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Plan de recuperación

Fondos europeos, fase préstamos: financiación abundante y ágil para otro gran impulso a la economía

La ministra de Economía, Nadia Calviño, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúnen en La Moncloa, en marzo de 2022, en Madrid.

El Gobierno ha tirado de la palanca que pone en marcha la siguiente fase de Plan de Recuperación, que se espera que tenga un fuerte impulso y de manera más rápida en la economía española. Esa palanca es lo que se conoce como la adenda, un documento que modifica el Plan de Recuperación inicial para dar más énfasis a las partidas con mayores demandas. La gran novedad es que esta fase incluye por primera vez la solicitud de préstamos a Bruselas, no solo subvenciones, que tendrán condiciones muy ventajosas para la administración pública y las empresas y que agilizarán los trámites, al tener menor carga burocrática.

En total pueden ser hasta 84.000 millones de euros. Para poner en contexto esta cifra, la cuarta oleada de subvenciones europeas, que debe solicitar el Gobierno próximamente y que es una de las de mayor tamaño, está cifrada en 11.494 millones. Las administraciones ya han organizado líneas de financiación valoradas en 66.328 millones, que van mayoritariamente dirigidas a las comunidades autónomas para que inviertan en siete ejes, así como a la transición verde de las empresas. 

Me parece positivo que el Consejo de Ministros haya hecho esta adenda al Plan de Recuperación”, ha explicado a infoLibre José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea de Madrid. “Hay que tener en cuenta que los fondos de recuperación van a ser fundamentales para el crecimiento económico y el estímulo de la inversión. También para todo lo que tiene que ver con la transición ecológica. Determinadas infraestructuras son necesarias estimular con estos fondos. Y para afrontar lo que es la recuperación post pandemia”.

El PP ha cargado duramente contra el Gobierno, por enviar la adenda antes de las elecciones. El plazo para presentarla ante la Comisión Europea es hasta el 31 de agosto y el Ejecutivo ha tomado la decisión de enviarla ya, por las complicaciones que se pueden generar a la hora de transferir los nuevos equipos ministeriales tras el 23J, algo que será inevitable aunque Pedro Sánchez continúe en La Moncloa.

Fuentes gubernamentales han afirmado a infoLibre que la adenda no es algo “cerrado”: se puede modificar en cualquier momento, sea quien sea el que gane las elecciones. La Comisión Europea tendrá hasta dos meses para dar luz verde, ampliable un mes más, algo que ocurrirá con toda seguridad para dar margen al nuevo Gobierno que salga de las urnas. Esto podría ser entre septiembre y octubre.

Mucho dinero y muy ágil: una segunda gran inyección a la economía

España ha apostado por el camino inverso al de Italia. El país transalpino organizó su propio plan de recuperación de manera que primero tuvieron más peso los préstamos y ahora llega el momento de las subvenciones. Las diferencias entre unas y otras es evidente: unos fondos se tienen que devolver y otros no. Pero los reembolsables tienen sus propias ventajas: al no ser dinero público a fondo perdido, la fiscalización es menor, y con menos burocracia, la inyección llega más rápido a las administraciones públicas, a las empresas y a los hogares. 

“Los préstamos pueden ser una herramienta muy útil para impulsar las inversiones”, añade el profesor Corrales. “Van a proporcionar capital adicional a las empresas para financiar proyectos o iniciativas, para fomentar la innovación y para estimular la ejecución con nuevas tecnologías. En el contexto del Plan de Recuperación, los préstamos pueden desempeñar un papel importante a la hora de facilitar el acceso a la financiación de empresas y emprendedores”, añade el académico.

Hay que poner en contexto en qué momento llega esto: los expertos coinciden en que los tipos de interés no van a subir mucho más de lo que ya están. Es decir, los créditos y los préstamos se han encarecido hasta llegar a cerca de lo que el Banco Central Europeo parece dispuesto a llegar. Esta herramienta da un plan B para las empresas que quieran invertir puedan hacerlo más barato de lo que ofrecen los bancos. España ha optado por empezar por las subvenciones, con un impacto inicial menos inmediato, y ha reservado los préstamos para este momento, que es más propicio, al estar el crédito más caro.

