Los niños pueden ser demócratas y crueles

Dirección: Weijun Chen

Edición: Jean Tsien

Es habitual que los niños se peleen, pataleen o lloren, pero es menos común que el motivo de la discordia sean las elecciones para vigilante de la clase. La democracia ha calado hondo en la infancia china que reproduce, con un componente extra de disciplina, los peores vicios de los comicios occidentales. Nadie dijo que fuera fácil quitarle un voto a un niño.

La clase de la profesora Zhang convoca sus primeros comicios. Los candidatos: los tres mejores estudiantes. Los electores: el resto de sus compañeros. Todos tienen ocho años, la edad perfecta para empaparse de las normas del juego sucio necesario para hacerse con el control del aula. Con un trabajo de edición aún más despiadado que los propios niños el documental encuentra en la urnas el mejor aliado para provocar un aprendizaje dramático. La introducción de elementos destructivos en los recitales de los compañeros o las zancadillas dialécticas son las recomendaciones de los sabios consejeros en la sombra, los padres.

Weijun Chen, periodista de formación, comenzó su andadura en la producción de documentales en la televisión de Wuhan para ampliar después su foco sobre el gigante asiático a través de las contradicciones nacionales que parten de un gran negocio en The Biggest Chinese Restaurant in the World (2008) o desplazándose por regiones rurales en Law of the Dragon (2011).