La portada de mañana
Ver
Nadie quiere parar a Netanyahu: Israel, cada vez más fuerte e impune tras 40.000 muertos en Gaza

Francia

Los entresijos financieros del Frente Nacional

El fundador y presidente de honor del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, junto a su hija y actual presidenta del partido, Marine Le Pen, durante la marcha por el Primero de Mayo.

“Me avergüenza que la presidenta del Frente Nacional lleve mi apellido”, se lamentó Jean-Marie Le Pen el pasado martes ante los micrófonos de Europe 1. “Me encantaría que lo perdiese lo antes posible. Puede hacerlo casándose con su compañero, con el señor Philippot [vicepresidente del FN y uno de los principales asesores de Marine Le Pen] o con cualquier otro. Pero no quiero que la presidenta del Frente Nacional lleve el apellido Le Pen. […] No quiero ninguna vinculación con alguien que me ha traicionado de una forma tan escandalosa".

Mientras que Marine Le Pen repetía el domingo hasta la saciedad que el conflicto abierto “no era una cuestión familiar”, sino una “cuestión política”, Jean-Marie Le Pen expresa su deseo por poder quitarle a su hija el uso del apellido… primer episodio de su exclusión del círculo familiar. El presidente de honor, tras ser suspendido el lunes de militancia en el Frente Nacional, ha denunciado una “felonía” y ha prometido pasar “al ataque”.

Marine Le Pen corre el riesgo de verse privada de lo que recibía hasta el momento, respaldo financiero vía los micropartidos y, sobre todo, de la perspectiva de heredar una parte de la fortuna paterna. Anticipándose a la herencia, Jean-Marie Le Pen ya la hizo copropietaria, junto a su hija Yann, de una cuarta parte de su mansión de Montretout. Excluyó del reparto a su hija mayor, Marie-Coline, a quien acusó de traición por posicionarse del lado de su marido [entonces número dos del FN] Bruno Mégret, en 1998. El patriarca declaró la guerra financiera (y judicial) a su hija por la casa familiar de Trinité-sur-Mer y por las acciones de la editorial.

peligra la herencia de Marine Le Pen

Algunos de sus adversarios políticos ya se lo preguntan. “Sería interesante saber si la señora Le Pen va a aceptar la herencia política y la herencia fiscal de su padre”, se interrogaba la exministra de Presupuesto Valérie Pécresse a raíz de las revelaciones de Mediapart relativas a su cuenta oculta en Suiza, a nombre de su mayodormo, y del 1,7 millones de lingotes y otras piezas de oro.

Dado que no parece que haya llegado el momento de hablar de herencias, a decir del estado de salud que presentaba el hombre de la chaqueta roja este 1º de mayo, se puede prever la tensión que se avecina entre la Agencia Tributaria francesa y Jean-Marie Le Pen, habida cuenta de los procesos iniciados a raíz de las notificaciones de la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública y del servicio antifraude Tracfin a la Justicia. “En ese caso, si eso es así, es una cuestión entre las autoridades fiscales y Jean-Marie Le Pen”, señaló Marine Le Pen.

Sea como fuere, las autoridades pedirán a Le Pen, y de ser el caso, a los herederos, el pago de su deuda fiscal. La decisión de aceptar la herencia será entonces de Marine Le Pen y de sus hermanas. La investigación judicial también saca a la luz otros aspectos de la fortuna de su padre. Pierrette Le Pen denunció en los años 80, la existencia de cuentas ocultas en Suiza, que tenían como origen la herencia del cementero Hubert Lambert.

Los copropietarios de Montretout, en el mismo baño

Ya en octubre pasado, Marine Le Pen abandonó la residencia familiar de Montretout, donde vivía con su padre. La casa, procedente de la herencia de Lambert, conlleva un riesgo fiscal para la presidenta del FN por las tasaciones contradictorias de la que es objeto.

En 1994, el fundador del FN incluyó a su benjamina en el capital social de la sociedad civil inmobiliaria del Pavillon del Écuyer, que gestiona la propiedad, tras la salida de uno de sus amigos. También dio entrada a su hija Yann, en 2008, después de que su exmujer Pierrette Lalanne vendiera sus acciones. En junio de 2012, fue un poco más lejos al donar a Yann y a Marine Le Pen 350 acciones a cada una (por valor de 142.000 euros); ambas se beneficiaron entonces in extremis de una reducción fiscal, que entonces situaba el importe máximo de una donación en 159.325 euros, montante que en agosto de 2010 pasó a ser de 100.00 euros.

