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Buzón de Voz

Apuntes urgentes: del relator a las urnas

La discutible ocurrencia de aceptar la figura de un “relator” en una mesa de partidos catalanes que ni siquiera había llegado a formarse ha desembocado este viernes en la ruptura de las negociaciones abiertas entre el Gobierno y los independentistas catalanes. Pedro Sánchez baraja ya fechas posibles para unas elecciones generales anticipadas mientras todo el abanico que abarca desde Ciudadanos a la Falange, pasando por el PP y Vox, se congrega este domingo en la plaza madrileña de Colón pese a haber quedado desfasados en dos días la mitad de sus eslóganes.

Estos tiempos políticos gaseosos exigen a menudo algunos apuntes urgentes, con el riesgo de que el torbellino de la realidad (o la ficción instalada como tal) también los dejen muy pronto desfasados:

 

  • La concepción de ese foro de partidos catalanes coordinado por un “relator” fue regular, la gestión de la idea fue mala y su comunicación un desastre. Baste apuntar que una Mesa de partidos no debe decidirla ni anunciarla un gobierno, sino las propias fuerzas políticas, que por otra parte tienen un Parlamento donde por definición discutir sobre lo que consideren oportuno.

 

  • Admitido el dislate, la ola reaccionaria que nos azota demuestra una vez más la habilidad de las derechas y sus potentes altavoces mediáticos para utilizar la menor excusa con el fin de torpedear todo aquello que obstaculice sus intereses: “De un palillo te hago un barco”, suele repetir uno de esos gurús que susurran al oído de la dirección del PP, y que animó a Pablo Casado a lanzar contra Sánchez una batería de 19 insultos en diez minutos19 insultos en diez minutos que dejaron ojipláticos a los corresponsales extranjeros, que preguntaban por el significado exacto de “felón” y el alcance de la acusación de “alta traición”, gravísimo delito recogido en la Constitución y que debería haber llevado al presidente del PP directamente al juzgado de guardia, en lugar de a la plaza de Colón.

 

  • Del palillo del “relator” se construye el barco de la traición a España, una salsa cuya receta domina perfectamente el PP, que la utilizó sin descanso contra Zapatero bajo acusaciones de “rendirse a ETA”, “romper España”, “vender Navarra” o “traicionar a los muertos”. Ahora el PP vuelve a Colón y a envolverse en la bandera, escoltado por Ciudadanos y Vox, seguidos todos por la Falange, España 2000 y otros grupos de extrema derecha que a menudo prefieren exhibir banderas preconstitucionales. Como llamamiento a una asistencia masiva, Casado ha escrito un artículo en El Mundo con el título “A llenar las plazas para llenar las urnas”, sospechosamente clónico al lema que desde 2014 arropaba las manifestaciones independentistas en Cataluña: “Omplim els carrers per omplir les urnes”.

 

  • Los documentos intercambiados por los independentistas y el Gobierno se han hecho públicos (pinchar aquí y aquí). Cada cual puede considerar disparatados uno o unos cuantos puntos de cada propuesta. Lo que nadie podrá negar es que la democracia se basa precisamente en el desacuerdo, y la política en el esfuerzo por acercar posiciones por muy alejadas que estén. Seguimos a la espera de saber si los convocantes de la concentración de Colón tienen alguna nueva idea respecto a Cataluña más allá de la aplicación (inconstitucional) de un 155 indefinido.

 

  • Si el Gobierno esperaba que los independentistas renunciaran expresamente a su reclamación de un referéndum sobre el derecho de autodeterminación es obvio que se equivocaba. Si los independentistas creían en serio que el Gobierno de Sánchez podía interferir en el juicio que este próximo martes arranca en el Tribunal Supremo es evidente que también se equivocaban. El intento de establecer un intercambio entre el apoyo a los Presupuestos y algún compromiso explícito del Ejecutivo que afecte al poder judicial era inviable.

 

  • En los últimos días, y especialmente este viernes, los mensajes del Gobierno y del Govern no iban tan dirigidos a la otra parte como a las propias filas. Sánchez ha claudicado (por boca de Carmen Calvo) tras el incendio provocado por barones territoriales y exdirigentes como González o Guerra. Que Casado insulte lo que quiera, pero la censura desde el propio PSOE en pleno ciclo electoral pasa factura. Los dirigentes separatistas, muy especialmente los de ERC, no se han atrevido a dar el más mínimo paso que sus bases más radicales pudieran interpretar tampoco como traición.

 

  • Lo ocurrido acerca mucho más las elecciones, porque es muy difícil que el bloque (no homogéneo) del independentismo encuentre argumentos que justifiquen ahora variar su anunciado voto en contra de la tramitación de los Presupuestos, y que habrá de dirimirse justo coincidiendo con el inicio del juicio en el Supremo. Una vez más, desde Iñigo Urkullu a Pablo Iglesias, entre otros mediadores (no relatores), hacen esfuerzos por evitar la fractura total del pacto que permitió la moción de censura. Pero nadie ve luces que les permitan el menor signo de optimismo, salvo el baño de realidad que pueda suponer precisamente la exhibición multitudinaria que el nacionalismo español celebra en Colón este domingo.

Hace unos años, la ruptura de una negociación política compleja se habría producido tras una tarde y una madrugada de reuniones. Este viernes Carmen Calvo lo hizo por whatsApp, en el grupo creado entre los negociadores de ambas partes. Que sepamos, aún nadie se ha salido del grupo, que sería el signo definitivo de que se acabó el diálogo. Y ese fin no convulsionaría exclusivamente el escenario electoral. Lo peor es que puede significar la pérdida por mucho tiempo de toda oportunidad de buscar soluciones políticas al problema político más grave que afronta la democracia española.

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