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Galicia

La presencia de Hogar Social tras los incendios genera rechazo en Galicia: "No es solidaridad, es fascismo"

Un voluntario de Hogar Social Madrid en As Neves (Pontevedra).

El pasado 18 de octubre el grupo de extrema derecha Hogar Social Madrid anunciaba en redes sociales su voluntad de acudir a Galicia para "ayudar a los que lo han perdido todo" tras los incendios que arrasaron el noroeste peninsular. Para ello, abría una campaña de recaudación de fondos mediante la que cualquier persona podía hacer donaciones por ingreso bancario o mediante el sistema de pago PayPal. "Ayúdanos a ayudar", requería el grupo fascista. Pero en Galicia han reaccionado. "Ante la campaña de colecta de fondos iniciada por la organización Hogar Social Madrid, después de los terribles acontecimientos vividos en Galicia estos últimos días", un grupo de trabajadores forestales se ha organizado para expresar su condena. La iniciativa, que se materializa en la confección de un comunicado [consultar el documento en este enlace], ha recibido respaldo inmediato por parte de sociedad civil y representantes públicos. "Un total de 1.400 personas, en poco más de tres horas, firmaron a favor del comunicado", entre ellas cuatro decenas de trabajadores en servicios de extinción, presidentes de comunidades de montes, más de una veintena de organizaciones, asociaciones y colectivos culturales y treinta cargos públicos.

Bajo el título "Fascistas, non sodes benvidos!", el manifiesto asegura que el pueblo gallego organizado y los profesionales y voluntarios de los servicios de extinción rechazan "profundamente la ayuda ofrecida por el colectivo de carácter fascista y neonazi Hogar Social Madrid". Los firmantes resaltan que el grupo de "ultraderecha se dedica a difundir su discurso fascista, xenófobo y de odio a los más pobres disfrazándolo de falsa solidaridad". Las personas que se suman al comunicado dicen no estar dispuestas "a que la tragedia vivida" en suelo gallego durante los pasados días "le sirva a esta calaña como excusa para tan miserables fines".

"Quien siembra odio en nuestras calles y agrede a nuestras hermanas y hermanos por su etnia, por su situación socioeconómica o por su compromiso antifascista, no es bienvenido en nuestra tierra", advierten. En este mismo sentido, consideran que "no es creíble que aquellos que organizan recogidas de alimentos sólo para españoles, los que hace unos días se manifestaban junto con los responsables políticos de este desastre para negar los derechos culturales y el derecho de autodeterminación de los pueblos del Estado, o los que ondean simbología fascista y defienden abiertamente un discurso xenófobo, tengan una intención sincera y desinteresada a ayudar al pueblo gallego". Por estos motivos, exigen "a los nazis de Hogar Social Madrid que no pongan un pie en nuestro país con el fin de aprovechar el dolor de nuestra gente para sembrar odio y división". "No es solidaridad, es fascismo. Nazis, no sois bienvenidos", cierran los autores del escrito. La iniciativa sigue abierta a adhesiones a través de este enlace.

As Neves

Este fin de semana Hogar Social Madrid anunció en sus redes sociales la llegada a territorio gallego. Cargados de cajas con agua, se presentaron en uno de los municipios más perjudicados por las llamas: As Neves (Pontevedra). El fuego llegó a trece parroquias y afectó a parte de las viviendas de la zona. El Ayuntamiento de As Neves, gobernado por el BNG, trabaja desde entonces para paliar las consecuencias que los incendios han dejado a su paso, y cuenta para ello con la labor de voluntariado que ofrece ayuda logística y medios materiales.

En este contexto los miembros de Hogar Social se presentaron en el municipio pontevedrés y, según puede observarse en las imágenes que ellos mismos comparten en redes sociales, llevaron a un centro social municipal cajas con agua y víveres, que también reparten por viviendas de particulares. "Más de medio millar de litros de agua fueron entregadas tanto a personas en sus casas de forma directa, como en el centro social del Ayuntamiento desde donde se gestiona el material humanitario para repartirlo entre los vecinos afectados por el desastre", señala el grupo fascista en su cuenta de Facebook.

La portavoz de Hogar Social, Melisa Domínguez, explica en declaraciones a este diario que "más o menos se recaudaron unos 600 ó 700 euros para sufragar el viaje" y que estuvieron en Galicia durante "dos o tres días". "Fuimos al concejo [sic] de As Neves porque fue el epicentro de todos los incendios", señala la líder del grupo. Repartieron "unos 600 litros de agua" por las casas y posteriormente fueron al centro social del Ayuntamiento. Domínguez señala que, antes del viaje, no existió comunicación alguna con el Gobierno municipal. Por un lado, "los repetidores telefónicos por temas del incendio se habían caído", y por otro fueron reiterados los "insultos y amenazas por parte de nacionalistas en redes sociales", así que evitaron hablar con el Ayuntamiento a sabiendas de que estaba gestionado por el BNG, "para que no rechazaran la ayuda así de facto". Domínguez destaca que "los vecinos y voluntarios estaban muy agradecidos, pero el grupo del ayuntamiento mantuvo una actitud un poco desagradable". Ante ello, y "aunque te pida el cuerpo otra cosa", los militantes ayudaron a "los vecinos porque ellos no tienen la culpa".

