Pasión Vega se adentra en el 'Lorca sonoro': "La poesía de Federico tiene una musicalidad increíble"

No tenemos sus restos, tampoco grabaciones de su voz, pero la presencia de Federico García Lorca sigue siendo evidente nueve décadas después de su muerte. Susurrando, iluminando y empujando la creatividad de multitud de artistas de todo tipo de disciplinas. El poeta granadino es la constante e inagotable fuente de inspiración a la que todos se acercan en algún momento. Y ahora es el momento de Pasión Vega (Madrid, 1976).

Porque la madrileña de nacimiento pero malagueña de por vida es la penúltima en adentrarse en el universo de Federico, en su caso con un álbum (de estudio pero grabado en directo) titulado Lorca sonoro, en el que desgrana la simbología lorquiana, haciéndola suya desde una profunda sensibilidad y mucho buen gusto, para devolvérsela al público con su cálida voz arropada por unos elegantes arreglos musicales de Jacob Sureda.

"Federico era músico y siempre que escribía poesía, aún quizás sin pretenderlo, eso ya no lo sé, él imprimía música a sus poemas, introducía en sus poemas partes como si fueran pequeños estribillos que te daban la pauta de que ese poema se podría musicar perfectamente en algún momento", apunta a infoLibre la artista, quien destaca que "era un hombre casi del Renacimiento, porque hacía de todo". "Escribió teatro, conferencias, poesías maravillosas. Y en sus obras incluía también coplas, tonadas", apostilla.

Y aún prosigue: "Él componía sus propias melodías para las obas de teatro y dejaba entrever ahí toda esa esencia de lo popular. Era un erudito, ahí están sus investigaciones sobre el flamenco. Todo eso ya te dice toda la gama de colores que tenía este señor tan maravilloso. Recuerdo perfectamente el día que de niña me aprendí la Baladilla de los tres ríos. Para nada fue algo forzado, porque la poesía de Federico tiene una musicalidad increíble. Tan increíble que a veces sin tú querer ya sientes que esa poesía te suena a algo".

Lorca Sonoro está integrado por diez temas en los que Pasión Vega recopila y hace suyas canciones que ya habían sido grabadas, "algunas más conocidas que otras". Es así como abre la puerta a músicos como Fito Páez (Romance de la pena negra) o Javier Ruibal (Por tu amor me duele el aire): "También la Canción de jinete, que interpretó Paco Ibáñez en su famoso concierto en el Olympia de París dejando al público impactado. Pero mucha gente no la conoce y creo que la versión que hemos hecho es muy misteriosa y te inspira la imagen del jinete que va hacia su destino cruel, que no es otro que la muerte".

También hay música original para la ocasión, por ejemplo de Jorge Marazu en la Baladilla de los tres ríos, un poema especial para la cantante, que quería darle la vuelta para expresar los tipos de idiosincrasia de Andalucía y, a su vez, adecuarlo a su estado emocional actual y a su "forma de entender en este momento" este poema que descubrió "de pequeñita". 

Otras canciones de Lorca sonoro son La tarara –"de origen sefardí, que continúa entre nosotros gracias a la labor de recopilación de Federico"–, Pequeño vals vienés –que empezó siendo una canción de Leonard Cohen en inglés, transformada en cante por Enrique Morente–, La leyenda del tiempo –poema que Ricardo Pachón musicó en su momento para la voz eterna de Camarón de la isla– o Nana de Sevilla –"una de las canciones que el mismo Federico recopiló en la voz de La Argentinita tocando él el piano"–. Al conjunto le ha dado forma Jacob Sureda como productor y arreglista, "con naturalidad para darle importancia a los textos, que son auténticas joyas".

Como Lorca tira mucho, no está en absoluto sola Pasión Vega en este viaje en el que cuenta con la compañía de Rozalén en Por tu amor me duele el aire, Elvira Sastre en Romance de la pena negra, Carmelo Gómez en Gacela de la muerte oscura y Juan José Téllez en Ojos verdes y Romance sonámbulo. Entre todos crean una pieza cultural transversal, ya que además de música y poesía es un disco engendrado también desde la literatura, la interpretación o la pintura, resultando en una obra compleja e integradora.

