La cultura te hará libre

Julián Casanova propone cinco películas para volver al “pasado recordado, olvidado y reprimido” de la II Guerra Mundial

Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y profesor visitante en la Central European University.

“El siglo XX en Europa tuvo manifestaciones persistentes de violencia indómita, con cicatrices visibles u ocultas de masacres y destrucción”, explica Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza e investigador en el Institute for Advanced Study de Princeton. “Podemos recordarlo con libros de historia, ficción y documentales”, continúa el historiador, que ha sido profesor visitante en prestigiosas universidades europeas, estadounidenses y latinoamericanas. Hoy, en la sección La cultura te hará libre, nos propone un viaje en el tiempo, a esas cicatrices visibles y ocultas, a través de cinco películas sobre “un pasado recordado, olvidado y reprimido”.

El tambor de hojalata (1979), del director Volker Schlöndorff, es su primera recomendación. Una adaptación de la novela de Günter Grass –Premio Nobel de Literatura en 1999– que fue prohibida en España durante la etapa franquista. La historia gira en torno a Oskar Matzerath, nacido en 1924, “en los duros años posteriores a la Primera Guerra Mundial en la ciudad internacional libre de Danzig”, explica el historiador. “A los tres años se cayó por una escalera y decidió dejar de crecer. Bajo su apariencia de niño y con su tambor de hojalata, sus ojos nos llevan al ascenso de los nazis al poder, a la noche de los cristales rotos y a las agresiones de las SS en Polonia”, comenta el que ha sido asesor histórico de la película Mientras dure la guerra (2019) de Alejandro Amenábar y presentador de La guerra filmada (2006) de TVE, programa documental sobre la Guerra Civil española.

Fotograma de la película 'El tambor de hojalata' donde aparece Oskar Matzerath con su tambor.

Con Adiós a los niños (1987), del francés Louis Malle, “viajamos a la Francia ocupada, al colaboracionismo, a la persecución de los judíos”, dice el colaborador de infoLibre, “todo ello a través de las experiencias y aprendizaje de un grupo de niños en un internado carmelita durante la Segunda Guerra Mundial”. Un filme que ganó en 1987 el León de Oro a la mejor película en el Festival de Venecia por representar con elegancia la infancia, la memoria y la guerra.

“Sobrevivir al Holocausto en la Varsovia ocupada por los nazis desde septiembre de 1939 es el tema de El pianista (2002), de Roman Polanski”, comenta Casanova, quien explica que se trata de una adaptación de las memorias de Wladyslaw Szpilman. “Represión, tortura, colaboración y resistencia” están presente a lo largo del largometraje, inundando no solo la pantalla, sino también la mente del espectador.

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El historiador nos sitúa en un tiempo y lugar, mayo de 1940 en el bosque de Katyn, cerca de Smolensko (Rusia), para contarnos la historia de 22.000 oficiales y miembros de la inteligencia polaca, internados en varios campos rusos y ucranianos que fueron ejecutados por la NKVD y enterrados en fosas comunes en el bosque de Katyn. “Andrzej Wajda rescata esa masacre oculta durante años, con miradas de mujeres, en la película Katyn (2007)”, añade el autor de Una violencia indómita. El siglo XX europeo (Editorial Crítica, 2020).

Para finalizar este recorrido de “horrores que nos recuerda el cine”, Casanova pone la mirada en un clásico que narra los últimos días de la ocupación nazi de la capital italiana, Roma, ciudad abierta (1945), de Roberto Rossellini. Esta obra emblemática del neorrealismo italiano, que goza de una fuerte crítica social y que no llegó a España hasta 20 años después de su estreno original, representa para el historiador “tiempos de denuncias, resistencia y liberación”.

“Las vean, aunque sea verano. O las guarden y se las enseñen a sus hijos en otoño, son solo sugerencias para sumergirse en las experiencias de gente que murió, mató o sobrevivió y pudieron contarlo”, espeta el catedrático a la par que subraya que “es difícil pasar página, olvidar los malos tiempos”.

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