Partidos políticos

IU llama a la creación de la Syriza española y aspira a ser la segunda fuerza en las europeas

Cayo Lara con los dirigentes federales Lola Sánchez y Miguel Reneses, y el líder de IU Murcia, José Antonio Pujante, el pasado 18 de mayo.

Vaya por delante que la denominación de Syriza española no es la patentada por Izquierda UnidaSyriza española . Ni la expresión con la que la dirección federal quiere rotular el "amplio proceso de convergencia y confluencia política y social", de "unidad popular", que quiere lanzar ya definitivamente desde hoy mismo y con un ojo puesto en las elecciones europeas que se celebrarán justo en un año, el 25 de mayo de 2014. Pero en el fondo IU, en la articulación de esta propuesta, se fija en las experiencias exitosas en Europa: Syriza en Grecia, por supuesto, pero también el Front de Gauche en Francia o Die Linke en Alemania. Un objetivo "ambicioso" que aspira a convertir IU y sus aliados en "fuerza mayoritaria" del país y, al menos, como "segunda formación en las europeas, si se hacen bien las cosas", por encima del PSOE. 

Sobre estas premisas –y sobre esos entrecomillados– basculará el discurso este sábado Enrique Santiago, el secretario ejecutivo de Convergencia Político-Social de IU, ante sus compañeros del Consejo Político Federal, el máximo órgano de poder entre asambleas. Como defienden él y otros miembros de la cúpula de Cayo Lara, la reunión de hoy es capital. No porque se expresen argumentos y proyectos enteramente nuevos. De hecho, la X Asamblea Federal, en diciembre pasado, ya aprobó la idea de hacer de IU una organización "de masas", el deseo de dar forma a la "rebelión democrática", la ambición de alumbrar un "bloque político y social". Es más, ya para las elecciones generales de 2011 se ensayó la fórmula de amplia alianza electoral y de convocatoria social. Lo sustancial de la cita del Consejo es que este proceso de convergencia se ensancha y se pone en marcha, que se da el pistoletazo de salida para esa "acumulación de fuerzas" de cara a las europeas. Se solemniza, pues, el llamamiento a la edificación de ese espacio de "confluencia" de las izquierdas

La pretensión de IU es, como explicaban ayer a infoLibre Santiago y el responsable de Acción Política y Electoral, Ramón Luque, "partir de lo ya consolidado" para crecer, para dar un salto adelante. Dicho de otro modo: se da por "consolidada", por amarrada, casi por segura para las europeas, la alianza con los socios que compusieron la coalición de las generales de 2011 y que hoy conforman el grupo de Izquierda Plural en el Congreso –Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y Chunta Aragonesista (CHA), además de la Federación de Los Verdes y la navarra Batzarre–. Y "consolidado" está también, para el equipo de Lara, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la plataforma electoral que debutó y triunfó en los comicios autonómicos gallegos de 2012 y que aglutinó a IU, Anova (la formación de Xosé Manuel Beiras), Equo y Espazo Ecosocialista. 

Una primera visualización de ese embrión de Syriza se verá el próximo viernes en Madrid en una mesa redonda que compartirán IU, ICV, CHA, Anova y el griego Alexis Tsipras, líder de la Syriza originaria, que protagonizará justo después un mitin con Lara

"Hegemonía en la izquierda y que la izquierda sea hegemónica"

Además de lo ya "consolidado", partiendo de ese "trabajo acumulado" en los últimos años, IU se dirige a otros partidos, y a movimientos sociales, sindicatos, colectivos, mareas y activistas que "han forjado alianzas en el combate contra la crisis" y contra el sistema "neoliberal". "Hay un clamor social muy grande para aunar esfuerzos, voluntades, para articular candidaturas que representen políticas alternativas a las del PSOE y el PP", subrayaba Santiago. Uno de los documentos que este sábado se someterá a debate, coordinado por el número dos de Lara, José Luis Centella, y al que ha tenido acceso infoLibre, resume esa idea: "IU cree necesario que, partiendo de la total independencia de sindicatos, movimientos, 15-M y otros colectivos, consigamos pasar de la coincidencia a la convergencia que nos permita articular el bloque social y político, en el marco de una necesaria rebelión democrática contra el orden neoliberal y por una salida social a la crisis". 

Los mandos de IU insisten en que no se trata sólo de forjar una "coalición electoral al uso", sino de construir una plataforma "desde abajo", no sólo con otros partidos, sino sobre todo con movimientos sociales y otros colectivos. También remarcan que no se busca "integrar el 15-M", fagocitarlo, básicamente porque "el 15-M es mucho y es nada", es un movimiento nada estructurado. "Se trata de que aquellos que dan apoyo al 15-M vean en la candidatura que se conforme que ahí está su referente político, que se vean reflejados porque coincide con su línea política y porque hay miembros señalados en la lista. Tampoco estará la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) como tal, o el Frente Cívico de Julio Anguita, pero sí queremos que vean que ahí está eso que ellos plantean", completaba Luque. 

