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La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

Los jubilados y sus 14.000 millones

Norberto Marchesano Martínez

Es que son suyos legalmente. El parlamento español ha aprobado la ley 21/2021 del 28 de diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, mediante la cual, las mismas deben indexarse por el IPC promedio del último año.

Sobre ese tema, sobran las opiniones del Gobernador del Banco de España, del señor Feijóo, presidente del principal partido de la oposición, de la OCDE, y de todo aquel que quiera incluir en un pacto de rentas el tema de las pensiones, para saltarse la ley. Son los mismos que se encargan de negar la necesidad de destopar las cotizaciones sociales, que los autónomos coticen por sus ingresos reales y de entorpecer cualquier medida que favorezca un incremento de los ingresos del sistema público de pensiones.

Lo más grave es que el señor Feijóo, candidato al gobierno de la nación, que no entiende que la prima de riesgo es la diferencia entre los intereses contratados por España en el bono a 10 años y los intereses abonados por Alemania para igual período, tampoco puede entender de leyes que favorecen a las clases más desprotegidas.

El Señor Feijóo pertenece a un partido que ha instaurado como norma un incremento del 0,25% de aumento anual para los jubilados

El Señor Feijóo pertenece a un partido que ha instaurado como norma un incremento del 0,25% de aumento anual para los jubilados. Como ejemplo, para la mitad de las pensiones cifradas en torno a los 800 euros, significaría 2 euros anuales de incremento y para la pensión media de 1.087 llegaría a los 2,70 euros.

Es que el PP fundió la suma de 77.447 millones de euros de la “hucha” de las pensiones (dilapidando el saldo recibido al 31.12.2011 y los intereses percibidos por la colocación de los fondos en bonos del Tesoro), todo ello a pesar de los pobres incrementos anuales del 0,25% otorgados a los pensionistas.

Sólo un gobierno del Partido Popular puede hacer desaparecer en seis años la protección y el respaldo que significaba para los pensionistas el Fondo de Reserva de las Pensiones y, en su lugar, convertir a la Seguridad Social en deudora del Estado.

Por si fuera poco, no le faltó tiempo para reglamentar el Factor de Sostenibilidad, destinado a disminuir las pensiones futuras en base a sus cálculos sobre la esperanza de vida.

El Partido Popular, ese magnifico gestor que regaló además 60.000 millones de euros a los bancos, sin ningún tipo de control por parte del Banco de España, y que confió en la palabra de quien dijo que “ no nos iba a costar un euro a los españoles”, también del Partido Popular.

Con un salario mínimo de pena durante sus mandatos, contratos humillantes de cuatro horas sin derechos sociales y un inmenso espectro de corrupción cuyas figuras más visibles resultan la Gürtel y la Púnica, pero sobre la que no alcanzan las denominaciones policíacas para escenificar el marco de corrupción vivido. Aun así, presumen de buena gestión, buena gestión, para gestionar para sí, el dinero público.

Lamentablemente podemos volver al 0,25% con los miserables 2 euros de incremento anual para los pensionistas, a un salario mínimo congelado y desactualizado en el tiempo, a que no exista subsidio para los desempleados mayores de 52 años, a que no existan los ERTES ni ayudas a miles de empresas y autónomos en circunstancia de crisis, pero seguro que con un presupuesto antisocial con detrimento de la sanidad, la educación y la dependencia, el Sr. Feijóo, el Gobernador del Banco de España y el presidente de la CEOE, encontrarán algún indicador económico que esgrimir para seguir insistiendo en que el Partido Popular es el gran gestor y lo que España necesita para la próxima década.

Es una necesidad recordarlo, por los pensionistas, los trabajadores, las pequeñas y medianas empresas, la educación pública, la sanidad pública, la ley de dependencia, por la ley de violencia de género y decenas de leyes más avanzadas durante este gobierno de coalición y que RTVE no publicita y las televisiones privada critican sistemáticamente. Es una obligación después de verificar que la ultraderecha es la compañera de viaje de este Partido Popular, que ahora modula la voz y el lenguaje, pero que es más peligroso y antisocial que nunca.

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Norberto Marchesano Martínez es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales.

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