Tania Sánchez y los suyos no se integrarán en Podemos pero no descartan pactos

No habrá integración en Podemos. De ninguna forma. Pero la puerta del pacto está y estará abierta. Todo con el objetivo de construir una candidatura "de unidad popular" que sea capaz de ganar y "cambiar la Comunidad de Madrid". 

Esas fueron las credenciales con las que compareció esta tarde Tania Sánchez, ya excandidata de Izquierda Unida al Gobierno autonómico, en una concurridísima rueda de prensa en la sala Utopic_Us, en el centro de la capital. Lo hizo acompañada de los dirigentes Hugo Martínez Abarca, hasta ahora coordinador en el distrito de Chamberí, y la diputada en la Asamblea María Espinosa, que como Sánchez dejará su escaño mañana viernes ("el acta es de IU y en IU se queda"). Los tres, rodeados de una treintena de cuadros y militantes de base. Todos ellos en la misma situación: roto el carné y el cordón umbilical con IU-CM, con "el partido de Bankia", y dispuestos a configurar un Ganemos regional, a imagen y semejanza de la plataforma que ya funciona para el Ayuntamiento y que se ha aliado a Podemos. 

Ni Sánchez, ni Martínez Abarca ni Espinosa fueron muy concretos respecto a los pasos que irán dando a partir de ahora, más que empezar a organizar a sus partidarios y dialogar con distintos actores políticos y sociales de la Comunidad (entre ellos, Equo o la propia formación de Pablo Iglesias). Pero quizá una frase y una metáfora de la excandidata de IU resuman el espíritu de la multitudinaria rueda de prensa. La frase: "La respuesta es no, punto. No vamos a entrar en Podemos, punto". La metáfora: "El primer día que inicias un camino es muy difícil decir cuánto se gastan los zapatos". Imagen que Sánchez utilizó cuando se le preguntó, directamente, si descartaba los pactos con la formación morada. Con ello quería manifestar que ahora mismo es complicado saber cómo acabará el camino de entendimiento que va a intentar tender con otras fuerzas, y que en todo caso será Podemos quien tenga que decir no al objetivo que Sánchez y los suyos se marcan como prioritario: construir la "unidad popular", porque "urge" edificar un Ganemos autonómico y apenas queda tiempo. Poco más de un mes.

Martínez Abarca fue quien elaboró el relato del porqué. Recordó que el conflicto se remonta a octubre, cuando estalló el escándalo de las tarjetas black, la "guinda obscena" del saqueo en Caja Madrid, que generó mucho desazón en buena parte de la militancia, que sin embargo vivió como una "ilusión colectiva" el surgimiento de la candidatura Recuperar Madrid, que Sánchez lideraba con Mauricio Valiente, el aspirante a la Alcaldía de la capital. Ambos encarnaban un proyecto que pretendía tanto "cambiar Madrid" como "cambiar IU-CM". Pero en la recta final de la campaña comenzó la guerra "sucia" de "infamias" contra Sánchez. O sea, la aparición de noticias sobre las adjudicaciones del Ayuntamiento de Rivas, del que Sánchez fue concejala entre 2007 y 2011, hizo a la cooperativa Aúpa, administrada por su hermano, y que ha derivado en la interposición de una querella por el PP. Sánchez y Valiente arrasan en las primarias, tanto en la urna de militantes y simpatizantes, pero a partir de entonces el aparato dirigente de IU-CM –esto es, la vieja guardia, que dispone del control de los órganos– "boicoteó" su candidatura y los procesos de "unidad popular".

Lara "optó" por una salida que desembocó en la escisión

En paralelo, IU federal exige responsabilidades a los dos portavoces institucionales, Gregorio Gordo y Ángel Pérez, por la toma de decisiones en Caja Madrid y Bankia. Pero ambos son ratificados, una "burla" a la dirección de Cayo Lara. Y en esa difícil coyuntura se movía la Presidencia Federal del pasado viernes, la "última oportunidad" para evitar la quiebra. "O se normalizaba la vida de IU-CM –interviniendo la federación, y se expulsaba a Gordo y Pérez– o nos echaban". Lara decidió. "Optó" por una salida "legítima" pero que "abocaba" al abandono de muchos dirigentes, según contó Martínez Abarca. No expulsar, no intervenir. 

Así que en IU "no se podía hacer", ni depurar responsabilidades políticas ni la "unidad popular" para "ayuntamientos y la Comunidad". "Declararon la guerra al proyecto que había ganado las primarias", dijo Sánchez. De ahí que ella y sus partidarios decidieran dar el "paso adelante". La escisión, anunciada este miércoles. 