Esto supondrá un mayor endeudamiento para las administraciones o empresas que los pidan, pero las condiciones serán muy ventajosas. Tendrán un vencimiento a largo plazo, de 30 años, con un período de carencia [período en el que no se paga interés] de 10 años en el reembolso del principal. El interés será variable, dependiendo del coste medio de financiación de la Comisión Europea.

“En un contexto de restricción monetaria, el acceso a financiación más barata puede suponer una ventaja significativa para las empresas. Esto les permitiría obtener capital a tasas de interés más bajas, lo que reduciría sus costos financieros y les daría la posibilidad de realizar inversiones, expandirse o financiar proyectos de manera más asequible. Además, podría facilitar el acceso al crédito para aquellas empresas que de otra manera podrían tener dificultades para obtener financiamiento”, explica José Manuel Corrales.

¿Podría suponer esto un motivo de enfado para los bancos? Al tener una vía de financiación más barata, las empresas podrían dejar de pedir créditos y dirigirse a los fondos europeos. El profesor considera que no: “En el caso de préstamos bancarios tradicionales, los bancos todavía desempeñarían un papel importante. La relación de confianza establecida con los clientes, la capacidad para ofrecer servicios bancarios integrales y otros productos financieros seguirían siendo valiosos para muchas empresas”, opina.

El destino: hidrógeno verde, autoconsumo, vivienda asequible…

Fuentes gubernamentales han explicado a infoLibre que han aprovechado la adenda para modificar el peso que se les ha dio a algunos ejes del Plan de Recuperación inicialmente. Por ejemplo, el Gobierno observa un boom de demanda de fondos en el sector del autoconsumo energético y en proyectos de hidrógeno verde, y por este motivo, van a darles más peso, tanto en los nuevos fondos como en préstamos.

Aún se desconoce el mecanismo que utilizarán las empresas para solicitarlos, pero sí que será el Tesoro el que recepcione los fondos y los vaya distribuyendo. El Gobierno ha presentado líneas para ir canalizando el dinero de manera estratégica, en los que han asignado, de momento, unos 66.000 millones

La partida más cuantiosa es el Fondo de Resiliencia Autonómica, una línea de 20.000 millones destinada a las regiones para que inviertan en siete ejes: vivienda social, transporte sostenible, competitividad industrial, innovación, turismo sostenible, economía de los cuidados y gestión de aguas y transición energética. La segunda gran línea es la Verde, tramitada por el ICO, que aumentará en 15.000 millones la financiación disponible para la transición ecológica. Otra línea de 7.000 millones estará destinada al crecimiento empresarial, de los que 1.000 millones irán a las empresas de turismo sostenible. 

Hay diferentes líneas destinadas a sectores, que se adecuarán a las particularidades de cada uno para agilizar el trámite. Entre estos habrá un fondo para start-ups tecnológicas, otra de vivienda social en alquiler, otro para ciberseguridad, para el sector audiovisual, para empresas especialmente afectadas por la pandemia o para pymes.

Los préstamos van a tener un peso fundamental en algunos de los PERTE prioritarios para el Gobierno. Por ejemplo, en el PERTE de microelectrónica y semiconductores, que pretende canalizar inversiones para que las empresas diseñen y produzcan chips en España, está dotado de 12.000 millones de euros, de los que 10.000 serán préstamos. También en el apoyo a pequeñas empresas tecnológicas. Según fuentes gubernamentales, la idiosincrasia de estos sectores hace que el mecanismo más ágil sea más útil, aunque luego tengan que reembolsar el dinero. Las grandes empresas tienen más medios para cumplir todo el proceso que implica pedir una subvención a fondo perdido, inciden las mencionadas fuentes.

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