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CO2 Revolution, un ejemplo del apoyo del Santander a las empresas en su pulso contra el cambio climático

Parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara), arrasados por el fuego hace ya nueve años.

“Compartimos con CO2 Revolution los valores de sostenibilidad, innovación e inclusión, así como la importancia de reducir la huella ambiental. Por eso, apoyamos este proyecto de reforestación, donde lo tecnológico y lo social se unen con un objetivo común”. Banco Santander ha dado grandes pasos para que su actividad sea 100% sostenible, un camino que está dispuesto a recorrer junto a sus clientes para entre todos avanzar en la construcción de una economía verde. Y en esta travesía uno de los grandes desafíos es la descarbonización.

Un ejemplo de cómo el banco apoya a las empresas que libran un pulso contra el cambio climático es la colaboración con la startup navarra CO2 Revolution. Esta compañía nació en 2016 ante la necesidad urgente de frenar el calentamiento global. Una realidad que, en palabras de uno de sus fundadores, Juan Carlos Sesma, era más demoledora que las predicciones hechas hasta el momento. Hoy en día CO2 Revolution es la compañía española con la mayor cifra de Bonos de Carbono oficiales certificados por el Ministerio de Transición, gracias a sus servicios de plantación inteligente dirigidos a comunidades, organismos e instituciones que tengan el propósito de compensar su huella de carbono.

Ahora, parte de su esfuerzo se centra en devolver la vida al Parque Natural del Alto Tajo, una zona devorada por el fuego en 2012. La ejecución de este proyecto supone la reforestación de 150.000 árboles y la compensación de más de 9.200 toneladas de carbono, la mayor operación de este tipo realizada hasta la fecha en España. Para ello, combinan la tecnología más puntera y el big data (que permiten reforestar 100 veces más rápido y 10 veces más barato) con el trabajo humano y social. Unos drones recorren por el aire las 1.200 hectáreas convertidas en cenizas para lanzar semillas inteligentes (denominadas iseeds) en los lugares más adecuados hasta cubrir el terreno. Y a ras del suelo, los trabajadores, personas en riesgo de exclusión social, cuidan cada detalle de la siembra siguiendo los procesos tradicionales. “Una experiencia combinada con formación, para contribuir a su progreso personal y profesional”, explican desde el banco.

Por un futuro mas sostenible

La entidad publicó hace dos años una detallada agenda con 11 objetivos de banca responsable, cuatro de ellos dirigidos a proteger el medio ambiente: movilizar más de 120.000 millones de euros en financiación verde, cifra que se elevará a 220.000 millones hasta 2030 (desde 2019 ha facilitado 32.640 millones); obtener todo el suministro de electricidad a partir de fuentes renovables (ya representa el 63% de la energía que consume, superando el objetivo del 60% fijado para 2021); reducir por completo los plásticos innecesarios de un solo uso (ha logrado reducir un 98%, a un paso del 100% de objetivo para 2021); y ser neutro en carbono (en 2020 sus emisiones netas fueron cero).

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Pero ahora Banco Santander ha dado un paso más al anunciar su ambición de alcanzar cero emisiones netas de carbono en todo el grupo en 2050 para apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este reto va más allá de la propia actividad del grupo. Incluye todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece Santander. La entidad acompañará a sus clientes en esta transición ecológica.

La entidad empezará por los sectores con una exposición al clima más relevante. Esto significa que en 2030 dejará de financiar a los productores de energía que tengan más de un 10% de ingresos provenientes del carbón térmico y eliminará toda su exposición a las minas de carbón con finalidad energética en todo el mundo. Y así ira sumando otros sectores relevantes, como petróleo y gas, transporte, minería o siderurgia.

“Queremos que las economías crezcan, por supuesto. Pero no podemos hacerlo a cualquier precio. Tenemos que romper el vínculo entre crecimiento y emisiones de carbono que está dañando el planeta. Por eso la energía renovable es tan importante”. Estas palabras de Ana Botín, presidenta de Banco Santander, muestran el firme compromiso del grupo financiero. Un cambio que, en su opinión, depende de la cooperación internacional, de que “seamos capaces de trabajar todos juntos para tomar las decisiones importantes necesarias y actuar con urgencia. Nuestra ambición de alcanzar el net zero es un solo un primer paso, pero como dice el proverbio chino, el viaje de mil millas comienza con un solo paso”.

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