Pensiones

La doble cara de los fondos de pensiones de Escrivá: garantía pública para los que puedan ahorrar y más desigualdad para las rentas bajas

Jubilados y pensionistas protestan en Bilbao para reivindicar unas pensiones públicas dig nas.

El Gobierno de coalición se dirige inexorablemente hacia la creación de un fondo público para gestionar las pensiones, una iniciativa recogida en los últimos Presupuestos Generales del Estado. Un modelo con defensores y detractores y que, ciertamente, se ha reproducido en los últimos años. Solo los 100 mayores fondos de pensiones públicos del mundo gestionan casi 15 billones de euros, encabezados por norteamericanos y asiáticos. 

Según corroboran en el Ministerio de Seguridad Social, se está pensando en un modelo que podría definirse como "vasco-británico" y que aún está por desarrollar. El ministerio que tutela José Luis Escrivá ha estado estudiando con lupa sendos modelos, ya que le interesan del fondo de pensiones británico Nest y del modelo de Euskadi, las Entidades de Previsión Social Voluntaria, EPSV. También de las cosas que ambos tienen en común, como las "bajas comisiones" para participar de estos planes de pensiones o la "rentabilidad neta competitiva". "Facilitan el ahorro para la jubilación con el mínimo esfuerzo", indican fuentes del ministerio. 

Sin embargo, también tienen sombras: aunque se beneficia una parte más grande de la población del ahorro generado durante la vida laboral (alrededor de un 10% en España tiene planes de pensiones, la mayor parte individuales, frente al 50% de trabajadores en País Vasco que cuenta con una EPSV), otra parte muy grande, la que percibe pensiones más bajas, no se beneficia en absoluto. No por nada, uno de los epicentros del movimiento yayoflauta (jubilados indignados) es la provincia de Bilbao y uno de los blancos de sus ataques son las EPSV. Este mismo año pedían acabar con la fiscalidad ventajosa de estas pensiones complementarias. 

A diferencia del modelo vasco, la gestora que gestionará el vehículo que diseña Escrivá será privada (en Euskadi lo gestiona el Gobierno autonómico), aunque la titularidad sea pública, tal y como avanzó El Mundo la semana pasada. "No tengo muy claro que el modelo de fondos públicos de pensiones resuelva la cuestión de la sostenibilidad de las pensiones", advierte el economista Alejandro Inurrieta, quien entre otros menesteres formó parte del equipo económico de José Luis Rodríguez Zapatero. Estas son las principales características de los fondos de pensiones cuyos parabienes la Seguridad Social quiere copiar:

–Más ahorradores. Un dato innegable que, a la postre, termina ahondando en una mayor desigualdad cuando toca jubilarse debido a los excluidos. Lanzado en 2012, el fondo Nest de Reino Unido contaba en 2019 con 8,5 millones de socios. En País Vasco, 485.936 abonados para una masa de población activa inferior al millón. 

–Obligación de las empresas. Aquí hay diferencias entre el Reino Unido y el País Vasco. Mientras que en la región española las EPSV negociadas por sectores obligan a todas las empresas de esos gremios profesionales -más de 20, que van desde los panaderos hasta los vendedores de mueble- a realizar aportaciones para la pensión complementaria de sus asalariados, en el modelo británico las entidades solo se ven forzadas a contribuir al plan de pensiones si su trabajador aporta igualmente. "Si así ocurre", indican fuentes gubernamentales "el Estado también contribuye, con lo que se incorpora a la cuenta de ahorro para la pensión". 

En España y fuera de Euskadi solo cuentan con algo parecido a los denominados planes de empresa la mutua para los empleados del sector aéreo, llamada Loreto, y los trabajadores de las factorías de Renault en Valladolid y Palencia, ambas con antiguos modelos de mutualidad de previsión social que todavía funcionan. Por sectores, el comercio de flores y plantas (floristerías), bingos y centros de jardinería están dotados de sistemas de prevención conjunta, esto es, que las empresas y los trabajadores aportan a estos sistemas para la posterior jubilación de sus operarios. 

–Solo aptos a partir de rentas medias-altas.Según un estudio ya algo lejano (2014) efectuado en País Vasco, un esbozo de rentabilidad mínima se obtendría a partir de destinar el 5% de un salario de 25.000 euros anuales. De esta manera, el trabajador obtendría un complemento de unos 85.000 euros siempre que se jubile a los 65-67 años. En Reino Unido y de acuerdo con la información facilitada al rotativo The Guardian por parte del fondo Nest, el nivel mínimo de contribución para obtener la rentabilidad mínima se realizaría a partir de un sueldo de 29.588 libras (26.577 euros). 

