Sordo pide una democracia "vacunada" de la corrupción y libre de la "amenaza ultra" en el XIII Congreso de CCOO

Unai Sordo presenta las propuestas más relevantes del 13 Congreso Confederal del sindicato, este miércoles en Madrid.

Este jueves ha tenido lugar en Madrid la primera sesión del XIII Congreso Confederal de Comisiones Obreras (CCOO) en la que Unai Sordo (Barakaldo, 52 años) ha intervenido antes de que se produzca su reelección como secretario general, ya que hay una única lista que él mismo encabeza. En el evento, han intervenido varios miembros del sindicato y además la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE y el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez. También han estado presentes Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo; Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública y Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia.

Sordo se refirió en su discurso al sindicalismo como una herramienta democrática e hizo referencia a la actualidad, señalando que “hoy defender la democracia es hacerlo de la amenaza ultra, pero también vacunarla de la corrupción”, afirmó en referencia al ‘caso Cerdán’. “España tiene que dejar atrás esos cuadros costumbristas del comisionismo y el uso fraudulento de los recursos que son de todos”. Sordo, que llegó al cargo en 2017, se presenta a su tercer mandato al frente de la organización, aunque ya ha anunciado que será la última vez que opte al cargo. Su recorrido comenzó en el País Vasco, primero al frente de la Secretaría de Juventud y posteriormente como Secretario General autonómico. 

“Se planteó que los bajos salarios tenían que ser la fórmula de atracción de inversión, es el momento de transformarlo, de que las buenas condiciones de trabajo impulsen empresas que se hagan rentables con fórmulas alternativas”, señaló en referencia al modelo productivo. Sobre la continuidad del Gobierno, dijo que la legislatura que quedase por delante tendría que dar “certidumbre y expectativas a la mayoría social” e insistió en avanzar en reformas como la reducción de jornada o el despido.

Uno de los temas que han estado muy presentes es el avance en la tramitación de la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales, que sigue pendiente de que se reúna una mayoría para su aprobación. Preguntado por el ‘caso Cerdán’ y las tensiones que está poniendo sobre la legislatura, Pepe Álvarez señaló a su llegada que “la corrupción es incompatible con el sindicalismo de clase” y reiteró que no ve peligrar la reducción de jornada “más que antes”.

Una reducción de jornada “a la primera”

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, intervino en el evento y también hizo referencia al escándalo de corrupción. Habló del desencanto de la ciudadanía, de la “repugnancia” de la corrupción, “y muy especialmente por esos audios referidos a las mujeres”, señaló. También reiteró la intención de que el Gobierno llegue hasta el final de la legislatura, afirmando que “España es una democracia que no se arruga ante los problemas internos” y que les “sobran” los motivos para seguir. Sobre la aprobación de la jornada laboral reducida señaló que “es uno de los grandes hitos” de la legislatura y que “si no es a la primera, será a la segunda”.

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Pepe Álvarez recogió el guante y en su intervención insistió en que se debía reducir la jornada “a la primera” y que no tenía por qué ser “a la segunda, ni a la tercera”. Su discurso se centró en la “internacional del odio” que representa el genocidio de Palestina, “el recorte de derechos en Estados Unidos” o la situación “insoportable” de países como Argentina. En cuanto a la corrupción, señaló que “el Estado debe tomar medidas para que se ponga coto a esta situación. Venga de donde venga” y pidió que seguir trabajando en avances sociales. “Hay margen para subir los salarios —nunca las empresas habían tenido beneficios tan altos— y hay margen para reducir la jornada y reformar el despido”, concluyó.

Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE también tuvo la palabra. Se pronunció insistiendo en la importancia del diálogo social. “Si algo tiene validez en los momentos de crispación como el que vivimos es el diálogo social. Poner sobre la mesa las opiniones de cada uno e ir hacia un proyecto mejor para la sociedad española” y puso el acento en las 4.000 mesas de negociación abiertas en España.

El evento ha reunido a 750 delegados se abrió con la comparecencia de Agustín Martín, secretario de Organización y portavoz de la Comisión Ejecutiva Confederal que insistió en el “momento difícil” que a nivel político y en la necesidad de entender la “organización colectiva como una herramienta para conseguir derechos”. En la misma línea, la Secretaria General de CCOO Madrid, Paloma López, insistió en la labor de los sindicatos como “el ariete que une las reivindicaciones de la mayoría social” y no perdió la oportunidad de lanzar un dardo a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (PP). “Hay gente que tiene odio a la España diversa y esa gente está hoy en el gobierno de la Comunidad de Madrid”.

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