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El PIB creció un 0,5% en el tercer trimestre y acelera su avance interanual hasta el 1,6%
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó este jueves que la economía española creció un 0,5% en el tercer trimestre del año, igualando el avance logrado en el segundo trimestre. Con el alza trimestral del PIB entre julio y septiembre, la economía española ya acumula cinco trimestres consecutivos de crecimientos.
Con el cambio a la nueva base 2010, el INE ha revisado los datos de trimestres anteriores, de modo que del crecimiento del 0,6% inicialmente publicado para el segundo trimestre se ha pasado a un 0,5%, la misma tasa a la que creció el PIB en el tercer trimestre. Según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada por el organismo estadístico, la tasa interanual avanzó un 1,6%, tres décimas más que en el trimestre anterior, encadenando así su cuarta tasa positiva tras diez trimestres consecutivos de retrocesos interanuales.
El INE explicó que la aceleración en la variación interanual del PIB es consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional (2,5 puntos frente a 2,2 puntos en el trimestre anterior) y del mantenimiento de la contribución de la demanda externa en -0,9 puntos.
El consumo y la inversión moderan su crecimiento trimestral
El consumo de los hogares mostró en el tercer trimestre del año un crecimiento trimestral del 0,8%, inferior en una décima al del trimestre anterior (0,9%) y ya suma seis trimestres consecutivos en positivo. El gasto de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares se estancó, mientras que las administraciones públicas elevaron dos décimas su gasto, desde el -0,1% del segundo trimestre al 0,1% en el tercero.
La inversión, por su lado, se incrementó un 1% respecto al trimestre anterior, siete décimas menos que en el segundo trimestre, con un avance del 0,6% en la inversión en construcción, dos décimas menos, y un crecimiento del 1,7% en la de bienes de equipo, moderando en casi dos puntos el dato del segundo trimestre.
En el tercer trimestre, las exportaciones aceleraron más de dos puntos su ritmo de avance, desde el 1,3% al 3,5%, frente a un crecimiento de las importaciones algo superior, del 4,7%, y que superó en más de dos puntos al del trimestre precedente (2,6%).
El consumo tira del PIB interanual
En tasa interanual, la economía española creció en el tercer trimestre un 1,6%, gracias a la demanda interna y a que la demanda externa no aumentó su contribución negativa al PIB. Uno de los principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo, presentó en el tercer trimestre del año una mayor variación anual que en el trimestre anterior, al contrario que la inversión, que moderó ligeramente su ritmo de avance.
En concreto, el gasto en consumo final de los hogares creció un 2,7% en el tercer trimestre del año en tasa interanual, cuatro décimas más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, gracias a la mejora generalizada de todos sus componentes.
Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas aumentó un 0,9% en tasa interanual en el tercer trimestre del año, dos décimas más que en el trimestre anterior, mientras que la inversión registró un crecimiento interanual del 3,1%, una décima menos, debido a que la inversión en bienes de equipo aumentó tres puntos menos de lo que lo hizo en el segundo trimestre (9,5% frente a 12,7%).
En el caso de la construcción, la inversión en este sector recortó ocho décimas el descenso interanual que había experimentado en el segundo trimestre, hasta el -1,2%, gracias al mejor comportamiento de la inversión en inmuebles residenciales y no residenciales.
Exportaciones e importaciones aceleran su avance anual
En el tercer trimestre del año, la contribución negativa de la demanda exterior neta se mantuvo respecto al trimestre anterior en -0,9 puntos. Las exportaciones de bienes y servicios aceleraron más de tres puntos su crecimiento interanual, desde el 1,5% al 4,6%, mientras que las importaciones crecieron un 8,2%, frente al aumento interanual del 4,8% del trimestre anterior.
Desde la óptica de la oferta, casi todas las ramas de actividad presentaron en el tercer trimestre un mejor comportamiento interanual que entre abril y junio, con excepción de la industria, que registró una tasa anual del 0,9%, frente al 1,4% del trimestre anterior.
Por su parte, el valor añadido bruto de los servicios creció un 1,6% en el tercer trimestre, frente al avance del 1,3% registrado en el trimestre anterior, mientras que la agricultura mostró un crecimiento del 8,4% (3,8% en el trimestre anterior), y la construcción mejoró 1,4 puntos su tasa interanual, hasta el -0,4%.
221.000 empleos más en un año
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció un 0,5% respecto al trimestre anterior, dos décimas menos que en el trimestre anterior.
En tasa interanual, el empleo registró un avance del 1,4%, seis décimas más que entre abril y junio, lo que supone la creación neta aproximada de 221.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año. En el tercer trimestre, sólo la agricultura mostró un peor comportamiento del empleo que en el segundo trimestre, al registrar una caída del 2,7%, en contraste con el descenso del 1,4% de abril-junio.
Por su parte, la ocupación en los servicios creció un 1,6% interanual, una décima más, y la industria aceleró más de dos puntos el avance de puestos de trabajo, desde el -0,7% del segundo trimestre al 1,8% en el tercero. Mayor que en la industria fue la mejora vivida por la construcción, que ha pasado de una tasa del de ocupación del -4,1% al -0,1%.
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Se modera la productividad por puesto de trabajo
Según el organismo estadístico, la mejora de la ocupación también llegó al empleo asalariado, que creció un 1,8% interanual en el tercer trimestre, cinco décimas más que en el trimestre anterior. Por su parte, el empleo no asalariado registró una contracción del -1%, moderando el recorte del periodo abril-junio (-2,2%). Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del 0,5% del segundo trimestre al 0,3%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada disminuyó seis décimas, hasta el 0,8%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del 1,7% al 1,6% por el aumento del número de asalariados (del 1,3% al 1,8%) y por el descenso en cinco décimas de la remuneración media por asalariado (del 0,4% al -0,1%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el -0,4%, igualando la variación del deflactor implícito de la economía (-0,4%).