España se mira en el espejo de Italia para contener el coronavirus aunque descarta las medidas más drásticas

El número de contagiados por coronavirus en España continúa en aumento. Según el último balance publicado este miércoles por el Ministerio de Sanidad, la cifra se sitúa en 200 casos positivos y ya hay dos fallecidos. Y Madrid, con 70 personas que han dado positivo en los análisis, es la comunidad que más infecciones registra. La expansión del brote dentro de nuestras fronteras está siendo rápida y, por ello, la alarma social también aumenta día a día. Sobre todo de cara a las dos grandes festividades que se aproximan: las Fallas y la Semana Santa. Serán, a todas luces, fechas en las que se concentrará una gran cantidad de personas en espacios concretos y determinados. Por eso surge la duda de si es seguro asistir. Pero el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, insiste en que el organismo, al menos de momento, no va a recomendar la restricción de los eventos con grandes aglomeraciones. Así lo dijo este miércoles en su comparecencia diaria, cuando aclaró que no existe ningún peligro de cara a las movilizaciones previstas para este domingo 8 de marzo, Día de la Mujer. No hay problema en acudir a las convocatorias, pero no se debe hacer con síntomas, dijo. "La gente tiene que ser consciente de lo que debe o no hacer, tanto por los riesgos a los que puede poner a otros ciudadanos como por la alarma que puede generar a su alrededor", afirmó.

La última semana ha sido determinante. En apenas siete días el coronavirus se ha expandido e instalado en nuestro país sumando decenas de casos al día. Sin embargo, y tal y como confirmó este miércoles Simón, España todavía continúa dentro de la fase "de contención", es decir, en el primer escenario de los tres posibles, en el que no se contempla ni la transmisión descontrolada ni la entrada masiva de casos importados. Hasta ahora no se ha mencionado la posibilidad de un cambio hacia el nivel dos o tres —mitigación y generalización, respectivamente—, pero eso no significa que no se ponga encima de la mesa si, como hasta ahora, los casos se siguen multiplicando con el paso de las horas. No obstante, eso sí, se han puesto en marcha otras medidas destinadas a intentar frenar la expansión. Pero sólo en casos puntuales y no como una estrategia general como sí se hizo en China, epicentro del brote, y como ya se ha comenzado a hacer en Italia, el gran foco europeo de contagio con más de 2.500 personas infectadas.

Precisamente son esos los números que hacen que la situación que se vive en España diste mucho de la que sufre Italia. Sin embargo, la experiencia del país alpino podría ayudar a las autoridades sanitarias españolas a tocar las teclas adecuadas para que únicamente se pongan en marcha las medidas que se sabe que funcionan. Y eso es lo que Simón ha confesado que ya se ha comenzado a hacer. "Lo que estamos haciendo es simplemente alinearnos con la propuesta de Italia", aseguró. 

Una mujer se protege con una mascarilla por las calles de Roma, Italia. | EFE

Y eso comenzó a ponerse en práctica este martes. En las regiones del norte de Italia —las más afectadas por la enfermedad— las competiciones deportivas ya tienen lugar a puerta cerrada. Dentro de nuestras fronteras, tal y como anunció el ministro Salvador Illa, se ha tomado la decisión de que ciertos eventos deportivos se disputen igual: con las gradas vacías de aficionados. Ocurrirá en el partido que enfrentará este jueves al Valencia Basket y al Olimpia de Milán, en el que disputarán el Valencia CF y el Atalanta de Bérgamo el próximo 10 de marzo y en el que enfrentará al Getafe CF y al Inter el día 19, el mismo día que se disputará la eurocup femenina de Girona contra el Venezia.

Pero todos estos partidos tienen algo en común: uno de los dos equipos es italiano. Por eso para el resto de encuentros, según añadió Illa, no se contemplan medidas similares, porque no van a suponer, al menos a priori y en teoría, un desplazamiento masivo de aficionados procedentes de zonas de riesgo. 

Ese es el criterio que, tal y como confirmó Simón este miércoles, se está siguiendo por ahora. No obstante, aclaró que habrá que evaluar "situación a situación". Y es que en principio no hay transmisión masiva en España, por lo que los eventos que se celebren dentro de nuestras fronteras y no acojan a un gran número de personas procedentes de focos de contagio no son de riesgo. Pero eso sí, aclaró Simón, también hay que tener en cuenta que "el riesgo cero no existe".

Un operario limpia las gradas del Estadio San Paolo, en Nápoles, Italia. | EFE

Tres niños contagiados: ¿cerrar las escuelas?

Simón también aseguró que, según los datos que maneja Sanidad, en estos momentos hay tres menores contagiados por coronavirus: dos en Castilla-La Mancha y uno en Madrid. Sin embargo, quiso hacer un llamamiento a la calma resaltando que la letalidad del Covid-19 en los niños es "baja". "Sabemos, por la experiencia de muchos miles de casos en China, que los niños se afectan menos. Y no solo eso, sino que en general tienen una evolución clínica mucho más benigna", aseguró. Por eso de momento ni siquiera está sobre la mesa la adopción de una medida que Italia ya ha tomado: el cierre de escuelas. 

"No es necesario cerrar los colegios, ahora mismo no tiene sentido", aclaró Simón. Y es que esa opción, argumentó, "ahora mismo no reduciría el riesgo de transmisión de forma significativa", pero sí podría provocar el efecto contrario, pudiendo "incrementarlo en algunos focos de interés", advirtió. ¿Por qué? Porque los menores "tendrían que estar en su casa al cuidado de alguien, donde pueden entrar en contacto con grupos que pueden ser de riesgo". "Siempre he querido transmitir el mensaje de que hay que valorar estas medidas con mucho cuidado. El cierre de escuelas y fronteras tiene que estar cuidadosamente estudiado para que tenga el impacto que queremos, y no uno secundario que puede ser peor. No son decisiones que se tomen en un minuto", añadió. 

No obstante, por ahora hay dos colegios en el punto de mira: uno en el barrio de Montecarmelo, al norte de Madrid, y otro cercano al también madrileño barrio de Chamartín. En el primero un profesor dio positivo por coronavirus y en el segundo una niña de cuatro años que acababa de volver de Italia con sus padres se convertía también en uno de los casos confirmados este miércoles.

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Este último centro emitió un comunicado horas después de conocerse el caso para exponer a los padres de los alumnos las medidas que habían decidido tomar "siguiendo las recomendaciones de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid". En primer lugar, aclaró el colegio, se decidió llevar a cabo reuniones para informar de los protocolos a toda la comunidad educativa; en segundo, reforzar el lavado de manos de los alumnos y de los docentes colocando productos antisépticos en todas las aulas; en tercero, desinfectar las zonas y materiales "especialmente sensibles"; y en cuarto mantener una "comunicación directa" con las familias de los alumnos que puedan verse más afectados. Pero nada de suspender las clases, una opción que, en cambio, ya se ha tomado en Italia: según anunció este miércoles por la tarde el Gobierno del país, todos los colegios, institutos y universidades quedarán cerrados desde este jueves y hasta el próximo 15 de marzo. 

En cualquier caso, Italia ha ido mucho más allá y ha planteado y puesto en marcha medidas que en España ni siquiera han sido mencionadas ni para descartarse. El Gobierno elaboró un decreto ley para convertir en obligatoria la recomendación de los expertos de mantener una distancia mínima de un metro entre personas dentro de espacios cerrados como museos, comercios o restaurantes. 

Dos jóvenes con mascarilla se besan en las calles de Roma, Italia. | EFE