IGUALDAD

Huelga general, feminista y por los cuidados: Euskadi y Navarra salen a la calle para poner "las vidas en el centro"

Imagen de la manifestación feminista en Donostia (Euskadi) este jueves 30 de noviembre.

Hablan de cuidados dignos, pero también de empleo doméstico, derecho a la vivienda, pensiones y división sexual del trabajo. Quieren, al fin y al cabo, una transformación radical del sistema. Las feministas de Euskadi y Navarra se preparan este jueves para recuperar una herramienta que concentró todas las miradas durante las grandes movilizaciones del 8M hace un lustro: la huelga general feminista

Salen a las calles en una convocatoria que tiene poco de espontánea: la planificación y la militancia están detrás de la iniciativa que comenzó a tomar forma hace más de un año. Las primeras ideas empezaron a revolotear en febrero del año pasado, durante unas jornadas en las que participaron más de una treintena de colectivos. En abril de 2023, las entidades que se dieron cita en la siguiente asamblea nacional se elevaron a más del doble. De allí brotaron las principales reflexiones que nutren hoy la convocatoria de huelga que se prevé masiva y a la que están llamados tanto hombres como mujeres.

¿Quién convoca?

Al frente de la convocatoria están las principales organizaciones que conforman el tejido feminista de ambos territorios, agrupadas en torno al Movimiento Feminista de Euskal Herria. Y bajo el paraguas de la red feminista, se cobijan las principales centrales sindicales: ELA, LAB, STEILAS, ESK, EHNE, ETXALDE, CGT e HIRU.

¿Por qué?

Los motivos son claros: el actual sistema de cuidados es insostenible. "Estamos ante un sistema que acaba con la vida", señalan las organizadoras en el manifiesto central.

Apelan a la privatización de los cuidados y a las políticas que obligan a las mujeres a asumir las tareas que no quedan cubiertas desde lo público. "Aunque la administración pública es la encargada de gestionar los servicios de cuidado, en la mayoría de los casos" se ha venido desarrollando una gestión indirecta que las deja "en manos de empresas privadas". Resultado: la precarización de unos servicios que se vuelven además inaccesibles para la gran mayoría

Los cuidados están atravesados por "ejes como el género, la raza, la clase social y el origen", clama el manifiesto. Y como tal, "evidencian privilegios".

Las feministas se plantean grandes preguntas: "¿Quién puede comprar servicios de cuidado? ¿Quién promueve condiciones laborales precarias?". Ellas mismas responden: los hombres, pero también las mujeres blancas de clase alta. 

Las organizadoras ponen también el foco en quienes desempeñan las tareas de cuidados, tanto dentro de las propias puertas del hogar como en casas ajenas. ¿Qué hay de las condiciones laborales de quienes cuidan de los demás? Contratos verbales, horas extra sin ningún control, ausencia de descanso diario y explotación, muchas veces derivada de una situación administrativa irregular. Ellas están también en el centro de la huelga de este jueves.

El cuidado como herramienta transformadora

"Queremos apostar por el derecho colectivo al cuidado", introducen las organizaciones, por el derecho a ofrecer y recibir cuidados "durante toda la vida, con libertad y compromiso". 

Las feministas hablan de transformación en dos planos: el de lo inmediato y el futuro. Primero, lo urgente: "Hacer frente a las situaciones más precarias y colapsadas actualmente". Pero con mirada amplia, hacia la construcción de "un sistema social que ponga la vida en el centro y supere el sistema capitalista, racista y heteropatriarcal". 

Entre las prioridades concretas, la garantía de la universalidad de los cuidados, el desarrollo de un sistema público sólido, el fin de la privatización, el refuerzo del sistema de ayuda a domicilio y la derogación de la Ley de Extranjería. Hablan también de sueldos dignos para las empleadas del hogar, por encima del salario mínimo, la reducción de la jornada laboral sin disminución salarial, como garantía también para ejercer el cuidado, pensiones dignas, garantía del derecho a la vivienda y una implicación activa de los hombres en las tareas hasta ahora feminizadas.

¿A largo plazo? "Desarrollar un sistema público-comunitario de cuidados" a partir de un "gran cambio cultural" de la mano del fin de la "división sexual y racista del trabajo" y de la construcción de "nuevos modelos de gobernanza y poder popular". 

¿Cuándo y dónde?

La convocatoria de huelga, según las previsiones, vaciará gran parte de los centros de trabajo de ambas comunidades. El paro ha sido apoyado públicamente por formaciones como EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Y más de 1.500 comités de empresa se han adherido o presentado una moción a favor de la huelga general feminista.

A lo largo del día se irán además sucediendo una serie de marchas en distintos puntos. Por la mañana, en las cuatro capitales. Y a partir de las 17:30 horas, más de un centenar de municipios acogerán manifestaciones en sus calles.

Más sobre este tema
stats