Elecciones generales

El PSOE exige al PP suprimir el voto rogado que él mismo aprobó cuando estaba en el Gobierno

Pedro Sánchez, el pasado 27 de mayo de 2015 en la sesión de control al Gobierno, en el pleno del Congreso.

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El PSOE aprovechará la próxima sesión de control al Gobierno en el Congreso para pedir la supresión del llamado voto rogado, la exigencia a los emigrantes de pedir el voto como requisito imprescindible para poder ejercerlo, una medida que los dos partidos mayoritarios, junto con los nacionalistas de CiU y PNV, implantaron en España en 2011.

Aquella reforma electoral, que también prohibió votar en elecciones municipales a los electores censados en el extranjero, tenía por objeto acabar con las incesantes denuncias de fraude electoral en el voto emigrante.

Su receta consistía en obligar a los inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA) a pedir formalmente el derecho de voto como requisito imprescindible para poder ejercerlo, ya fuera por correo o presencialmente en consulados y embajadas

El llamado voto rogado, cuestionado por IU, UPyD y los nacionalistas de BNG y Coalición Canaria, provocó el desplome de la participación electoral de los censados en el extranjero y generó numerosas críticas entre los colectivos de emigrantes.

Una reforma que ya no defienden sus promotores

En ese contexto, los propios promotores de la reforma electoral de 2011 se fueron desmarcando, especialmente el PSOE, CiU y algunas organizaciones territoriales del PP.

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Todo los intentos de rectificar se han visto frustrados. En octubre de 2013, el Grupo Popular rechazó en el Congreso una iniciativa del PSOE para revocar el voto rogado alegando que es la fórmula menos dañina para evitar el fraude, pero meses después, en primavera de 2014, accedió a admitir a trámite una reforma electoral que llegó desde Galicia, con el voto del PP de Alberto Núñez Feijóo, para suprimirlo. Eso sí, desde entonces la iniciativa sigue bloqueada en la Cámara, sin que se permita presentar enmiendas.

Con vistas a las elecciones de mayo, IU elevó un a queja a la Junta Electoral Central, pero el organismo arbitral se lavó las manos, mientras y el Ministerio de Asuntos Exteriores ha acabado por reconocer recientemente que las medidas que viene adoptando para agilizar el voto desde el exterior no han logrado reflotar la participación de los emigrantes.

En ese contexto, la diputada socialista Carmela Silva, ha registrado una pregunta en el Congreso, recogida por Europa Press, para que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aclare a la Cámara el próximo miércoles si tiene intención de suprimir el voto rogado para las generales de finales de año.

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