POLÉMICAS TRIBUTARIAS

Andalucía eximirá del impuesto de sucesiones a 10.000 contribuyentes con herencias de más de un millón de euros

Juanma Moreno toma posesión como jefe del Ejecutivo andaluz.

Andalucía se va a unir a Madrid, Murcia, La Rioja, Extremadura y Canarias, las comunidades autónomas que han suprimido de facto el impuesto de sucesiones y donaciones. El pasado sábado, el nuevo Gobierno andaluz acordó aplicar una bonificación del 99% en la cuota del impuesto para quienes hereden de sus padres, de sus hijos, abuelos, nietos o sus cónyuges. Según los cálculos que ha hecho la Consejería de Hacienda, gracias a la medida 10.000 personas cuya herencia supere el millón de euros dejarán este año de pagar el impuesto de sucesiones. Los que heredaban por debajo de esa cifra ya estaban exentos de tributar desde el 1 de enero de 2018, cuando entró en vigor la rebaja fiscal aprobada por la socialista Susana Díaz tras pactarla con Ciudadanos.

La bonificación del 99% la disfrutarán sólo los herederos que se integran en los llamados grupos I y II de parentesco: descendientes y adoptados, cónyuges, ascendientes y adoptantes. Los grupos III y IV –hermanos, sobrinos, tíos, primos, parientes más lejanos y extraños– seguirán pagando el impuesto de sucesiones como hasta ahora, con las mismas reducciones que les permite la ley –si heredan una empresa o la vivienda habitual del fallecido, o por discapacidad, por ejemplo–. El mínimo exento de un millón de euros que se fijó el año pasado se mantendrá para que quienes reciban un patrimonio por debajo de ese umbral no tengan que pagar el 1% que a partir de ahora será la tasa general.

En total, la Hacienda andaluza asegura que debido a la reducción al mínimo del impuesto de sucesiones dejará de ingresar este ejercicio 40 millones de euros, según el cálculo que la consejería ha facilitado a infoLibre. Aún no están disponibles los datos de recaudación de todo 2018, sólo de los tres primeros trimestres. Así, hasta septiembre, el fisco ingresó por este tributo 158,99 millones de euros –143,75 millones por sucesiones y 15,24 millones por donaciones–, 28 millones menos o un 15% por debajo de lo recaudado en los nueve primeros meses de 2017, cuando la exención era sólo hasta 250.000 euros.

Si se calcula para 2018 una recaudación del entorno de los 200 millones de euros, la merma de recaudación ocasionada por la rebaja fiscal del anterior Gobierno andaluz puede alcanzar el 45% respecto de 2017, cuando se ingresaron 364,2 millones de euros en concepto de sucesiones y donaciones, según los datos definitivos para ese ejercicio que publica el Ministerio de Hacienda. En cifras absolutas, el recorte fiscal del anterior Ejecutivo puede ascender entonces a unos 164 millones de euros; es decir, la bonificación casi total decidida por el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla tendrá un impacto sobre la recaudación cuatro veces menor.

Ante las cámaras de La Sexta, el flamante presidente andaluz presentó la rebaja fiscal como “una medida contra el desempleo”. “Los territorios que bajan la presión fiscal atraen inversiones y eso genera empleo”, explicó. También aseguró que Andalucía sufre “una de las presiones fiscales más altas de España” y que, por ese motivo, “hay muchas personas que no se censan” en la comunidad.

Hasta septiembre de 2018, se presentaron un total de 229.489 declaraciones del impuesto de sucesiones, de acuerdo con las estadísticas de la propia Consejería de Hacienda. Todos los herederos están obligados a presentarlas –un modelo 650– en los seis meses siguientes al fallecimiento del testador, aunque su resultado sea cero euros. Con el umbral de un millón de euros aplicado en 2018, el número de liquidaciones que resultó en pago a Hacienda fue de sólo 23.693 en los tres primeros trimestres, el 9,8%. De ellas, 14.363 fueron por sucesiones –el 6,2%– y 9.330 por donaciones –el 91,6%–. Respecto a 2017, cuando el mínimo exento era inferior, 250.000 euros, el número de declaraciones aumentó en un 13%. También subió la cifra de las declaraciones con resultado positivo, un 4,5%, que asciende al 7,7% si se consideran sólo las sucesiones.

