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Armas

Así son los controles psicofísicos para obtener una licencia de armas como la que tenía el francotirador ultra

Material incautado por los Mossos d'Esquadra al acusado.

Vigilante de seguridad, experto tirador, con licencia de armas y de extrema derecha. Son los principales datos que han trascendido respecto a la identidad de Manuel Murillo Sánchez, el hombre detenido por presuntamente planear el asesinato del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El individuo, de 63 años y vecino de Terrassa (Barcelona), fue detenido el pasado 19 de septiembre, después de que fuera denunciado y las autoridades hallaran un arsenal armamentístico en su domicilio. Surge entonces una pregunta lógica: ¿cómo es posible que una persona de estas características tuviera licencia de armas? infoLibre repasa algunas claves sobre los filtros vigentes para su obtención. 

El hombre está actualmente en prisión incondicional en una cárcel de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), donde confesó nada más ingresar sus intenciones de atentar contra Pedro Sánchez, según informó el diario Público la mañana del jueves. El mismo juzgado tiene abierta una causa contra el tirador por los delitos de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, delito de odio, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita y depósito de armas, municiones y explosivos.

Según confirmaron las autoridades, el acusado planeaba atentar contra el presidente como respuesta a la orden de exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. En el registro de su domicilio, hace ahora tres semanas, se localizaron un total de 16 armas. Entre ellas, un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador Skorpion vz. 61 y cuatro rifles de precisión. Además, el sujeto guardaba en su coche dos pistolas, una de ellas modificada y, por tanto, ilegal.

Los investigadores, sin embargo, confirmaron que el hombre poseía dos licencias y permiso para trece armas. "Como norma general no es habitual tener este número de armas en el domicilio particular de una persona, pero también podemos decir que del conjunto de las armas las había reglamentadas y otras prohibidas, desde la propia manipulación o porque no tenían el permiso adecuado", relató el jueves el inspector de los Mossos d'Esquadra Albert Oliva, quien justificó no haber informado al respecto hasta ahora por respeto al secreto de sumario y porque "era una noticia sensible que podía afectar a la propia seguridad del presidente".

También ha trascendido el historial familiar de problemas psicológicos con el que cuenta el acusado y su ideología de extrema derecha. Era, además, hijo de un exalcalde franquista de la localidad barcelonesa de Rubí.

Control psicofísico

El permiso de armas para los trabajadores vinculados a la seguridad privada debe ser concedido por la Guardia Civil. "Los vigilantes de seguridad y personal legalmente asimilado, podrán solicitar de los jefes de las Comandancias de la Guardia Civil, licencia de tipo C", explica en su página web el cuerpo de seguridad. "Las armas amparadas por estas licencias sólo podrán ser empleadas en los servicios de seguridad o funciones para los que fueran concedidas", puntualiza.

¿Existe un control o filtro específico para evitar que alguien con problemas psicológicos pueda utilizar armas? Además de certificar la ausencia de antecedentes penales, entre otros, el interesado deberá también superar un control que acredite sus aptitudes psicofísicas, según explican fuentes de la Guardia Civil en conversación con infoLibre. "En ningún caso podrán tener ni usar armas, ni ser titulares de las licencias o autorizaciones correspondientes, las personas cuyas condiciones psíquicas o físicas les impidan su utilización, y especialmente aquellas personas para las que la posesión y el uso de armas representen un riesgo propio o ajeno", explica el cuerpo en su página web. Todos los vigilantes de seguridad, por tanto, deben pasar ese control, de igual manera que cualquier persona que desee obtener licencia de armas. "Si ese informe es favorable, nosotros no somos nadie para decir que no", argumentan las mismas fuentes.

Tal y como ha detallado en conversación con este diario una psicóloga encargada de realizar este tipo de controles, la persona que se somete a él firma en primer lugar una ficha de autorización y declara que va a decir la verdad. El reconocimiento, continúa, consiste en dos valoraciones: una médica y otra psicológica, ambas con sus pruebas pertinentes. En ambas etapas, además, se pregunta al sujeto por antecedentes propios e historial familiar. Si confirma su existencia, se solicitan los informes médicos correspondientes, pero si la respuesta es negativa, los profesionales no tienen potestad para realizar una investigación.

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En cuanto a la vigencia de los permisos, la renovación irá en función del tipo de licencia. En términos generales oscila entre los tres y los cinco años, aunque para las personas mayores de 60 se realizará cada dos años y para quienes superen los 70 años de edad, de forma anual. Entonces será necesario presentar un nuevo certificado psicotécnico actualizado, que además tiene un valor de tres meses desde que se expide.

En cuanto a la licencia de tipo C, aquella que corresponde a los vigilantes de seguridad, existen ciertas particularidades. Aunque estas armas "tendrán validez exclusivamente durante el tiempo de prestación del servicio de seguridad determinante de su concesión y carecerán de validez cuando sus titulares se encuentren fuera de servicio", el Reglamento de Seguridad Privada establece que los vigilantes deberán superar "con una periodicidad de cinco años las pruebas psicotécnicas que determine el Ministerio de Justicia e Interior, periodicidad que será bienal a partir de los 55 años de edad". Además, "en caso de no realización o superación de las pruebas, los interesados no podrán desempeñar servicios con armas, debiendo hacer entrega de la correspondiente licencia, para su anulación".

Según el último anuario del Ministerio del Interior, en 2017 existían un total de 39.626 licencias de tipo C, para personal de seguridad y vigilancia, mientras que el conjunto de licencias registradas –que aglutina escopetas, armas cortas particulares, armas largas o de concurso deportivo, entre otras– ascendió a 1.569.602.

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