Unos
30 migrantes de origen subsahariano consiguieron encaramarse durante la madrugada de este sábado a la valla exterior del perímetro fronterizo de
Ceuta, de la que fueron bajados y posteriormente
devueltos a Marruecos por las unidades especializadas en control de masas dedicadas por la Guardia Civil a este tipo de actuaciones en la ciudad autónoma.
Según han informado fuentes de la Comandancia local del Instituto Armado a Europa Press, los efectivos de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) se pasaron "prácticamente toda la noche" desplegados en el perímetro fronterizo después de que alrededor de las 8.30 horas se detectase la aproximación de
"unos 800 indocumentados" al doble vallado.
La mayoría del grupo fue
repelida y dispersada por las Fuerzas de Seguridad marroquíes pero, a diferencia de la madrugada del viernes, cuando ningún migrante consiguió trepar a los elementos de contención españoles, durante la del sábado sí lo ha logrado una treintena.
Dado que
entre ninguno de los encaramados se registraron heridos, todos fueron devueltos inmediatamente al país vecino conforme a la fórmula de rechazo legalizada por la última modificación de la
Ley de Seguridad Ciudadana, un protocolo que distintas instituciones y ONG siguen criticando como una
vulneración de la legislación internacional si no incluye la identificación de los extranjeros para que puedan solicitar asilo.
La Guardia Civil calcula que cerca de
mil migrantes de origen subsahariano se encuentran actualmente en los bosques y ciudades más cercanas a Ceuta. Durante los últimos años, l
as fechas navideñas han sido aprovechadas para acceder en grupo a la ciudad española, sobre todo en días especialmente señalados como Navidad o Año Nuevo, saltando el perímetro fronterizo por su zona media, donde ha tenido lugar la última intentona, o rodeando los espigones marítimos que terminan en las bahías norte y sur.