Los 'comuns' barajan no aceptar el 1-O como "el referéndum que necesita Cataluña"

Los debates que están celebrando los comuns en las 8 veguerías catalanas para fijar su posicionamiento sobre el 1-O barajan no considerarlo como "el referéndum que necesita Cataluña", explicaron a Europa Press fuentes asistentes a diversos encuentros.

El coordinador de CatComú, Xavi Domènech, remitió una carta a los inscritos, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que les que fijaran en una reunión de la Coordinadora Nacional del partido el 8 de julio en Terrassa, explicaron otras fuentes del partido.

En la misiva, Domènech explicita que el 8 de julio se avanzará hacia "un primer posicionamiento" hasta tener más información de las pretensiones del Govern, y que también debatirán los inscritos en CatComú.

Domènech destaca en la carta que el avance en la consecución de apoyos a favor del derecho a decidir de los catalanes tanto en el Estado como a nivel internacional es un compromiso de los comunsy, sin olvidar ese objetivo, razona que, tras el anuncio del Govern de la fecha del referéndum, les "corresponde valorar la situación política que deparan los próximos meses".

Los nueve debates de los comuns –se realizarán dos en la veguería de Barcelona, en L'Hospitalet de Llobregat y en Manresa– se celebraran antes del 8 de julio, tras adelantar los dos de Barcelona, que estaban previstos para después.

Asistentes a los encuentros destacaron que la participación en los debates, a los que acuden grupos de entre 70 y 90 inscritos, es alta y se espera que en los de Barcelona sean más: "Esperamos que los debates presenciales alcancen los 1.000 participantes".

Participación el 1-O

Otro de los aspectos que se debaten es la manera en la que los comuns participarán, después de que Domènech haya reiterado que CatComú "estará el 1-O".

En el encuentro de Tarragona el martes, el posicionamiento fue "unánime" en no entender el 1-O como un referéndum y mayoritario en la voluntad de acudir a votar, explicaron fuentes asistentes al debate a Europa Press, que aclararon que también hubo participantes que consideraron que los comuns no tenían que participar.

En el debate de Girona del martes, por contra, el sentimiento mayoritario fue no acudir a la convocatoria del Govern por no considerarla un referéndum, explicaron otras fuentes, mientras que el 88% de adheridos a Comú de Lleida respaldaron en una consulta que se cerró el lunes el apoyo al referéndum "entendiendo que éste tiene que ser vinculante, efectivo y reconocido internacionalmente", tras celebrar su debate el 22 de junio.

"Si hay urnas, muchos de los asistentes a los debates irán a votar, aunque los hay que afirman que no lo harán. Unos defienden con beligerancia que irán a votar y que hay que ir a votar. Otros defienden con beligerancia que no lo harán y dan sus razones", según las mismas fuentes, que afirmaron que esa pluralidad interna en el proyecto de los comuns refleja la sociedad, y que el hecho de que en los encuentros se debata de ambas cosas sin problemas es la vía cohesionadora que quieren para Cataluña.

En el documento que trabajan los comuns se pide contar para el referéndum con algún reconocimiento internacional, se hace hincapié en que la gran mayoría de catalanes se sienta interpelado a participar, y se explicita la reivindicación de base de CatComú: "Un referéndum tiene que ser efectivo jurídica y políticamente".

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Se han celebrado ya los debates de Alt Pirineu iAran –el jueves–, y el próximo martes, coincidiendo con el día en el que el Govern prevé explicar su plan para lograr el referéndum del 1-O, se celebrarán otros tres debates en Vilanova i La Geltrú (Barcelona), Tortosa (Tarragona) y Mollet del Vallès (Barcelona), y, tras las explicaciones del Govern, el próximo jueves se llevarán a cabo las de L'Hospitalet y Manresa.

El orden del día de los encuentros es informar de las acciones realizadas desde la Asamblea fundacional del 8 de abril y los próximos pasos previstos deliberar colectivamente respecto al actual contexto político en Cataluña.

Otro punto que se abordará es: "Realizar el debate que nos ha de llevar a definir el código ético, a partir del documento de Principios éticos y radicalidad democrática aprobado en la Asamblea", que uno de los compromisos de la dirección de los comuns adquirió en su constitución.