En Euskadi una de las clases más beneficiadas por las EPSV es el personal funcionario. Voces del Ejecutivo central destacan "la Generalización de los planes de previsión entre los empleados públicos". De acuerdo con un comunicado lanzado en julio de 2019 por la Coordinadora Estatal de Pensiones, Coespe, federación a la cual pertenece el aguerrido Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, las EPSV "intensifican las desigualdades sociales al favorecer a las rentas altas". Coespe carga contra las "desgravaciones fiscales a costa de los impuestos que pagamos el conjunto de la población, limitando los recursos que las haciendas forales dedican a gasto social". Navarra, que cuenta con una hacienda foral propia, no ha promovido nunca las EPSV a diferencia del Gobierno vasco, que las impulsó en los años ochenta y noventa. 

"La capacidad de ahorro de la mayoría de los trabajadores en España es igual a cero", critica Inurrieta. "Los fondos de pensiones púbicos tienen los mismos defectos que los privados. ¿Quién ahorra por ti? Tú y tu empresa. Así que ¿cómo vas a generar ahorros para tu jubilación si la nómina apenas te llega para vivir?". 

–¿Favorecen la sostenibilidad de la hucha de las pensiones? Preguntado a este respecto, el economista Stuart Medina, divulgador de la Teoría Monetaria Moderna, se revuelve al otro lado del teléfono: "Los fondos estatales, regionales o locales de pensiones forman parte del mito neoliberal de que las pensiones no son sostenibles, una falacia: las pensiones son sostenibles porque hay un excedente productivo en la economía entre los que trabajan y los que no". 

De hecho, favorecen el ahorro privado de una buena parte de la población, pero no resuelven el problema. En este sentido, fue sintomática la reunión que mantuvieron los pensionistas hace dos años con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi. Los jubilados precarios señalaron a Otegi que las EPSV gozan de "ventajas fiscales injustificables, no cotizan a la Seguridad Social y constituyen el instrumento elegido por el PNV para descapitalizar y atentar contra el Sistema Público de Pensiones". El líder de la izquierda abertzale se mostró de acuerdo en todo pero prefirió guardarse su opinión sobre la ruptura de la cajá única de las pensiones en España ante los manifestantes, ardientes defensores...

"La sostenibilidad consiste en acabar con el desempleo y dar buenas condiciones de trabajo", agrega Stuat Medina. "¿Se ha fijado usted en que a los expertos nunca les preocupa la sostenibilidad del gasto público en Defensa o la sostenibilidad del gasto hacia la Casa Real? Siempre son las pensiones. La mejor política es mantener a la gente trabajando dentro de 20 años".

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–Gestión pública o privada. País Vasco y Reino Unido difieren notablemente. "Las EPSV tienen personalidad jurídica propia y no precisan de una Entidad gestora para administrar su patrimonio", indica el Gobierno vasco en su web. "Carecen de ánimo de lucro, los órganos de gobierno están formados por sus propios socios y su composición es democrática". Asimismo, la supervisión de estas entidades, al igual que su control, corresponde al Ejecutivo autonómico y no a la administración del Estado". En Gran Bretaña es totalmente diferente. Y es el modelo en el que ha pensado Escrivá: "una garantía estatal y una gestión profesional independiente", confían las fuentes consultadas. 

La gestión, pues, difiere completamente y Nest efectúa inversiones con elevado riesgo financiero, aunque también se ha dotado de criterios éticos para no invertir en entidades que atenten contra los derechos humanos o contra la salud. Las cinco mayores participaciones del fondo en 2019 se realizaron, por este orden, en Microsoft, Apple, Alphabet (Google), Amazon y Facebook. La dependencia de Nest con Silicon Valley es muy elevada. 

Algo similar ocurre en las EPSV, que han invertido ya 1.000 millones de los más de 24.000 millones de euros de activos que tiene en cartera solo en el "desarrollo económico" de Euskadi. "Las EPSV no pueden invertir dónde y cómo quieran, ya que sólo pueden hacerlo en los activos declarados aptos por la Ley (deuda pública, acciones, bonos, inmuebles, etc.) y dentro de los porcentajes fijados por la misma", señala su propia web.

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