"Estas colaboraciones quedan plasmadas para siempre, no solo pasan en un concierto que lo está viendo la gente en directo, que es maravilloso también, sino que se queda ya en un disco, donde quizás no es muy habitual que haya poesía intercalada con canciones", explica la artista, que trasladará este concepto de transversalidad desde el estudio hasta los escenarios por los que pasará resucitando al poeta: Sevilla (26 de diciembre, Teatro de la Maestranza), Barcelona (27 de enero, Palau de la Música Catalana), Málaga (4 de febrero, Teatro Cervantes) y Madrid (6 de mayo, Teatro de la Zarzuela).

Espectáculos en vivo que son el fin en sí mismo de este proyecto, que "realmente está pensado para llevarlo al escenario y darle vida cada noche a cada canción con todo lo que va sucediendo en escena". Que no serán pocas cosas, por cierto, pues hay una parte "muy teatral" con presencia de Víctor Clavijo: "Estamos ahora en plenos ensayos con la directora de escena, Ana López Segovia, para mezclar este puzle que tenemos. Por un lado el actor, que tiene unos textos y unos personajes, y por otro yo que tengo mis canciones y mi parte de acting. Entre todos estamos creando un espectáculo multidisciplinar".

En plenos ensayos para estos espectáculos y con el disco ya publicado, confiesa Pasión que tiene la "sensación" de que por más que lee y va descubriendo cosas de Federico cada vez sabe "menos" de él. "Es muy misterioso y, además, su forma de escribir tan visceral y pasional y al mismo tiempo tan fantasiosa, hace que cada lector entre en un mundo diferente", apunta, añadiendo: "A lo mejor lo que yo estoy sintiendo cuando te escucho recitar un poema de Lorca no tiene nada que ver con el sentido que le estás dando tú. Yo creo que eso también crea una red de apertura total. Nadie nos dice 'esto es lo que quiere decir este poema de Federico', no, porque para mí significa esto y para ti otra cosa. Es muy simbólico todo y por eso hacer este álbum ha sido muy bonito y enriquecedor".

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Tanto es así que admite la artista que "ha aumentado" su pasión por el poeta en cualquiera de sus etapas: "Él pone su mirada en una primera etapa mucho más preciosista, por decirlo de alguna manera. Pero ahí está esa segunda en la que empieza a conocer mundo y ve que hay mucha gente marginada y que sufre, y se centra en ese mundo para expresar también la falta de libertad que a veces tenemos los seres humanos, a través del pueblo gitano, de los negros de Harlem, también de la posición social que tenía la mujer en ese momento, que no podía expresar sus deseos íntimos ni tenía libertad de expresión ni de ningún tipo. A través de la figura de la mujer habla de todos esos inconvenientes de aquella época, que fue tan brillante para las artes, pero en la que todavía había muchas cosas que denunciar. En ese sentido, él fue muy valiente, incluso con su propia homosexualidad en sus poemas, que en ese momento era algo muy transgresor, vanguardista y atrevido".

Todo eso es lo que ahora quiere comunicar Pasión Vega, cuidando forma y contenido en su pasión por el poeta, tendiendo "un puente para que toda esa magia y este talento de Lorca pueda seguir estando presente y renovándose en las nuevas generaciones". "Porque Lorca y aquellos poetas tienen todavía mucho que decir, son completamente actuales. No podríamos entender nuestra cultura, la cultura de este siglo XXI, sin esa generación del 27 con Lorca y tantos y tantos que se dejaron la vida y todo lo que se tuvieron que dejar por nuestras libertades y por el puro arte en sí mismo", remarca, reconociendo, asimismo, que sería un "regalo increíble" que los pequeños y los jóvenes se acercaran a Federico a través de estas canciones.

Y termina manifestando de nuevo su entrega absoluta, que es también la de tantos otros: "Casi toda la gente con la que he hablado que ha hecho proyectos sobre Federico, como pueden ser Miguel Poveda o el propio Javier Ruibal, te dicen que llega un momento que no puedes dejar de querer saber más sobre él. A mí, lo que más me sorprende es su originalidad, creo que no hay nadie que se parezca a Federico escribiendo. Él encontró una forma única de comunicarse con nosotros y creo que ese es el verdadero sentido del artista. Encontrar esa forma inimitable, absolutamente original y propia. Eso me cautiva, me embriaga y me hace querer saber todavía más sobre él".

No tenemos sus restos, tampoco grabaciones de su voz, pero la presencia de Federico García Lorca sigue siendo evidente nueve décadas después de su muerte. Susurrando, iluminando y empujando la creatividad de multitud de artistas de todo tipo de disciplinas. El poeta granadino es la constante e inagotable fuente de inspiración a la que todos se acercan en algún momento. Y ahora es el momento de Pasión Vega (Madrid, 1976).

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