Este diario ha contactado con el Ayuntamiento de As Neves para saber el motivo por el que se permitió la presencia de Hogar Social Madrid. Según explican fuentes autorizadas en conversación con infoLibre, "el alcalde no estaba allí" y el colectivo "no avisó oficialmente" de su intención de asistir al municipio. El protocolo que rige actualmente la ayuda en As Neves se basa en que "cada vez que llega un furgón hay que preguntar quiénes son y luego descargar" y cuando eso ocurre con Hogar Social "posiblemente los voluntarios que los atendieron no sabían quiénes eran".

Fuentes oficiales del BNG, además, han insistido en que no hubo encuentro oficial con los representantes municipales y que el reparto de agua se hizo sin la supervisión de los voluntarios que se encontraban en el municipio. Una vez allí, recalcan, "la propia gente dijo que no eran necesarios".

"Aprovechar la desgracia"

Más de 40 trabajadores y profesionales del ámbito forestal se han adherido al manifiesto, mientras que colectivos, movimientos sociales y culturales como el Colectivo Terra, Stop Desafiuzamentos Ourense o la Asociación Cultural Xiria también han suscrito las palabras de los impulsores. Aunque el grueso del listado de firmas lo componen vecinos anónimos, una treintena de cargos públicos y representantes de organizaciones políticas, sociales y sindicales también se suman a la denuncia. Es el caso de Ana Miranda, portavoz del BNG en Europa o Xosé Manuel Pazos, alcalde de Cangas do Morrazo (Pontevedra) por Alternativa Canguesa de Esquerdas (ACE).

En conversación con este diario, Miranda destaca en primer lugar que en estos momentos "no se necesita gente sin ningún tipo de formación en materia de montes", ya que las necesidades actuales deben ser abordadas por "profesionales". Más allá de esta "razón de base", existe una "razón política". Se trata de una "organización que defiende la apología del fascismo", subraya la nacionalista, de modo que "esa labor de misericordia social de ir a avalar en situaciones difíciles como si fuesen protectores no deseados" no es bien recibida en suelo gallego. "Los gallegos nos podemos defender nosotros mismos", continúa, y una organización que se caracteriza por sus discursos "manifiestamente xenófobos, racistas y fascistas" no puede "ser permitida; no son bienvenidos".

El alcalde de Cangas coincide en su posición al respecto. "No estamos ante un caso de ayuda humanitaria, sino de intentar aprovechar una desgracia para extender una ideología absolutamente rechazable en este país". Es, por tanto, "propaganda política para propagar odio y racismo". Ante dicho escenario, "no pueden apoyar y darle la bienvenida ni la gente ni las instituciones, que son quienes tienen que poner barreras". Pazos recalca que "la inmensa mayoría de gente de Galicia, sobre todo los municipios más rurales", desconocen la identidad del grupo Hogar Social, de modo que "los ayuntamientos deberían tener información y ser ellos mismos quienes pongan sobre aviso a la población". 

El regidor destaca asimismo que el conflicto territorial en Cataluña ha provocado una "exaltación del nacionalismo español, del patriotismo, conceptos que estaban muy dormidos y que esta gente está intentando aprovechar para sacar beneficio de la desgracia" que azota a la población gallega. "Su objetivo es echar mano de esto para introducirse ellos", insiste Pazos, y "Galicia no puede servir de coartada" para tal objetivo.

Qué es Hogar Social

"Hogar Social Madrid es una organización patriota que lucha por la justicia social de su pueblo". Así definía Melisa Domínguez la esencia de la organización en una entrevista. Su actividad principal se sirve de la donación de alimentos destinados únicamente a personas de origen español. Se inspiran, según han declarado en varias ocasiones, en la forma de operar del partido griego de ideología neonazi Amanecer Dorado.

Miembros y simpatizantes de Hogar Social Madrid han protagonizado reiterados episodios polémicos a través de sus acciones contra personas extranjeras, antifascistas o contra el colectivo LGTBI. En abril de 2016 decenas de personas próximas al grupo organizaron una protesta contra las bandas latinas que, a su juicio, sólo traen "amenazas, extorsiones, agresiones y muertes".

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También en 2016 la Policía señaló al colectivo para atribuir a dos de sus miembros la agresión contra una pareja de jóvenes homosexuales que repartían octavillas en pro de la tolerancia. La portavoz del grupo aseguró entonces que se trataba de "un montaje" contra Hogar Social Madrid.

En febrero de 2017, cerca de una treintena de personas vinculados al colectivo irrumpieron en una concentración organizada por más de 70 organizaciones sociales frente al ministerio de Asuntos Exteriores en defensa de las personas migrantes. Los miembros del colectivo trataron de recrear una ejecución similar a las que realiza el grupo terrorista Estado Islámico, pero los asistentes a la manifestación pro-refugiados logró expulsarles al grito de "Madrid será la tumba del fascismo".

Durante el mismo mes, Hogar Social Madrid prolongó su actividad xenófoba mediante una campaña de boicot contra la cadena Starbucks por prometer contratos a refugiados. "Aquí se contratan refugiados, mientras tú estas en paro", rezaban algunos de los carteles que el colectivo colgó en diversos establecimientos de la compañía.

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