Además, de las 14.363 declaraciones de sucesiones con ingreso asociado presentadas en los nueve primeros meses de 2018, 12.379 gozaron de reducciones de cuota, el 86%, frente al 84,4% de un año antes. Entre estos beneficios fiscales, el más aplicado fue el de parentesco –lo disfrutaron el 98%–. Le siguen las reducciones por adquirir una explotación agraria, un 38%, y por tener un seguro de vida, el 4%, así como por adquirir la vivienda habitual del fallecido, un 2% –un heredero puede acceder a más de un tipo de reducción, de ahí que sumen más del 100%–.

Cataluña recauda 433,4 millones y Madrid 410,9

En total, el Estado recaudó por este impuesto en 2017 –último ejercicio del que el Ministerio de Hacienda facilita datos– en las comunidades de régimen común 2.411,3 millones de euros, un 1,4% más que el año anterior. A esa cifra hay que añadirles los 161,3 millones –un 2,5% más que en 2016– ingresados por el País Vasco y Navarra, que tienen su propio régimen fiscal. Este tributo es uno de los cedidos a las comunidades autónomos, que tienen competencia para modificar los tipos establecidos en la norma estatal que lo regula, una ley de 1987.

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Es lo que han hecho casi todas las comunidades autónomas. Madrid, La Rioja, Murcia, Canarias y Extremadura –a partir de ahora también Andalucía– aplican bonificaciones del 99% para los herederos de los grupos I y II de parentesco, lo que significa en la práctica la desaparición del impuesto en sus territorios. Pero el resto ha establecido numerosas reducciones y exenciones. Aragón permite bonificaciones del 65% para bases imponibles inferiores a los 100.000 euros. La bonificación en Cantabria para los grupos I y II alcanza el 90% como regla general, a no ser que el patrimonio heredado no supere los 100.000 euros, en cuyo caso el beneficio se eleva al 99%. En Castilla-La Mancha, el descuento es del 80% si la herencia supera los 300.000 euros, pero del 100% si es inferior. Cataluña aplica bonificaciones decrecientes del 99% al 20% e inversamente proporcionales a la base imponible. Asturias exime de pagar a quienes hereden menos de 300.000 euros si pertenecen a los grupos I y II de parentesco, bonifica el 99% si se reciben una explotación agraria y el 95% si se les lega una empresa.

Tras aplicar este amplio esquema de beneficios fiscales, la comunidad autónoma que más recauda por este impuesto es Cataluña, con unos ingresos en 2017 de 433,4 millones de euros –la que tiene tipos más altos–, seguida de los 410,9 millones de Madrid, pese a que su bonificación es la máxima. Andalucía era hasta ahora las tercera de la clasificación, con 364,2 millones, pero bajará unos cuantos puestos en 2018, con la rebaja pactada por Susana Díaz con Ciudadanos, y volverá a hacerlo este año, con la práctica exención total del impuesto pactada por el nuevo Gobierno de PP y Ciudadanos –que ostenta la Consejería de Hacienda–. En 2017 la comunidad andaluza ya redujo su recaudación por este tributo en un 4% respecto a 2016, pero más la recortaron Canarias –un 29%–, Extremadura –13,3%–, Asturias –un 12,5%–. Esas mermas de recaudación fueron la consecuencia de aplicar ese año bonificaciones al 99% –Extremadura y Canarias– y nuevas reducciones –Asturias–.

Por el contrario, dispararon sus ingresos La Rioja –un 41,6%–, la Comunidad Valenciana –39,1%– y Baleares –26,5%–.

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