La Economía Social como motor para la cohesión social y la equidad
La economía social se está consolidando como la alternativa viable y sostenible frente a los modelos económicos tradicionales. Su enfoque en la cooperación, la solidaridad y la gestión democrática la convierten en un motor esencial para la cohesión social y la equidad.
Las empresas y entidades vinculadas a la economía social están reduciendo desigualdades, fomentando la inclusión laboral y desarrollando modelos económicos más justos en un contexto complejo como el actúal, en el que todos los indicadores apuntan a un incremento de las de tensiones económicas y geopolíticas.
Hemos de concebir la economía social, por tanto, como una herramienta poderosa para la cohesión social y la equidad, además de que representa un modelo económico más humano y sostenible. Su capacidad para integrar a diversos actores y promover el bienestar colectivo la convierten en un pilar esencial para el desarrollo de sociedades más justas y equitativas.
Precisamente, el Informe 2024 elaborado por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) pone de manifiesto que la Economía Social ha logrado consolidarse como un reflejo preciso de la riqueza y diversidad del tejido empresarial de la Economía Social en España, lo que sin duda está contribuyendo al fortalecimiento del tejido social y a la reducción de las desigualdades.
La Economía Social es un componente fundamental del tejido productivo español y está presente en todos los sectores de actividad En el sector de los servicios sociales, la Economía Social representa el 43% del tejido productivo. En el ámbito cultural y recreativo, el sector aporta un 35,2%, y en educación, un 26%, apoyando una oferta educativa inclusiva y diversa. En el sector industrial ocupa un 8%, mientras que el 15% de la población española reside en viviendas promovidas por cooperativas. El 25% del sector asegurador en España está gestionado por 223 Mutualidades de Previsión Social.
En el sector pesquero, las Cooperativas del Mar y las Cofradías de Pescadores, que agrupan más de 10.000 embarcaciones, tienen una fuerte implantación en el litoral español, generando empleo para 35.000 personas. Las cooperativas agroalimentarias, según el Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español 2022 (OSCAE), generan aproximadamente el 69% del valor de la producción final agraria, representando además el 30% de las ventas netas de la Industria Alimentaria Española.
En cuanto al sector financiero, el informe “Necesidades de financiación de la Economía Social”, señala que los bancos cooperativos y éticos, como Banca Ética, promueven la sostenibilidad y la inclusión financiera, destinando el 91% de sus créditos a proyectos con impacto social y medioambiental. Estas entidades generan miles de empleos y promueven prácticas responsables que fortalecen la cohesión social y territorial en todo el país.
En el ámbito de la distribución farmacéutica, Bidafarma, Hefame y Fedefarma, empresas asociadas a CEPES, representan aproximadamente el 42,52% de la distribución farmacéutica en España. De igual forma, cuatro de las cooperativas de distribución alimentaria vinculadas al tejido asociativo de CEPES (CONSUM, COVIRÁN, EROSKI y UNIDE) constituyen aproximadamente el 8,11% de este sector.
Hemos de concebir la economía social como una herramienta poderosa para la cohesión social y la equidad, además de que representa un modelo económico más humano y sostenible.
Las cooperativas, las sociedades laborales, las mutualidades, las empresas de inserción, los centros especiales de empleo de iniciativa social, las cofradías de pescadores, las sociedades agrarias de transformación, y las asociaciones y fundaciones vinculadas a la Economía Social, son entidades que conforman este modelo económico, donde la eficiencia empresarial se combina con los valores de la solidaridad, cohesión social y equidad. Son empresas que compiten en los mercados internacionales, siendo algunas de ellas líderes en su sector de actividad, tanto a nivel internacional, estatal, autonómico o territorial.
La primacía de las personas y el fin social sobre el capital, que se concreta en una gestión autónoma y transparente, democrática y participativa, que lleva a priorizar la toma de decisiones más en función de las personas y de sus aportaciones al trabajo y servicios prestados a la entidad o en función del fin social que, en relación con sus aportaciones al capital social, son valores que ponen a las personas en el centro en las empresas de Economía Social.
El empoderamiento de las mujeres, de los jóvenes y de otros grupos vulnerables, proporcionando oportunidades de empleo y desarrollo personal, no es una teoría, es una realidad que enorgullece a las empresas de Economía Social. Estos, y no otros, son los factores determinantes que convierten a la Economía Social en un motor para la cohesión social y la equidad. Pero, aunque la economía social ofrece numerosos beneficios, las organizaciones a menudo enfrentan desafíos financieros que requieren del desarrollo de mecanismos de financiación sostenibles que les ayuden a asegurar su viabilidad a largo plazo e impulsar su crecimiento.
También, es fundamental que las políticas públicas sigan profundizando en el apoyo y en el papel de la economía social en el desarrollo sostenible, incluyendo tener un espacio en el escenario del dialogo social que se desarrolla es nuestro país, a sus distintos niveles, y en el que se avanzan iniciativas o medias que afectan al ecosistema de la Economia Social.
Queremos, por último, llamar la atención por la capacidad de la economía social para profundizar en cambios que revaloricen territorios despoblados y recursos disponibles infravalorados, que pueden acercar este modelo económico a las personas más jóvenes y a colectivos potencialmente vulnerables y en riesgo de exclusión.
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Carlos de la Higuera es el Presidente de la Federación de Cooperativas y Economia Social de Madrid (FECOMA) y Julián Menéndez es el Gerente de la Agrupación de Sociedades Laborales de Madrid (ASALMA) y vicepresidente de la Federación Empresarial de Sociedades y Empresas Participadas de España (LABORPAR)