Sánchez, igual que sus compañeros, insistió en que la decisión fue "política", "meditada", "colectiva", "probablemente la más difícil de tomar" en su vida y "conocida". "Como era conocida la forma de evitar que fuéramos expulsados de esta nuestra casa", subrayó. La excandidata sostuvo que su victoria en las primarias generó una "ola de ilusión" como no se había visto antes, y al sentirse tan reforzada, su candidatura decidió que no podía dar un paso atrás. Dijo que había buscado "todas las ayudas posibles" para desbloquear la crisis, pero "la paz tenía un precio, que era el reparto de sillones y la complicidad pasiva con quienes no han querido asumir las responsabilidades políticas por el caso más negro del modelo político que hoy hay que combatir en la Comunidad". Y no se podía operar ese cambio en la región con un aparato, el controlado por Gordo y Pérez, que es la "infantería de ese modelo político". "Las componendas no son la vía de cambiar nada, es tiempo de dar un paso al frente", señaló. "Son otros los que se quieren agarrar a los sillones", completó Espinosa.

"Romper el cerrojazo de la cúpula"

En todo momento, Sánchez y los suyos remacharon que no cambian "un carné por otro", el de Podemos, sino que con su escisión pretenden "romper el cerrojazo de la cúpula" de IU-CM, renuente, a su juicio, a ceder el poder. 

¿Qué van a hacer a partir de ahora? Por un lado, organizarse. Durante la rueda de prensa, no quisieron anticipar cuántos militantes y cuadros se han descolgado de IU ("no vamos a entrar en una guerra de números"), ni cómo se van a llamar, ni cuál va a ser el formato jurídico que van a adoptar, porque no creen que la herramienta legal sea lo importante. Eso se irá decidiendo en los próximos días. Segundo, dialogar. "Hablaremos con todas las fuerzas que estén a favor del cambio y con todas las personas, organizadas o no, que estén dispuestas a transformar la Comunidad y a crear un espacio de unidad popular", explicó Espinosa. 

Tania Sánchez, en la rueda de prensa en la sala Utopic_us de Madrid, este 5 de febrero | EFE

¿También con Podemos? Pues también se irá viendo. La formación de Pablo Iglesias acordó, en su asamblea ciudadana, concurrir a las autonómicas con su marca, no así para las municipales. Pero hoy mismo, el secretario general del partido tendió "la mano" a Sánchez y sus fieles. "Nuestro objetivo es trabajar por el cambio y creemos que el cambio en Madrid requiere de unidad. Lo que vayan a trabajar otros tendrán que explicarlo lo otros", aseguró Sánchez, quien recordó que la política se está demostrando muy volátil, y de aquí a mayo "queda mucho margen para que cambien muchas cosas". "Mañana mismo" empezarán los contactos.

"Las candidaturas están en manos de la gente"

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A Sánchez se le preguntó si con su salida estaba reaccionando a una posible imputación por irregularidades cometidas durante su etapa en Rivas, algo que le habría impedido mantenerse como candidata de IU, porque así lo exige su código ético. Ella respondió que si estuviera preocupada por la causa, se quedaría como aforada. No lo ha hecho, ha renunciado a ese "privilegio". "Las candidaturas están en manos de la gente y no de querellas políticas". Sánchez no descarta tampoco ser la cabeza de lista del nuevo espacio. Recordó que siempre que ha liderado algún proyecto, lo ha hecho no de forma autónoma, sino porque sus compañeros se lo pedían. 

El grupo escindido no ha roto todos sus lazos con una parte de IU. Básicamente, los cortan con el aparato que ha gobernado la federación madrileña durante años. Por ejemplo, Alberto Garzón, el candidato de IU a la Moncloa es un "grandísimo dirigente" y un "referente político" con el que quieren colaborar. Como respetan la decisión de Mauricio Valiente de quedarse en IU para intentar competir en las primarias de Ganemos, pese a la interdicción expresa de la vieja guardia. Sánchez no tenía esa salida, porque no existía una plataforma autonómica, y en eso se empleará a fondo en las próximas semanas. Otro faro es Pedro del Cura, alcalde de Rivas, que tampoco se ha marchado. "Va a acabar la legislatura con el mejor proyecto político posible y seguirá siendo el alcalde de IU en Rivas".

El guión, por tanto, está por escribir. Pero ellos creen que no saldrá mal del todo y que será posible esa unidad popular por la que, según reiteraban, IU-CM nunca apostó.