Según el acto de donación consultado por Mediapart, Jean-Marie Le Pen pagó los gastos de notaria, pero también se comprometió a correr con los gastos de “una eventual inspección fiscal”.

En 2008, cuando entró a formar parte de la sociedad Yann Le Pen, las acciones valían unos 200 euros –es decir, la casa tenía un valor de 800.000 euros–, pero subieron hasta los 408 euros, en 2012, en el momento en que se formalizaron las donaciones, es decir, la tasación final de Montretout ascendía a 1.795.200 euros.

El importe de las donaciones a Marine Le Pen y a su hermana fue minorado de forma notable. De hecho, la propiedad –que consta de un edificio principal de 430 m2, dependencias de 350 m2 y un parque de 4.670 m2– fue tasada por agentes inmobiliarios consultados por Le Canard enchaîné, en 2006, en 6,45 millones de euros. El precio del metro cuadrado en el parque de Montretout ronda a día de hoy los 7.738 euros, es decir, el doble o el triple de la estimación efectuada en el momento de la donación efectuada a Marine y a Yann Le Penn.

En este documento también se incluye una cláusula, como es tradicional, llamada de revocación “por razón de ingratitud”. Jean-Marie Le Pen podría intentar recurrir a dicha cláusula, pero para ello sería preciso que su hija “atente” contra su vida o que se declare “culpable de malos tratos, delitos o injurias graves” o que “le niegue los alimentos”.

Micropartidos que suspenderán sus ayudas

El fundador del FN puede cerrar dos grifos. Creado antes del comienzo de las hostilidades, en diciembre de 2013, el micropartido Promelec estaba dirigido a “promover la imagen de marca y la acción de Jean-Marie Le pen y de Marine Le Pen” y este micropartido cuenta con una sociedad financiera “Jean-Marie Le Pen-Promelec”. Actualmente, es imposible saber que sumas mueve esta nueva empresa, cuyas cuentas, comunicadas a la Comisión de Cuentas de Csmpaña (CNCCFP) no se pueden consultar hasta el próximo año.

Esta sociedad está entre las manos del presidente de honor suspendido. Marine Le Pen es la secretaria general, Jean-Marie Le Pen su presidente y los puestos de tesorero y de secretario general adjunto están en manos de dos de sus próximos, su mayordomo Gérald Gérin y su secretaria personal Micheline Bruna. Marine Le Pen podría verse apartada fácilmente.

El micropartido Cotelec, la otra fuente de financiación del FN, nacida en 1988, para apoyar la actividad política de Jean-Marie Le Pen, permitió reunir y prestar casi tres millones de euros al Frente Nacional en 2012 y más de cuatro millones en 2013. Y corre el riesgo de llevar a la bancarrota al partido.

A través de él, Jean-Marie Le Pen obtuvo dos millones de euros de una sociedad chipriota opaca, ocultando intereses rusos, con el fin de adelantar fondos a candidatos frentistas a las europeas. “Cotelec es una plataforma de financiación para ayudar a nuestros candidatos a presentarse”, resumía a Mediapart el eurodiputado Bernard Monnot, “estratega” económico de Marine Le Pen.

El micropartido obtuvo alrededor de 200.000 euros de donaciones al año (239.464 euros, en 2011; 256.200 euros, en 2012; 176.026 euros, en 2013). Accedió así de forma regular a préstamos para atender a las necesidades del FN –1.169.264 euros, en 2011; 2.338.971 euros, en 2012; 1.891.023, euros en 2013).

El entorno de Marine Le Pen parece haberse preparado financieramente para esta ruptura con el patriarca. “Cotelec no tiene vocación de prestar al Frente Nacional, lo ha hecho en los momentos de dificultades financieras, lo devolvimos todo y no tiene mucho peso en el partido”, explicó el tesorero del FN Wallerand de Saint-Just a Mediapart. “Cotelec, del mismo modo que Jeanne, se ha especializado ahora en conceder préstamos a los candidatos del Frente”.

La creación, en 2010, de la sociedad financiera Jeanne, al frente de la red de antiguos activistas del GUD, próximos a Marine Le Pen, es una prueba de autonomía. Pero esta estructura y sus satélites, pertenecientes a la misma esfera, son objeto a día de hoy de una investigación por financiación ilícita, abuso de bienes sociales y blanqueo. Cinco personas, así como el prestamista Riwal, y el micropartido Jeanne, ya han sido imputados por lo jueces Renaud Van Ruymbeke y Aude Buresi.

El Frente Nacional echa a su fundador, Jean-Marie Le Pen

El Frente Nacional echa a su fundador, Jean-Marie Le Pen

Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés:

Más sobre este tema
stats