En IU se defiende que, pese al ambiente de optimismo que destilan las encuestas –que otorgan a la federación, por sí misma, un 14% largo de voto en las generales, frente al 6,92% de 2011–, no está "inmóvil", no se conforma con obtener "un 10%", porque quiere construir algo "más potente", que coja "mucho vuelo", que le permita subirse a una ola de subida que empiece en las europeas y siga en las autonómicas, municipales y generales de 2015. Su sueño, claro, es convertirse en "la fuerza mayoritaria". Y si no, "llegar a ser la segunda fuerza política en las europeas si lo hacemos bien", confió Santiago. Una meta que muchos en IU creen tocar con la punta de las manos y que algunos cuadros en el PSOE, desde luego, no descartan. "Lo que nos jugamos –añadió Luque– es la hegemonía en la izquierda y que la izquierda sea hegemónica. Que se vea a IU como una fuerza ganadora". 

Diferencias con IAb: las candidaturas, después

¿Cómo llegar a vertebrar esa plataforma? Primera idea que deja clara la cúpula: lo fundamental es la "confluencia" por abajo, por las bases, y el trabajo para alumbrar un programa común, de combate a la troika y a la apuesta por otra Europa. Una "propuesta unitaria". En ese sentido, ponen como ejemplo el trabajo de unidad de la izquierda que, en Cataluña, están impulsando la monja Teresa Forcades y el profesor Arcadi Oliveres, que ya suma cerca de 40.000 adhesiones. Después, a partir del otoño, cuando ya se tenga medianamente claro el escenario, el "primer mapa" de alianzas, vendrá el debate de las listas y los nombres. Lara, en el informe de gestión que hoy defenderá en el Consejo, zanja ese debate: "Ya llegará el momento de las candidaturas, que inevitablemente deberán ser fruto de la convergencia programática". 

La mayoría nucleada en torno al coordinador federal comparte esta visión: primero, programa; luego, candidaturas. De esa tesis se separa Izquierda Abierta (IAb), el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, que ha llamado, de forma "urgente", a la conformación por primarias de una candidatura "ciudadana, plural y participativa". El sector mayoritario entiende que es un "grave error" hablar ya de listas y entender el "bloque político y social" como el acuerdo "mecánico" entre IU "y un conjunto de siglas más o menos relevantes". 

Santiago habla de un "proceso participativo" para la configuración de las propuestas, y luego "habrá que ver la fórmula más adecuada para la elaboración de las candidaturas". No se excluyen las primarias, pero tampoco se garantiza que ese sea el método. Tampoco está cerrado que encabece la plancha un político o un miembro de los movimientos ciudadanos. "Está todo abierto, no vamos a imponer ninguna discriminación en ningún sentido". Algunos cuadros de IU especulan con que Willy Meyer, el actual eurodiputado de IU, quiera aspirar a un tercer mandato consecutivo, pero él no se ha postulado. Es más, la mayoría que apoya a Lara se ha conjurado para no discutir de nombres hasta entrado el otoño. Izquierda Abierta, en cambio, ya ha sugerido algunos aspirantes, como Baltasar Garzónel exjuez decía ayer en una entrevista en El País que es "el momento de participar en la política"– o Ada Colau, portavoz de la PAH. Pero, como aseguran en privado varios responsables, molestos con Llamazares, "no hay nada mejor para quemar nombres que podrían ser buenos candidatos que sacarlos a relucir cuando no toca". 

Predisposición en IU "muy general, no absoluta"

Dirigentes de IU exigen más dureza contra su exconsejero

La federación es consciente de que en las europeas de 2014 se juega mucho –ya lo dejaba por escrito Luque en su análisis de estrategia electoral– y por eso no quiere empezar la negociación con apriorismos. Ni siquiera se aferra a sus siglas para la candidatura, ya que si la plataforma "trasciende y supera mucho a IU", se reflejará en el nombre de la coalición. Por eso es reacia a dar una denominación al proceso, sea Syriza, frente amplio –la expresión preferida de Izquierda Abierta– o frente popular. "No queremos discusiones nominalistas, sobre términos maniqueos. Queremos un proceso de convergencia lo más inclusivo posible, de unidad popular", replicaba un colaborador de Lara. 

Santiago relataba ayer que las reuniones "continuas" y los "sondeos" a movimientos sociales, miembros del 15-M y fuerzas políticas le ha llevado a comprobar que hay una "predisposición favorable" por parte de "todos" a hacer una apuesta para las europeas a lo grande. "Incluso en partidos como Izquierda Anticapitalista y Equo hay voluntad de llegar a acuerdos. Eso no quiere decir que no haya gente que prefiera quedarse fuera". Luque y otros dirigentes de IU también coinciden en que "la cultura de la experiencia", la normalidad con la que está funcionando Izquierda Plural en el Congreso o AGE en Galicia, "tranquiliza el debate" y "ha quitado estereotipos", "facilitará la negociación". El partido liderado por Juan López de Uralde y Reyes Montiel no se cierra a nada, pero a priori no se inclina por una gran candidatura con IU

¿Y dentro de IU, hay completa unanimidad? No. La predisposición a una candidatura ambiciosa y muy amplia es "muy general, no absoluta", dicen quienes conocen bien IU por dentro. Las reticencias, agregan, vendrían de algunos representantes de la vieja guardia. Pero si la apuesta de Santiago sale hoy adelante, auguran, ya no habrá marcha atrás.

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