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La situación en el PP

Rajoy intensificará su presencia en los pueblos para alertar del "efecto negativo" que tendría allí la reforma electoral de Cs

El presidente del Gobierno en la reunión que mantuvo con barones del PP el 12 de febrero.

El Partido Popular lo tiene claro: la reforma de la ley electoral que proponen Ciudadanos y Podemos tiene como objetivo que ambas fuerzas mejoren su representatividad en los comicios. Y ello, sostienen, se aleja de la voluntad de los ciudadanos, sobre todo en las zonas rurales. Para trasladar este mensaje al electorado, los conservadores ultiman una serie de actos, sobre todo en los pueblos, protagonizados por el propio presidente del Gobierno.

Esta estrategia se perfila en un momento en el que el Partido Popular observa cómo Ciudadanos le come terreno en las encuestas impulsado, a su vez, por haber sido la fuerza más votada en Cataluña. Y cuando queda poco más de un año para que se celebren elecciones municipales y autonómicas. Estamos, pues, ante una especie de campaña electoral anticipada.

En la formación conservadora consideran que la reforma electoral que defienden Albert Rivera y Pablo Iglesias "destroza" la representación de la España interior despoblada. Según cálculos del partido, el PP perdería entre 15 y 20 diputados. Algo menos, entre 10 y 8, verían reducida su representación los socialistas.

Traducido a escaños, el PP calcula que los 80 diputados en el Congreso que suman las circunscripciones de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura y La Rioja, pasarían a 55 con la iniciativa de los dos partidos.

En este contexto, el PP, con Rajoy como máximo exponente, trasladará la idea de que un cambio electoral como el que pretenden Cs y Podemos tendría un "efecto negativo" para los votantes de esa España interior. En definitiva, que no valdría lo mismo el voto de un ciudadano de una gran ciudad que el de un pueblo. En Génova destacan que este tipo de actos, más reducidos de público y protocolo, y que permiten el contacto directo con el votante, son el formato perfecto para el presidente. 

Es en los pueblos donde, por motivos de infraestructura de partido, triunfan las grandes formaciones.

Más independentistas

Junto al argumento de que Cs y Podemos pretenden "destrozar" la representación de los españoles residentes en las zonas rurales, los conservadores esgrimen otro que supone una invitación a que Albert Rivera "se retrate". Una de las conclusiones a la que ha llegado el PP estos días analizando lo que han ido avanzando Cs y Podemos, es que otro de los efectos de la reforma electoral sería que el número de diputados independentistas que se elijan en Cataluña aumentaría "en gran medida". Así, creen, que podría pasarse de los 47 diputados catalanes que se eligen actualmente a 56, y buena parte de ellos serían de formaciones soberanistas.

Frente a ello, el PP seguirá defendiendo, como punto de partida, que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada. Recuerdan que es su planteamiento de siempre, que ellos no han dado "bandazos" como otras formaciones y que ya lo pusieron sobre la mesa a mediados de 2014, a un año de las elecciones municipales y autonómicas de 2015.

Por aquellas fechas, los conservadores llegaron incluso a a amagar con sacar adelante la iniciativa sin el apoyo del PSOE recordando su más que amplia mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Ahora destacan que no dieron ese paso porque un asunto tan relevante no puede recibir luz verde sin, al menos, el consenso de los dos grandes partidos.

A día de hoy, salvo cambios de última hora, ni PP ni PSOE, por motivos diferentes, se plantean ir de la mano de Cs y Podemos en esta materia.

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El punto 97 del pacto de investidura entre PP y Ciudadanos contenía el siguiente compromiso: "Impulsar, en el marco del Pacto de Estado por la Regeneración y la Calidad de la Democracia, una reforma del régimen electoral que aborde, desde el consenso parlamentario, entre otras cuestiones, la mejora de la proporcionalidad, la elección directa de los alcaldes, el desbloqueo de las listas electorales, la implantación de sistemas electrónicos en la votación, la mejora de los procedimientos del ejercicio del derecho al voto de los ciudadanos residentes en el extranjero, la reducción de la duración de las campañas y los límites de los gastos electorales". A reglón seguido, los conservadores lograron incluir que "el Partido Popular se reserva la posibilidad de presentar iniciativas que permitan garantizar el Gobierno de la fuerza más votada".

En este sentido, el PP tiene abierta la posibilidad de resucitar la iniciativa de 2015 o plantear una nueva sin que Ciudadanos pueda echarle en cara que no respeta el espíritu del acuerdo. 

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