejemplo, si una persona que vive en España quiere enviar fondos a un familiar en México, necesitará identificar al banco de destino a través del Código Swift, además de datos básicos como el nombre, dirección y número de cuenta del destinatario para que la operación se pueda realizar. Cuando un cliente realiza una transferencia internacional a favor de otro, el banco emisor genera un mensaje cifrado que indica con todo lujo de detalles de qué manera llegarán los fondos al destinatario. En realidad, el Código Swift no guarda ni transfiere los fondos, sino que facilita que los bancos y otras empresas financieras se comuniquen mutuamente sobre las transacciones que están a punto de hacer. Otro de los aspectos importantes tiene que ver con la seguridad en las transacciones, gracias a la nomenclatura y cifrado que utiliza para validar y comprobar la autenticidad de los movimientos, añade la entidad cántabra.
La rapidez con las que se realizan las operaciones, al contrario de lo que sucedía antes, es otra de sus ventajas: es posible procesar un gran porcentaje de las transferencias internacionales en menos de 30 minutos, y la mayoría en el mismo día, gracias a nuevos estándares como Swift gpi Global Payment Initiative) que incorpora más velocidad y transparencia al tratamiento de los pagos.
Por todas estas razones, excluir a Rusia del sistema Swift hace que la operatividad de sus bancos se vea seriamente comprometida, ya que no pueden hacer ni cobros ni pagos internacionales con el resto de las entidades financieras que utilizan este sistema de mensajería tecnológico en todo el mundo.
Un código para cada entidad
Cada entidad bancaria tiene un Código Swift exclusivo, también conocido como BIC (Bank Identifier Code, en inglés). Este sirve para identificarse y, por lo general, está compuesto por una clave alfanumérica de 11 caracteres divididos en cuatro grupos. El primero son cuatro letras que corresponden al código asignado al banco; el segundo, dos letras que identifican al país; el tercero, dos letras que indican la localidad donde se ubica la entidad; y el cuarto, que es opcional, está formado por tres dígitos que identifican la oficina de destino. Por ejemplo, en Banco Santander, BSCH es el identificador del banco, ES corresponde a España, MM a Madrid, y XXX indica que la oficina realiza la liquidación de forma centralizada.
A pesar de tantos caracteres, conocer el Código Swift de un banco es muy fácil. La mayoría de las entidades financieras lo tienen disponible en los datos de la cuenta y se puede consultar en las aplicaciones móviles, la página web, los extractos bancarios o pidiéndola directamente en la sucursal bancaria. Además, en Internet existen páginas en las que es posible obtener el código Swift/Bic o, incluso, el Iban de una cuenta bancaria. Solo se necesita ingresar el número de la cuenta que se quiere consultar y una calculadora se encarga de indicar el código solicitado. la web comercial de Banco Santander en España o de Reino Unido cuentan con esta herramienta.
A veces es posible confundir el Código Swift y el Iban, pero la diferencia es clara y muy sencilla. El primero sirve para identificar al banco, mientras que el segundo sirve para identificar la cuenta.
Ayudas a Ucrania de Banco Santander
La expulsión de los bancos rusos del Código Swift no ha sido la única medida de apoyo a Ucrania tomada por las entidades financieras. Banco Santander ha anunciado que elimina las comisiones en las transferencias de los países europeos a Ucrania, la suspensión de las comisiones en cuentas y tarjetas para clientes ucranianos en Polonia (uno de los países donde está presente), el uso gratuito de los cajeros automáticos y el acceso permanente a dinero en efectivo en las sucursales y los cajeros. La entidad española, además, ha donado un millón de euros a Cruz Roja y ACNUR, y ha abierto dos cuentas para donaciones de sus empleados, cantidades que igualará. Por su parte, la gestora de fondos del banco española ha entregado 250.000 euros procedentes de las comisiones de su fondo solidario Santander Sostenible 1 a Cruz Roja y ACNUR para atender las necesidades más acuciantes de la población ucraniana.