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Mundial de Fútbol

TVE emitirá el Mundial de Catar en medio de las críticas por su coste y su polémico país organizador

Vista del trofeo del ganador de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 expuesto en Varsovia, Polonia.

RTVE ha alcanzado un acuerdo con Mediapro para la emisión en abierto del Mundial de Catar 2022 del 21 de noviembre al 18 de diciembre. Todos los partidos que juegue España se verán en TVE, además de la final, las dos semifinales, dos partidos de cuartos de final, cuatro partidos de octavos de final, el partido inaugural y un partido de cada grupo en la fase de grupos.  El resto de partidos podrán verse en el Canal 24 Horas producidos por Mediapro y puestos a disposición de todos los operadores de tv de pago.

Este Mundial, que tendrá lugar por primera vez a las puertas del invierno, ha recibido múltiples críticas desde que la FIFA otorgó a un país nada respetuoso con los derechos humanos ser sede del campeonato. De hecho, la concesión, con sospechas fundadas de sobornos y corrupciones, costó el puesto al presidente, Michel Platini, mientras organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, mostraban su repulsa a la que se sumaban jugadores de talla internacional y personalidades del mundo político y cultural. Con todo, ninguna de las selecciones nacionales participantes ha anunciado su renuncia al, sin duda, mayor acontecimiento futbolístico del mundo. 

Críticas a RTVE

En ese contexto, las críticas al medio público, iniciadas ya cuando anunció su intención de acudir a la puja, se han multiplicado en varias vertientes: por el lado ético se denosta que un medio de comunicación público y estatal vaya a ofrecer un acontecimiento deportivo en un país que mantiene leyes contrarias a los derechos humanos más elementales. Homofobia, xenofobia y autocracia resumen a un país como Catar, en el que, según las cifras más fiables, han muerto más de seis mil quinientos trabajadores extranjeros que participaban en las obras de infraestructura para el evento.

Muchos subrayan la circunstancia de que hace tres años TVE no emitió la Supercopa de España de fútbol, por celebrarse en Arabia Saudí, país con un régimen similar a Qatar. Por el contrario, la televisión pública sí ha atendido a los Juegos Olímpicos de Invierno, que han tenido lugar en China, país que recibe críticas similares por parte de las organizaciones en defensa de los derechos humanos.

Las razones de este doble rasero se sitúan tras solo dos palabras: dinero y audiencia

En cuanto al primer factor, la compra de derechos supone a TVE un gasto de alrededor de 35 millones de euros –cifra no oficial–, una suma importante para un medio sostenido por todos los españoles vía impuestos, pero que conviene situar en su contexto, y el más cercano es el de Juegos Olímpicos de Tokio, celebrados hace menos de un año, y por el que se pagaron 60 millones de euros, a los que conviene añadir el nada despreciable coste de desplazar equipos técnicos y humanos para comentar cada una de las múltiples disciplinas. No obstante, hay que significar que con la actual legislación TVE no puede emitir publicidad, por lo que solo tendrá a su disposición para compensar el gasto los patrocinios, y ese aporte se antoja muy por debajo del que habitualmente supone el carrusel de anuncios emitidos en los minutos previos, posteriores, y en el descanso de cada partido. 

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En cuanto a las audiencias, hay que destacar que La 1 de TVE se encuentra en uno de los peores –si no el peor– momentos de  sus 65 años de historia. En febrero anotó un 8,4, frente al 14,4 de Antena 3, el 13,5 de Telecinco, y muy cerca de las autonómicas con un 8,1. Con ser malas las cifras, aún es más negativo el hecho de que la principal cadena pública descienda sus porcentaje mes a mes y año a año. Con ese panorama, la adquisición de los derechos del mundial se interpreta como una apuesta firme para volver a atraer un público mayoritario, que ha ido abandonando su sintonía al no encontrar espacios de enganche masivo, al margen de las sempiternas versiones de MasterChef. Dentro de la Corporación se otorga enorme relevancia a la circunstancia de que las transmisiones se prolongarán durante cuatro semanas consecutivas, y que serán vistas por un público heterogéneo, que podría verse arrastrado a no cambiar de canal al término de los partidos, si son capaces de ofrecer programas atractivos, que de otra manera pasarían desapercibidos. 

En esa línea, durante cada uno de los días se emitirá un programa resumen con lo mejor de la jornada, con la presencia de un protagonista y con especial seguimiento a la actividad de la selección española. La apuesta tendrá un prólogo a finales de este mes dos encuentros amistosos tras haber conseguido el billete directo para el Mundial de Catar: el 26 de marzo ante Albania y el 29 de marzo ante Islandia. Dieciocho años después, el combinado nacional volverá a Barcelona para medirse a Albania el sábado 26 de marzo, a las 19:45 horas, en el RCDE Stadium del RCD Espanyol. Tres días después, el martes 29, se enfrentará a Islandia en el estadio de Riazor, a las 20:45 horas. Ambos partidos contarán con la narración de Juan Carlos Rivero y con Fernando Hierro, capitán durante cuatro años de la Selección Española, cuya camiseta vistió en 89 ocasiones. Hierro estará acompañado por Joan Capdevila en el partido ante Albania y por Albert Ferrer en el partido ante Islandia.

Conviene resaltar que TVE, en su desempeño como cadena pública, otorga una atención en solitario al conjunto del resto del deporte, prácticamente ausente en las cadenas comerciales. Juegos Olímpicos o deportes minoritarios solo aparecen en otras cadenas de manera excepcional, y normalmente asociados a circunstancias ajenas al deporte. En el caso de paralímpicos, o competiciones femeninas, se puede afirmar que, si no fuera por el canal Teledeporte, no tendrían desarrollo alguno, mientras que TVE les dedica un amplio espacio, tal como se visibiliza en estos días con las transmisiones de los partidos de la Copa de la Reina de fútbol, o con los minutos que cada jornada ofrece en la sección de deportes del Telediario 2. Es tiempo que, a día de hoy, no otorga audiencia y supone gasto, pero que es obligación de TVE aportar como servicio público. 

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